JUGHEAD
Ya han pasado varios días desde que Betty y yo tuvimos nuestra cita de helado... Han sido días difíciles y complicados.
Betty siempre está preocupada y asustada, siente que la vigilan y no se siente segura en casa, su nivel de estres ha llegado al punto de hacerla llorar sin parar... Además, la gota que derramó el vaso, fue cuando un sujeto entro a la casa y trato de llevársela.
Me sentí tan inútil ese día... Mi brazo estaba tan inflamado y me dolía tanto que no tenía la fuerza necesaria para defenderme, para defenderla. Todo se detuvo cuando Cheryl y Toni atacaron a aquel hombre.
Por el lado positivo, puedo decir que mi brazo está mucho mejor... Y nada más, lo demás está totalmente destruido y me hace muy mal ver a mi princesa tan triste.
— ¿Quieres que juguemos a las princesas, amor? — ella negó con su cabeza — ¿Te preparo algo de comer? — ella volvió a negar y yo suspiré — ¿Vemos una película o alguno de tus programas favoritos? — de nuevo volvió a negar y solo abrazo con más fuerza a su peluche de conejo — ¿Que tengo que hacer para que mi princesa sonría de nuevo? No me gusta verte así.
Ella mordió con fuerza su chupete y se acurrucó entre las sábanas.
— ¿Sabes que te amo mucho? — ella asintió — ¿Tú amas a papi? — ella volvió a asentir con su cabeza — ¿Quieres que te dé un abrazo grande? — asintió y yo me metí entre las sábanas con ella.
La envolví en mis brazos y ella escondio su rostro en mi cuello.
— ¿Crees poder ir mañana a la escuela, princesa? — ella negó — ¿No quieres ver a Dylan? — vi como saco el chupete de sus labios y lo dejo sobre la mesita.
— me da miedo salir si no estas tu, papi.
— contrataré guardias de seguridad para que estén contigo todo el tiempo ¿Si?
— no, yo te quiero a ti. Tú eres mejor que todos.
— no puedo estar contigo todo el tiempo... Además, tengo que volver al trabajo — un puchero se formó en sus labios
— no me gusta tu trabajo ni ir a la escuela, papi.
— lo sé, pero son cosas importantes.
— son cosas estúpidas — dijo molesta y frunciendo sus cejas.
— no hay necesidad de decir malas palabras, pequeña.
Ella suspiró y se sentó sobre mi abdomen para alcanzar más fácil su chupete... Me gusta tanto verla en esta posición...
— ven aquí — dije antes de que lo pusiera en sus labios — dame un beso, por favor princesa.
Sus mejillas se sonrojaron pero aún así se acercó y unió nuestros labios en un largo beso.
— más papi — dijo cuando nos separamos.
Yo sonreí e hice que nuestros labios se juntaran de nuevo. Nuestro beso terminó cuando mordí levemente su labio inferior, sus ojitos se abrieron y pude notar un poco de brillo en ellos sacándome una sonrisa.
— te amo — murmuré sobre sus labios y dejé un dulce beso sobre ellos — eres la princesa más linda del mundo.
— no digas eso, papi.
— ¿Por qué no? Estoy diciendo la verdad.
— yo no soy tan linda, así como tú dices.
— ¿Por qué crees que no eres linda? Dime una razón, pequeña.
— no tiene importancia papi, olvídalo — ella volvió a recostarse en mi pecho pero yo hice que me volviera a mirar.
— dame una razón — repetí y ella suspiró.
— estoy hecha una desastre papi... Todo en mi es horrible — pude ver como sus ojitos se cristalizaron — mi cabello está feo, tengo granitos en mi rostro, tengo unas horrible ojeras y además estoy gorda.
Acaricie su mejilla y me acerque un poco para besar su frente.
— tu no eres horrible, mi amor, solo estás pasando por un momento muy díficil... Y tu no estas gorda.
— si lo estoy, papi.
— no lo estás, tu cuerpo es perfecto, es demasiado hermoso.
— solo lo dices porque me quieres, papi...
— no, estoy siendo sincero contigo, princesa.
— no quiero hablar más sobre eso — ella se recostó en el otro lado de la cama y suspiro — ¿Puedo hacerte una pregunta papi?
— ¿Que quieres saber?
— ¿Tú te sientes bien con todo lo que nos está pasando? Siempre te preocupas por mí y yo nunca hago lo mismo... Soy una terrible novia.
— bueno, al preguntarme esto me demuestras que te preocupas por mí.
— entonces... ¿Estás bien o estás mal, papi?
— bueno, no ha sido nada fácil todo esto y me duele mucho verte tan afectada, mi amor — organice su cabello detrás de su oreja — me he llegado a estresado demasiado tratando de encontrar una solución y me culpo por todo lo que has pasado — mis ojos se cristalizaron — No lo mereces, princesa.
— pero papi, tu no tienes la culpa de esto, la culpa es de esa señora.
— lo sé pero no dejo de sentirme culpable — sentí como una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla — lo siento tanto, princesa.
— no tienes porque disculparte papi, tu no has hecho nada malo — ella beso mi nariz y me dio un abrazo — yo estoy muy agradecida por todo lo que haces por mí, y aunque estemos pasando por un mal momento soy feliz contigo papi porque sé que me amas y has hecho muchas cosas para protegerme. Tú eres el mejor papi del mundo.
— tu la mejor princesa.
— prometo que de ahora en adelante me preocuparé más por ti papi, tenemos que aprender a contarnos las cosas.
— está bien, amor. Lo haré.
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Baby Girl
Teen FictionUna niña de tan solo seis años pasa por un gran accidente automovilístico junto con su familia, donde solo ella sobrevive. Diez años después ella decide escapar de esa casa de tormentas donde vivía y al hacerlo se encuentra una luz de esperanza por...