One Shots (Camila Cabello y Tu)

#2

Otra vez es de noche, como cada día vuelvo a escuchar esos ruidos, se que está en el cuarto pero me da miedo y no me muevo.

Mamá y papá ya me dijeron que no había nada, que la casa es segura. Yo les creo, mamá y papá no mienten. Mentir es malo. ___ es mala.

Ella es mi hermana, pero hace algunos días no la veo, que no duerme en su cama pero siempre quiere jugar, jugar tarde y a papá no le gusta que juegue tarde.

Intentaré dormir mañana vamos al parque de atracciones.

Mientras en la habitación de los padres.

- Cariño, se que esto está siendo difícil pero saldremos. Espero que mañana el estudio de la psicóloga nos revele algo positivo sobre la pequeña.

- No sé, espero... últimamente la noto rara, desde que nos fuimos de aquella casa, no paro de pensar en ella...

- No será nada. Ahora descansa, nos queda un día muy duro.

Día siguiente.

¡Bien! Vamos al parque. ___ no ha querido venir, dice que le duele la cabeza, se lo digo a mamá pero ella no responde.

Emprendemos el viaje y me quedo dormida. Al llegar me desilusiono, no es el parque de atracciones. Hemos venido a ver a esa mujer antipática que siempre me pregunta y pregunta.

~~~

- Fue larga la espera, parece que nuestra pequeña avanza. Es una gran noticia Sinu.

- Sí. Por fin, una buena noticia.

~~~

Llegamos a casa, no fui al parque de atracciones pero me comí un rico helado. Cuando llego a la habitación ___ está escondida. ¿Se habrá enfadado? No me gusta cuando llora.

Llega la noche y me despido de mamá y papá, ellos no dicen nada a ___. ¿Por qué son tan malos con ___?

*toooock tooooock toooooock* Miilaaaa Miiilaaaaa

Me despierto y es ___ llamándome. Hoy voy a jugar con ella, es mi hermana y quiero jugar con ella. No entiendo porque se esconde en el armario, porque hace esas cosas raras, pero me siento bien con ella. Quiere que bajemos al piso de abajo y yo me dispongo a seguirla. Quiere que bajemos al sótano.

-A mamá no le gusta el sótano ___.

*vamoos Mila, vamoos a jugar*

-¡Está bien!

Cuando llego al sótano hay más amigos, tienen mala cara pero imagino que quieren jugar con nosotras. A mi me empieza a sangrar la nariz, me duele la cabeza y solo quiero llorar. ¡Mamá! ¡Papá!

Grito y caigo al suelo.

~~~

- Alejandro, ¿Qué ha sido eso? -corren hacia el piso de abajo, vuelven a escuchar unos gritos

- Viene del sótano.

- ¡¡Oh dios Camila!! Camila por favor responde, ¿que te pasa? Alejandro corre llama a una ambulancia.

~~~

Al tiempo me despierto, estoy en una sala blanca. Conmigo están papá y mamá. Les noto preocupados.

En otra esquina de la habitación está ___.

Un señor de blanco habla con papá.

-No se preocupe le daremos el alta hoy.

Por fin de vuelta a casa, estoy cansada y voy a la cama.

*tooooock tooooock tooooock*

Hoy no quiero jugar. Me encojo, cierro los ojos y me tapo los oídos. Es de noche otra vez y ___ está aquí.

...

Es la segunda semana que acudo a ver a esa señora, no entiendo la mayoría de las preguntas y eso hace que me agobie, pero lo hago por papá y mamá, se ven felices cuándo estoy ahí.

Han pasado varios meses desde que salí del hospital y que me pelee con ___, pero le perdono, es mi amiga y mi hermana y sé que le hago tanta falta yo a ella como ella a mí.

Es una pena que ___ nunca venga, siempre que le pregunto me omite y se va al armario. No le gusta mucho la claridad. Cuando le pregunta a mamá y papá tampoco me responden, ¿es qué no le quieren?

-Camila, ya hemos terminado por hoy, te veo la semana que viene, ¿te parece?

La verdad es que no me apetece, pero papá y mamá me traen. -Sí.

De camino a casa deciden parar a ver a los abuelos, me encanta ir allí, ¡son tan buenos! Aunque la abuela está triste y llora con frecuencia. Dice que es por el abuelo, pero yo lo veo bien al abuelo, y juega conmigo y me cuenta cuentos.

Ellos me dicen que ahora el abuelo está en un lugar mejor, que es una estrella pero yo no creo eso, está con nosotros, habla y juega conmigo. Mamá se pone triste cuando le digo eso.

-Claro que si cielo, el abuelo está aquí.

Llegamos a casa después de comer en casa de los abuelos. ¡Qué rica estuvo la comida!

Me voy a mi habitación y busco a ___, pero no la encuentro, me gustaría bajar al sótano pero hay más niños que me hacen llorar, son malos y aun así ___ juega con ellos, eso me mosquea.

*Miiiilaaaaaa* *Miiiilaaaaaa*

Escucho mi nombre pero no sé de dónde viene. Me dispongo a buscar debajo de la cama, es uno de sus escondites preferidos, levanto las sabanas y de repente se abre la puerta.

Me asusto.

-Mila cariño, ¿qué haces ahí abajo?

-Nada papá, no encuentro un juguete. Pero nada importante.

-Bien entonces, mamá y yo vamos a ver una película y hay palomitas, ¿te apuntas?

-Si claro, ahora bajo.

Papá se marcha mientras y recojo un poco el cuarto, justo al cerrar la puerta, veo que detrás de ella estaba ___. Y... Oh, oh, está llorando. No me gusta cuando se pone así.

-___ , ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras?

No me contesta ni siquiera me mira, cuando me acerco se enfurece y el llanto aumenta.

-*Te dije que no fueras más a ver a esa señora* -dice ___ entre llantos.

-No he ido a ver a esa señora, si no a ver a los abuelos.

-*¡¡¡ME ESTAS MINTIENDO!!!*

Se me acercó corriendo, me empujó y salí despedido contra la pared. En ese momento mi madre estaba por la puerta.

-¿Mila que te ha pasado?

Al fondo la cara de ___, muy furiosa.

-Nada mamá, tropecé. ¿Vamos a ver la peli?

Desafié la maldad de ___ y me fui a ver la película. Al finalizar el día subí las escaleras con miedo, sabía que tendría que reencontrarme con ___.

Abrí la puerta pero bajo mi sorpresa ella no se encontraba en la habitación, sin embargo, como venganza, había arrancado la cabeza a uno de mis muñecos más preciados. Lo recogí y decidí ir a dormir, el día había sido muy largo.

Era de noche aun cuando un grito ahogado acompañando de un toque me despertó. Abrí los ojos pero no veía nada, estaba todo oscuro, me puse a caminar y tantear para ver si reconocía algo.

Una mano me volvió a tocar el hombro, me giré y una cara horrible sin ojos estaba frente a mí. No decía nada.

-PAPÁ, MAMÁ... Quería gritar pero no llegaba a suspiro. Nuevas caras empezaron a aparecer. A lo lejos, una voz me llamaba.

-¡Camila! ¡¡¡Camila vuelve por favor!!!