Baby Girl

Capítulo IX

BETTY

Nunca me he preocupado sobre cómo sería mi primera vez en el sexo, pues pensaba que algún día esas personas que me tenían como esclava me matarían a golpes.

Se preguntarán ¿Esas personas nunca te llegaron a tocar?

Bueno la verdad es que no. Mi cuerpo no es el más perfecto y ese señor nunca se me insinuó, cosa que agradecí demasiado. Creo que tenía suficiente con el cuerpo de su esposa. Una señora muy hermosa por fuera pero es un monstruo por dentro.

Nunca he soñado con que mi primera vez sea en una cama llena de rosas y velas. Solo que sea con una persona especial, solo pido eso.

Ahora volvamos a la realidad.

— lo sé — organizó mi cabello — ¿tú quieres hacerlo princesa? No me enojaré si dices que no.

— yo... Yo sí, si quiero hacerlo papi — afirme bajando mis manos por su pecho.

Estampó nuestros labios, y yo enrede mis dedos en su cabello tratando de profundizar el beso mientras él acariciaba mi cintura con delicadeza.

Jug bajo sus manos hasta mis muslos acariciando los con la misma delicadeza, como si sintiera temor a lastimarme... Me levanto por mis muslos sin separar nuestros labios para ir a la habitación.

Me dejó delicadamente sobre la cama y se puso sobre mi, y antes de que juntara de nuevo nuestros labios susurro.

— si quieres detenerte solo dímelo ¿Si?

— Está bien papi.

Volvió a besarme pero está vez con desesperación, devorando mis labios y ¡Joder! Eso me fascinó.

Él se acomodó bien entre mis piernas y continuó acariciando mi cintura, y yo, enrede mis piernas alrededor de su cadera para sentir la cercanía de nuestros cuerpos.

Jug bajo sus besos por mi cuello, unos más fuertes que otros.

«Lo más seguro es que dejará muchas marcas»

Jadeos salían de mis labios, porque la sensación de sus labios en mi piel es fabulosa.

Sus manos subieron hasta el borde de mi camisa y poco a poco fue subiendo hasta quitarla.

Jughead continuó su recorrido de besos por en medio de mis pechos, susurro algo que no logré entender y desabrochó mi sostén.

— joder... bebé eres tan hermosa... — sus ojos se unieron a los míos por unos segundos y luego los apartó para observar mis pechos — ...y estos son igual de perfectos... — dijo delineando las curvas de mis pechos — ...no puedo creer que sean míos... — subió su mirada a mis ojos — ...que tú seas mía.

Sentí como mis mejillas se sonrojaron más de lo que ya estaban.

Él se arrodilló en medio de mis piernas y empezó a desabotonar su camisa. Yo copié su misma acción y lo ayudé a quitársela.

Pase mis dedos por sus pectorales y baje hasta su abdomen delineando cada uno de los cuadritos que tenía marcados.

Jug me tomó por la cintura y sentí como mis pezones se endurecía más con el toque de su piel con la mía.

Una sonrisa se formó en su rostro al escuchar un jadeo que salió de mis labios.

Él me volvió a dejar sobre la cama y deslizó sus manos por mi abdomen acariciándolo.

— ¿aún quieres continuar princesa? — dijo mientras jugaba con el elástico de mis pantalones.

— si no lo haces me enojaré contigo papi.

Estaba nerviosa, nerviosa por la reacción que él tendría al ver los moretones en mis piernas. Él podría parar todo lo que estábamos a punto de hacer solo para yo le contara el porqué tenía moretones, pero me sorprendió lo que hizo.

Jug bajo mis pantalones lentamente hasta quitarlos totalmente y se quedó quieto al ver los moretones. Segundos después él acarició y besó a cada uno de ellos.

Deje salir un suspiro ya que contuve la respiración esperando su reacción... Y joder, es muy lindo, ha sido demasiado cuidadoso conmigo desde que nos conocimos, se preocupa demasiado por mi...

«Creo que me enamore»

Continuó subiendo sus besos por mis rodillas para luego besar mis labios por un largo rato.

Un gemido salió de mis labios al sentir sus dedos tocar mi punto sensible. Jughead sonrió sobre mis labios mientras continuaba haciendo movimientos circulares en mi clítoris. Dejo mis bragas a un lado y continuó tocándome pero está vez podía sentir sus dedos en mi y se sentía genial.

Me aferré a sus hombros sintiendo el placer recorrer todo mi cuerpo, y sentí que en cualquier momento iba a explotar.

Jug apartó sus dedos y se deshizo de mis bragas. Luego se levantó y observé cada uno de sus movimientos, él desabrochó su jean y lo bajó junto con sus bóxer sorprendiéndome. Tomó un sobre plateado de un cajón y lo abrió para luego colocarse el condón que había en el sobre.

Él se puso de nuevo sobre mí, apoyándose en uno de sus brazos. Acomodo mi cabello detrás de mi oreja y me dejó un beso en mis labios.

— si algo te molesta solo dímelo y me detendré ¿Si?

— esta bien papi.

Él se arrodilló y con una de sus manos acomodo su miembro en mi entrada. Sentí como lentamente se fue adentrando en mi interior, y un quejido salió de mis labios y noté como en su rostro se veía la preocupación.

— ¿estás bien? ¿Quieres que me detenga? — dijo acariciando mis muslos.

— no... continua papi.

Él empezó a mover sus caderas lentamente y... ¡Joder! Si que duele. Pero poco a poco ese dolor se fue convirtiendo en una sensación increíble.

— papi... más... más rápido.

Él aceleró sus embestidas haciéndome gemir bastante fuerte hasta que sentí que pronto explotaría y así lo hice.

Jughead continuó y luego de unos segundo él se detuvo llegando a su orgasmo.

Noté como gotas de sudor caían por su frente, tenía sus mejillas de color rosado al igual que sus labios.

«¡Se ve jodidamente sexy!»

Él salió de mi interior y se deshizo del condón, se recostó a mi lado y me observó fijamente, acarició mi cabello y luego puso una sábana blanca para cubrir nuestros cuerpos desnudos.

— fue increíble papi — sonreí.

— si que lo fue princesa — él me tomó por la cintura y me acerco a su cuerpo — dime ¿Estás bien? ¿No te hice daño?

— no papi, estoy bien.

— me tranquiliza saberlo... — él acarició mi cabello y yo cerré mis ojos — descansa pequeña.

Un momento en el que ya me estaba quedando dormida lo escuché hablar.

— Te amo pequeña.

— uhm?

— que descanses pequeña.

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