Baby Girl

Capítulo XXII

BETTY

Desperté en medio de la noche y no vi a Jughead a mi lado. Me levanté para ir al baño y esperé encontrarme con él pero no estaba allí.

Salí del baño y bajé las escaleras para buscarlo en la cocina pero tampoco estaba allí. Empecé a preocuparme ¿Donde puede estar Jughead a estas horas de la madrugada?

— ¿Papi? — dije caminando hacia su oficina — ¿Papi estás ahí?

Me paralice al entrar a su oficina. No fui capaz de moverme ni de hablar. Su mirada se cruzó con la mía y mis ojos se cristalizaron, mi respiración se aceleró y rápidamente las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas.

— Betty, sal de aquí — dijo Jughead pero yo no fui capaz de moverme y él al ver eso volvió a hablar — ¡¡Que te vayas!! — grito asustando me más.

— no, deja que se quede, así será esto más divertido ¿No crees? — dijo el hombre que le apuntaba a Jughead con un arma.

— ella no tiene nada que ver en esto, no la toques — hablo Jughead con un poco de preocupación.

— ¿Por qué no? se ve que es muy importante para ti y mi misión es destruirte — dijo el hombre acercándose lentamente hacia mi sin dejar de apuntarle a Jughead.

— ¿P-papi? — hable por primera vez.

— princesa sal de aquí, por favor, házlo.

Yo trate de caminar hacia él pero ahora el arma con el que apuntaba aquel hombre a Jughead paso a mi haciendo que me detuvieran asustada.

— aléjate de ella George, no te atrevas a tocarla — Jughead dio un paso al frente pero el tal George quitó el seguro del arma haciendo que se detuviera.

Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas, tengo mucho miedo, demasiado, no quiero morir y tampoco quiero que Jughead muera y no entiendo que sucede...

Jughead en algún momento me enseñó a utilizar un arma por si llegaba a suceder algo parecido a esto pero no creí que fuera a pasar y no sé qué hacer.

George volvió a apuntar el arma hacia Jughead y se acercó lentamente hasta donde él estaba. El arma quedó sobre la frente de Jughead lo que hizo que mis lágrimas aumentarán.

— disparo y mueres Jones.

— házlo, si tanto deseas hacerlo no dudarias de apretar el gatillo.

Cerré mis ojos ignorando la voz aterradora de aquel hombre y pensé en que podría hacer...

Volví a abrir mis ojos y observé sobre el escritorio un arma — supongo que es la de Jughead — limpie mis mejillas y silenciosamente caminé para tomar el arma.

Cuando ya la tenía en mis manos, la levante y apunte al tal George que se encontraba de espaldas, mis manos temblaban y agradecí que el arma ya no tenía el seguro. Suspire y para mí mala suerte él se giró quedando frente a mí.

— suelta el arma preciosa — yo negué con mi cabeza — si no la sueltas tu querido novio muere — volví a negar con mi cabeza y cerré mis ojos.

El eco de un disparo invadió mis oídos y mis mejillas se volvieron a empapar, caí sobre mis rodillas y cubrí mi rostro rompiendo en llanto.

Sus brazos me rodearon y yo me aferre a él llorando.

— l-lo mate... Papi y-yo lo mate... Y-yo.

— shh, tranquila princesa, no fue tu culpa, tú no hiciste nada malo.

— p-papi... — trate de seguir hablando pero me fue imposible. Mis ojos se hicieron pesados y mi cabeza empezó a doler muy fuerte...

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¿Se lo esperaban? Claro que no.

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