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¿Qué demonios hacia él aquí? Bueno, si se porqué está aquí pero no entiendo la manía que me tiene su padre. Quiero decir, esto era una cena familiar, su novia soy yo, él es... un capullo que intenta quitarme a mi chica y su padre está de acuerdo porque es el hijo de su jefe, estúpido...

Mientras la familia comía mientras hablaban de la empresa de Alejandro y el futuro de Marc yo me mantenía en silencio incomoda por no saber como interactuar.

-¿Sabes que va a viajar a Canadá para abrir una nueva empresa?

Aquí estábamos de nuevo, hablando de un nuevo logro super admirable. Rodé los ojos ante el entusiasmo de mi suegro y sentí un leve apretón en mi muslo ante tal acción. Miré a Camila, quien me había regañado por mi actitud discretamente y ella se veía sonriente mientras escuchaba a su padre, algo que me molestó más.

-Así es, se que mi padre quiere que me quede con su empresa, pero estaba pensando en empezar yo una de cero, tal vez así si tengo hijos cada uno tenga su propia empresa.-dijo guiñándole el ojo a mi novia.

-Idiota...-murmuré recibiendo otra llamada de atención de Mila.

Bufé y me levante.-Si me disculpan voy al baño.

Sin dirigirle la mirada a nadie camine hacia este, una vez dentro me eché agua en la cara intentando mantener la cabeza fría y no explotar en cualquier momento, pero me parecía imposible. ¿Y si no soy lo suficiente para ella?, ¿me dejará por él? 

No paraba de hacerme preguntas similares, pues mientras él iba a iniciar su propia empresa yo apenas podía trabajar y estudiar a la vez para pagar el alquiler de mi piso. Suspiré sentándome sobre la tapa del váter tratando de tranquilizarme. 

Conté hasta cinco y me levanté respirando hondo para salir y volver a enfrentarme a la cena, a medida que llegaba no podía para de escuchar las risas y el ambiente familiar que se había generado en mi ausencia, algo que sin duda me había entristecido lo suficiente como plantear irme. Una vez tuve visión de la mesa pude observar como el tipo se había sentado en mi silla y hablaba con Camila muy animado, su padre se encontraba observándolos muy feliz. Ahí supe que yo sobraba en este sitio, sin que nadie se diese cuenta agarré mis cosas y salí de aquella casa.

(...)

Ha pasado una semana desde aquella cena, lo que más me duele es no haber recibido ningún mensaje ni llamada de Mila. Estaba terminando de alistarme para ir a trabajar aunque sinceramente no tenia ni una pizca de ganas. Volví a mirar el móvil torturándome a mi misma al ver que no había señal alguna de mi novia... aunque no se si lo sigue siendo.

-¿Dónde vas con esa cara larga?-preguntó mi compañera viéndome entrar por la puerta de la cafetería.

-Déjame, no estoy de humor.-murmuro entrando tras la barra.

-¿Aún sigues con eso? Tal vez es hora de que te olvides de ella, tampoco veo que tenga intención de volver o algo.

-Ahora mismo no me apetece pensar ni hablar de ello.

-Esta bien, mira para que no pienses sobre ello, atiende la mesa 6.-me pasa la libreta mientras me termino de colocar bien la coleta.

-Vamos allá.-agarro la libreta y camino hacia la mesa buscando el boli.-Bienvenido a Cake or Coffe, ¿tiene pensado lo que va a pedir?-dije mientras miraba que apuntar.

-Para mi un americano y para mi pareja un cappuccino de vainilla con una porción de tarta de frambuesa.

-Perfecto.-murmuré mientras pensaba en el pedido, es lo que siempre pedía Camila.

One Shots (Camila Cabello y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora