#23

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-¿Lo tienes todo?

- Solo falta esto.- guardé la última maleta en la caja del coche y lo cerré.

Me dio las llaves del coche y rodeo este para entrar por el copiloto.

- Son 2 horas de viaje, será mejor que descanses.- avisé sentándome en el piloto.

- Me parece perfecto.- se acercó a dejar un beso en mis labios y puso algo de música para echarse sobre el cristal de la ventanilla.

Arranqué y comencé el viaje hacia la casa del lago. A lo largo del camino iba tarareando la música y mirando a Mila dormir. Sonreí inconscientemente al verla tan relajada.

La verdad es que necesitaba estas pequeñas vacaciones, después de tanto tiempo trabajando para que la mayoría de tours fueran cancelados por la pandemia, ella se encontraba algo decaída, ya que le habían negado lo que más le gustaba hacer. Llevamos 7 de relación y la ultima vez que la vi tan decaída por algo de música fue cuando salió del grupo y todo el hate cayó sobre ella.Estuvo durante 2 semanas llorando y sin querer salir de la habitación.


Ahora todo estaba relativamente tranquilo, después de un año en cuarentena hemos decidido salir un poco de la ciudad y respirar algo de aire fresco.Durante una semana y poco más estaba empezando a escribir su siguiente álbum pero no terminaba de convencerle nada de lo que componía, toda esta encerrada le estaba nublando la mente por lo que le dije la pequeña idea de escaparnos a un sitio más tranquilo donde ella pueda relajarse y hacer lo que más le gusta en paz.


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Una vez terminé de bajar todo lo que nos habíamos traído fui al copiloto a despertarla.

- Cariño, ya estamos aquí.

- Mmh... voy.- se estiró como pudo y me miró con una ligera sonrisa, bajo y miró que en la entrada de la casa estaba ya todo.- ¿Por qué no me has despertado antes para ayudarte?

- Porque se que vas a estar despierta toda la noche componiendo con tu gran inspiración.

- ¿Y mi inspiración se supone que eres tu?

- ¿No era obvio? -contesté burlona.

- Puede que tengas razón, pero vamos a estar despierta y no por la forma que tu quieres.- rió y me agarró de las mejillas acercándome a ella para besarme cortamente.- Vamos que tengo hambre. -se separó sonriente y entró a la casa metiendo las maletas poco a poco.


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La noche estaba fría, Camila se encontraba en una silla de fuera con su guitarra tocando un par de acordes mientras mordía la punta del boli y de vez en cuando apuntaba y tachaba en la libreta.Agarré una manta y el café recién hecho y me acerqué a ella lentamente, puse la taza en la mesita que tenia a un lado y la manta sobre ella sobando un poco sus hombros para que entrase en calor antes.

- ¿Cómo lo llevas? -pregunté dejando un beso en la coronilla.

- Pues... voy como puedo.- suspiró agarrando la taza.- Muchas gracias mi vida.- giró su cabeza para poder besarme y luego beber un poco de café.

- Oye princesa, ¿puedo preguntarte algo? -rodeé la silla para ponerme frente a ella de cuclillas.

- Ya la hiciste.- alcé una ceja.- Vale, vale, dime cariño .-rió.

- ¿Cómo te ves dentro de 5 años? -frunció levemente su ceño.

- Pues... -alzó la cabeza pensativa mordiendo su labio.- En una casa fuera de la ciudad, cerca de mi familia, con tres perros .-reí por ello.- Y tal vez una cacatúa.

- ¿Una cacatúa?

- Si, ese pájaro que es parecido a un loro, con las plumas de la cabeza hacia arriba.- comentaba ilusionada mientras hacia los gestos para imitar al animal.

- ¿Y conmigo? -la miré fijamente.-

Ella enterneció su mirada.- No.- fruncí el ceño.- Me lo imagino contigo y con nuestros hijos.- terminó de responder haciéndome sonreír.

- Bueno... entonces creo que después de 7 años deberíamos de empezar por la primera parte.- contesté sacando una cajita de mi bolsillo.

Abrió la boca sorprendida y se llevo una mano a ella cuando terminó de confirmar que era lo que creía cuando abrí la pequeña caja de terciopelo.

- Si...sisisisisi .-dejo su guitarra a un lado saltando sobre mi.

- Oye que siquiera te lo he preguntado.- reí quejándome.

- Perdón.- se abanicó secándose las pequeñas lagrimas.- Me he emocionado.- reímos.-¿Entonces?

- Entonces... ¿quieres casarte conmigo?

Respiró profundamente y me miro a los ojos.- Es lo que más deseo.- me atrajo de las mejillas besándome.

Sonreí separándome de ella y agarrando su mano, puse el anillo y la alcé besándola dulcemente.

- ¿Qué hice para merecerte? -alzo mi barbilla.

- ¿Sabes? Curiosamente eso me pregunto yo cada día.- sonreí, me acerqué besándola de nuevo, ella apoyó sus brazos sobre mis hombros rodeando mi cuello para acercarme más.


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- Mamá, mami mirad lo que hace Jokkie.- Alice trajo a la cacatúa con ella.

Esta empezó a ladrar y nuestros perros se acercaron corriendo a acompañarle.

- Ya ya chicos, ya vale.- los calmé.- Alice, ¿has hecho tus tareas?

- Si mamá...

- ¡Miente! -gritó mi otra hija bajando rápido por las escaleras.

- Elizabeth, ¿qué te he dicho de bajar corriendo?- le riñó mi esposa.

- ¿Qué no lo haga porque Alice me copia? -agarró una manzana del frutero.

- Exacto.- dije.

- No.- corrigió Mila.- Que te puedes caer y hacerte daño.- dije a la vez que ella y me miró fijamente y yo sonreí inocente.

- Bueno, me voy con Bruno.- dijo abriendo la puerta.

- A ese muchacho quiero verlo yo.- hablé fuerte antes de escuchar como cerraba la puerta.

- A ese muchacho lo tienes más que visto cielo. -ríe.- Tienes que aceptar que es el novio de nuestra hija.

- Pues no quiero.- hice un puchero cruzando los brazos.

- Pues quiere, porque tu hija tiene ya 17 años.- acarició mi labio quitando el puchero.

Suspiro.- Están demasiado grandes.- murmuro atrayéndola de la cintura para dejar mi cabeza sobre su pecho, escuché su leve risa mientras acariciaba mi pelo.

- Pues yo quiero un hermanito.

Alcé la cabeza mirando a mi pequeña y acto seguido miré a Camz.

- Oh no, ni lo sueñes, si quieres otro lo tienes tu.- hice otro puchero escondiéndome de nuevo en su pecho.

- ¿De dónde salen los niños? ¿Y por qué mamá no quiere?

- Bueeeno, ¿qué os parece si vamos a dar una vuelta con los perritos? -traté de cambiar de conversación rápidamente escuchando la suave risa de mi esposa.

- ¡Si! Voy a por ellos.- sale corriendo a por las correas.

- Te amo demasiado.- la miré sonriendo.

- Yo también mi amor.- me beso dulcemente.

One Shots (Camila Cabello y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora