One Shots (Camila Cabello y Tu)

#35.2

-Venga chicas ya hablamos para quedar la próxima vez.

Cerré la puerta después de despedirme de ellas y fui a la sala a recoger las cajas de pizza y bebidas vacías. Barrí un poco la zona por los trozos caídos al suelo y subí a mi habitación con mi novia.

-Cariño ¿quieres ver algo?

Comencé a cambiarme mientras encendía la tele que teníamos en la habitación para ver series o películas.

-¿Te apetece ver alguna serie?-volví a preguntar y me asomé por la puerta del baño al escuchar el agua de la ducha caer.

-Yo tenía pensado otra cosa.-comentó tras meterse bajo el agua.

Con mi vista recorrí todo su cuerpo un par de veces sintiendo un pequeño apretón en mi zona inferior.

-Y creo que aunque tu no lo tenías planeado tu amigo también quiere saber que tengo pensado.- observo mi creciente erección mordiéndose el labio.- ¿Quieres ducharte conmigo?

-Pues... no es mala idea.- sonreí y terminé de quitarme la ropa para entrar junto a ella bajo el agua.

Ella sonrió y me abrazó por los hombros para luego saltar y enredar sus piernas en mi cintura. Gemimos por el roce repentino y la agarré fuerte de los muslos para no caer.
La besé apoyándome en una de las paredes con cuidado y ella se aferró más a mi mientras gemía por el frío de la pared.

Los besos bajaba por su mandíbula hasta su cuello lentamente mientras con una de las manos acariciaba su cintura. Gruñó cuando mis dientes clavé suave en su cuello dejando una marca pequeña.

-Creo que en la cama vamos a estar más cómodas. 

La solté con cuidado de no resbalarnos y la solté mirándola sonriente. Me acerqué a dejarle un pequeño beso.

-La que se corra primero hace la comida y cena durante una semana.- salió corriendo de la ducha.

-¿Qué? ¡Oye con cuidado que te resbalas!

Cerré el agua y me sequé un poco para luego ir tras ella.
Al verla suspiré pesadamente, era hermosa. Ella me miró sonriente y palmeo a un lado, no dudé ni un segundo más y me lancé sobre ella sin acerle daño.

-Te pienso comer enterita.

-¿A qué esperas?

La besé fogosamente mientras nos colocabamos de manera cómoda sobre la cama.
Mis manos vagaban por todo su cuerpo de forma delicada acariciando cada parte de ella. Desde sus hombros hasta sus muslos, los cuáles agarraba y empujaba su cadeza hacia la mía generando una pequeña fricción.

Entre sus piernas, mi ya dura erección, comenzaba a chocar con su centro dejándonos sin aire y haciendonos gemir de vez en cuando.

-Te amo. - susurré sobre la piel de su pecho.

Bajando mis besos poco a poco llegué a uno de sus pechos, lo agarré con una mano y comencé a masajearlo mientras el otro estaba ocupado con mi boca. Sus manos aparecieron en mi cabeza, enrredando sus dedos en mi pelo y pegando pequeños tirones mientras gemidos salían de su boca.

Solté su pecho con mi mano y bajé a su centro para comenzar a dar caricias leves y estimultar el clítoris.

-____... - comenzó a gemir mi nombre.

Eso me encendía más por dentro y generé presión en ella lo que causó un gemido ronco por su parte.

Agarré mi miembro y lo masturbe un poco para luego acercarme más a ella y jugar un poco acariciando su entrada con mi punta.

-No me tortures.-gruñó apretando mi cabeza sobre su pecho y levantando la cintura para acercarse más a mi.

-Ten paciencia bebé. - subi a besarla.

Su lengua entró de manera salvaje en mi boca buscando satisfacer su necesidad de alguna forma. Aprovechando la situación comencé a entrar en ella de forma lenta.
Ella se separó de mi gimiendo mientras cerraba los ojos, esta imagen siempre será mi favorita.

Mi nuevo objetivo fue su cuello y no dudé en atacarlo mientras con mi cadera empujaba de manera lenta y precisa dentro de ella.

-Mierda ____, más...

-¿Más qué cariño?

-Más todo, más fuerte, más rápido, más profundo. - dijo desesperada.

Con una sonrisa comencé a moverme de forma rítmica y a la vez profunda, ya sabiendo como llegar a su punto G.

-¡Oh joder!

Sus gemidos y gritos lo eran todo para mi, ellos me hacían volverme loca y que mi ritmo aumentara haciendome gemir con ella.
Sus piernas al rededor de mi cadera me apretaba a ella y me ayudaba a seguir el ritmo sin parar.

Nuestras respiraciones aceleradas y las estocadas fuertes, el sonido de la cama moviéndose y el choque de nuestros cuerpos por puro placer, la habitación estaba cargado de un ambiente erótico.

Comencé a notar como ella empezaba a apretar en su interior y también como mis musculos comenzaban a tensarse.

-Mierda un poco más. - dije.

Mis embestidas comenzaban a ser más duras hasta al fin correrme dentro de ella para al segundo sentir como ella impregnaba mi miembro con su dulzura.

-¡_____! - grito mi nombre clavando sus uñas en mi espalda mientras se corría.

Esperé un par de segundos y salí de ella para acostarme a su lado. Recuperando un poco el aire vi como ella se levantaba hasta sentarse sobre mi.

Con un movimiento de caderas sobre mi miembro fue suficiente como para volver a empalmarme.
Retrocedió un poco y se levantó, agarró y lo colocó en su entrada, comenzó a bajar lentamente haciendome soltar un suspiro.

Vi como mordía su labio duramente y comenzaba con un vaivén de cadera bastante sabroso.

-Dios mío Camila. - gemi agarrando su cadera para ayudarla.

-¿Todo bien cielo? - dijo burlona y puso sus manos sobre mi pecho para sostenerse mejor y comenzar a saltar.

-Mierda, como sabes lo que me encanta. - gemi alzando la cadera tratando de profundizar.

-Tu me encantas cariño. - gimió dejándome loca completamente.

La agarré fuerte de la cintura, doble mis piernas elevándola y comencé a penetrarla todo lo rápido que podía.

Ya no tenía control de sus gemidos, gritaba de placer mi nombre.

Me empezaba a quedar sin fuerzas y ella me bajo la cintura para seguir sola, aún sin perder el ritmo volvió a cabalgarme hasta llegar al climax.

-Joder sí. - me volví a correr dentro después de ella y se tiro sobre mí.

-Ha sido fantástico, aunque me hubiese gustado que me ataras.

-Me lo apunto para la próxima.

Salí de ella soltando un pequeño gemido de lo sensible que me encontraba, agarré las sábanas y nos tapé.

-Recuerdame mañana tomar la pastilla. - dijo adormilada.

-Mhm...

(...)

-Oye cariño. - la miré mientras bebía café.

-Dime.

-¿Por qué me da la sensación de que se me olvida algo?

-No lo sé... si no te acuerdas es porque no sería algo importante. - mordió su tostada.

-Si... tal vez tienes razón. - volví a beber del café restándole importacia.

Quien diría que nos encontrariamos mellizos por ese pequeño despiste.

No acabó atada pero ya es algo. Espero que lo hayan disfrutado pecadoras.

⭐y💬