Baby Girl

Capítulo LXXII

BETTY

— papi — gemí en su oído — más rápido — sus movimientos se hicieron más rápidos y él agarre de sus manos en mis nalgas fue más fuerte.

Los gemidos salían sin control de mi boca y papi besaba cada parte de mi cuerpo mientras me penetraba.

Tiempo después, papi me dejó en el suelo y abrió la llave de la ducha, dejó un pequeño beso en mi frente y organizo mi cabello.

— ven te baño que llegarás tarde al colegio.

— ya te dije que no quiero ir papi, me da miedo.

El agua empezó a caer por mi piel y las manos de papi enjabonado mi cuerpo.

— y yo te dije que no te va a pasar nada, hable con el director y además hay personas que te van a cuidar de cualquier cosa. Yo te llevaré y te recogeré todos los días.

— ¿Seguro que no habrá gente mala?

— seguro, princesa.

Luego de la ducha, papi me ayudó a ponerme mi uniforme, bajamos a la cocina y me preparo mi desayuno junto con mi comida para la escuela.

Desayunamos juntos y luego salimos de la casa para subirnos al auto.

— princesa, he estado pensando algo, no sé si estarás de acuerdo.

— ¿Que cosa papi?

— ¿Te gustaría tener un arma? — yo negué con mi cabeza — Solo por si algo llega a pasar.

— no papi, sabes que no me gustan, hacen daño.

— está bien, no tendrás un arma.

— ¿También tienes miedo papi? — pregunté tratando de buscar sus ojitos, pero no los pude ver ya que él está concentra en el camino.

— si, tengo algo de miedo pero no podemos detener todas las cosas, tampoco puedo encerrarte en la cajita de cristal que deseo tener.

— ¿Estarás bien regresando al trabajo papi?

— si, estaré bien.

— ¿Prometes que no te olvidarás de mi de nuevo?

— lo prometo princesa — él tomo mi mano y beso mis nudillos — te amo.

Sonreí y tiempo después llegamos al colegio, yo suspiré y papi quito los cinturones de ambos. Él dejó un dulce beso en mi frente, tranquilizando me un poco.

— todo estará bien, princesa. Si algo pasa, solo me escribes y ya.

— está bien papi. También te amo — yo sonríe y acaricie su mejilla.

— ven aquí, hermosa — Palmee mis muslos y ella con emoción se pasó a mis piernas — quiero un beso tuyo.

La rubia sonrió y acercó sus labios a los de jughead, pero antes de acerlo se separó.

— ¿Que sucede? ¿No quieres?

— ¿Si te doy un beso no iré al colegio, papi? En verdad no quiero ir — ella formó un puchero y yo solté una pequeña risa.

— dios, eres hermosa — bese su frente y ella frunció sus cejas — deja de ser tan terca y dame un beso.

— mejor voy al colegio, llegaré tarde, papi.

Ella iba a abrir la puerta del auto pero se lo impedí.

— ¿Que pasa, princesa?

— si te doy un beso, mis bragas se van a mojar y voy a querer sexo, y no tenemos tiempo para sexo.

— pero... Sabes que, mejor después de que venga por ti, me das ese beso. — dejó un corto beso en sus labios.

— no te enojas ¿Verdad?

— no, ve tranquila.

— está bien, adiós papi.

— adiós hermosa.

Bese su mejilla y ella sonrió luego abrió la puerta para salir del auto. Luego de ver cómo entro al bloque, encendí el auto y fui hacia la empresa... Tengo mucho trabajo por hacer.