Capítulo LXVII

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JUGHEAD

— ¿Que haces papi? — dijo mi princesa subiéndose a la cama.

— estaba mirando algunas cosas ¿Y tu? ¿Que hacías mi amor? — apague mi celular para ponerle atención.

— me estaba poniendo linda... Quería que me vieras linda ¿Estoy linda? — Negué con mi cabeza soltando una pequeña risa — ¿No estoy linda? — dijo con desilusión.

— si mi amor, estás hermosa, siempre lo estás.

— ¿Entonces por qué dices que no con la cabeza? —  ella bajo su mirada pero yo hice que me mirara.

— porque no hay necesidad de que te pongas linda para mí, tú puedes usar lo que quieras y siempre te voy a ver preciosa, como una princesa — dejé un pequeño beso en su frente y ella negó.

— besitos ahí no papi, aquí — ella tocó mis labios y yo sonreí.

— ven aquí, hermosa.

La tomé de su cintura y con habilidad la puse sobre mi para juntar nuestros labios en un largo beso, donde me deje caer en las almohadas, llevando mis manos hacia su trasero para que moviera sus caderas pero ella se separó de nuestro beso negando.

— no quiero sexo papi, me demore mucho eligiendo que ponerme y tú me lo quitas en dos segundos, no quiero.

— eso es porque me gusta más cómo te ves sin ropa, pequeña.

Sus mejillas se sonrojaron y una tímida sonrisa apareció en sus labios.

— eres muy linda, mi amor... Nunca lo olvides.

Ella asintió y se sentó sobre mi abdomen.

— papi quiero nuestra cita de helado. Quiero un helado.

— ¿La quieres ya?

— si ¿Tu no?

— ¿Como no voy a querer tener una cita con el amor de mi vida? Vamos a nuestra cita de helado, preciosa.

Ella se levantó con emoción y espero a que yo me pusiera mis zapatos para bajar tomados de la mano. En el camino, encontramos a Cheryl y Toni en la sala.

— ¿A dónde van? — preguntó Cheryl.

— a comer un helado — respondí

— ¿Podemos ir con ustedes?

— no — dijo Betty de inmediato — es una cita de helado.

— ¿Que es eso? — pregunto Toni.

— eso quiere decir que solo seremos ella y yo, nadie más. Así que... Adiós chicas, por favor no tengan sexo en mi sofá.

— que se diviertan — grito Cheryl después de que cerré la puerta.

— ¿iremos en tu auto, papi?

— no... Vamos a caminar, está haciendo un día muy bonito y hay que hacer ejercicio. Además, hay una heladería muy cerca de aquí.

— pero papi, yo no quiero caminar — dijo formando un puchero.

— vamos a caminar, princesa.

Ella bufo y salimos de la mansión tomados de la mano.

— papi estoy cansada, arriba — dijo levantando sus brazos y parándose frente a mí.

— no, no te voy a cargar. Apenas hemos dado dos pasos.

— pero papi, mis pies duelen.

— eso debiste pensarlo antes de ponerte esas botas, vamos — trate de volver a tomar su mano pero ella dio un pisotón.

Baby GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora