One Shots (Camila Cabello y Tu)

#10

-Ni se te ocurra ____, ¿me estás escuchando?-frunció el ceño seria.

-Solo iré a darle una cosa a Dannys y me desapareceré de allí.-la miro tratando de tranquilizarla.

Hoy eran las finales de las carreras ilegales en el sur de la ciudad, yo solía competir hasta que conocí a Camila, prácticamente me obligó a dejarlo pues, la policia nos tienen fichados y a la mínima ibamos a la carcel.

-Hmm... confío en ti.-me mira fijamente y deja un beso en mis labios.-Luego nos vemos tengo que ir con las chicas.-asentí y vi como se iba.

.........

La noche era fresca, el aire que corría era algo fuerte pero eso no impediria la final.

-____, al fin has venido, ¿lo tienes?-susurró.

Asentí y le dí el dinero.-No se donde te estas metiendo Dannys pero por favor, se cuidadoso.-murmuré mirandolo fijamente.

-Tranquila, no pasará nada.-alza la cabeza.-Ahí está, ya vuelvo.

Vi como desaparecía entre la gente, estaba apoyada sobre mi coche mirando como las bandas venian y otra iba, pero notaba algo raro, había muchas miradas y demasaiada tension en el ambiente.

Escuché un sonido estruendoso que hizo agacharme y esconderme tras el coche.

-Pero qué...-miré a Dannys y estaba corriendo hacia aquí.

-¡Súbete al coche!

Me subí rápidamente al coopiloto y él una vez dentro aceleró.

-¿Qué está pasando Dan?-miré hacia atrás y vi como dos coches nos seguían.-¿Quienes son?-empecé a alterarme.

-____, tranquilizate, solo es la banda de Jhon, Chris los ha estafado y ahora quieren cobrar por ello.-dijo mirando la carretera y de vez en cuando el retrovisor.

-¿Y qué pintas tu en esto?-lo miro.

-He estado ayudando a Chris.

Escuchamos un tiro y agaché la cabeza, giré y vi como varios hombres de aquel coche salían de la ventanilla con pistolas en las manos apuntandonos.

-Mierda Dan, tienen armas, ¡qué cojones te ocurre para meterte en estas mierdas!-una de las balas pinchó la rueda haciendome gritar del susto.-Oh dios... vamos a morir...-lágrimas empezaban a salir y noté la vibración en mi pantalón.

-No vamos a morir no digas estúpideces.

Agarré el móvil temblando y vi en la pantalla el nombre de Camila.

-¿_____? Estoy viendo en la tele la que se está liando en el sur, ¿dónde estás? ¿qué ha pasado?-escuché nada más aceptar la llamada.

-No se que ha pasado, solo sé que es una guerra entre dos bandas que no me incumben para nada.

Otro tiro, otro pinchazo haciendo que nos desviemos un poco de la carretera y que yo grite.

-¡¿_____?! ¿qué carajos ha sido eso?-empecé a escuchar su voz alterada.

No sabía que decirle cuando miré a Dannys y escuché como otro tiro sonaba aún más fuerte y acabó impactando en su cabeza.

-¡DAN!-grité horrorizada.

La sangre me salpicó completamente, el coche se desvió una vez su cuerpo no respondía y al mirar al frente solo pude observar como el escaparate de una tienda estaba cada vez más cerca.

......

Escuchaba sirenas, mi cabeza daba mil vueltas, me costaba abrir los ojos, todo era molesto. Con esfuerzo pude abrirlos y frunciendo el ceño me fijé que me encontraba en el coche aún, cristales esparcidos por mi cuerpo, puede que alguno que otro enterrado, iba a mover mi pierna cuando un dolor terrible llegó.

Tenía un metal en mi muslo izquierdo, diría que incluso algo enterrado, miré a Dan y vi como su cuerpo sin vida estaba completamente apoyado sobre el volante.

No pude evitar llorar, dos señores se acercaron rápidos al coche.

-¡La copiloto sigue viva! ¡Necesitamos sacarla rápido!

Esto era un caos, no sabía que pensar, nada era claro.

Mi puerta fue arrancada por aquellos hombres.-Vale señorita, necesito de su ayuda, voy a apartar ese metal de usted, va a doler pero necesito que aguante, será solo un par de segundos.-yo asentí, me agarré al sillín y grité de dolor cuando aquel hombre desenterró el metal de mi.

...........................

-Estamos aquí reunidos para despedirnos de el joven Dannys...

Estabamos en el funeral de Dan, todo parecía surreal, al parecer todo era por contrabando de armas y mierdas que realmente no me interesa, yo como acompañante y sospechosa tuve que declarar frente a un juez el cual me dejó libre y sin cargos al ser demostrado que yo era inocente.

Mi pierna está bien, tengo que ir con muletas un par de meses y todo bien, nada del otro mundo.

Escuchaba las palabras del cura Juanjo de fondo, me costaba asimilar todo lo que había pasado.

Noté como el agarre de mi mano se hizo más fuerte y miré a Camila saliendo de mi trance.

-Cariño, preguntan si quieres decir algo.-dijo suave.

Miré al frente y vi como el cura me esperaba, suspiré y caminé con cuidado. Una vez frente a todos, observe a su familia con tristeza y aclaré mi voz.

-Dan... Mi hermano de otra madre, mi acompañante de vida, recuerdo cuando lo conocí en el colegio, no nos empezamos a llevar bien porque no le dejé mis lápices de colores.-reí levemente con algunas lágrimas en los ojos.-Él no era malo, solo quería buscarse la vida y no depender de nadie pero no sabía donde se metía...Pero no hay que recordar lo malo, hay que recordar lo bueno, como entró a nuestros corazones, nadie somos santos, no podemos juzgar su forma de irse, él tampoco la eligió.-me limpié las lágrimas con la manga.-Solo espero que cuides desde donde estes a tu familia como siempre me dijiste, que tu llama nunca se apague.-miré su ataúd y me acerqué.-Descansa en paz hermano.-acaricié la madera y volví a mi sitio.

......

-No me apetece cocinar, ¿cenamos pizza?

-Las pido yo.-agarré el teléfono.

Habían pasado 2 años desde que Dan de había ido de nuestras vidas, Camila y yo vivimos juntas, ella dijo que no quería despegarse de mi y quería aprovechar al máximo el momento, llevo un tiempo queriendo ser más y por ello voy a tratar de pedirle matrimonio, digo tratar porque ni se como hacerlo ni como saldrá.

A los 20 minutos las pizzas llegó y fui a recibirlas yo, las llevé a la cocina, saqué la caja y de esta el anillo.

-____, ¿qué haces que tardas tanto?

Mi novia aparecio por la puerta y abrí rápidamente la caja tirando el anillo dentro por el pánico.

-¿Qué? Estaba viendo si estaban calientes, pero sisi ya veo que si.

Ríe.-Idiota, venga que tengo hambre.-se acercó y me quitó la caja llevandosela.

Abrí los ojos y la seguí nerviosa.-Esa lleva piña, no te va a gustar, ¿no prefieres la otra?

Frunció el ceño.-Claro que me gusta, ¿quién dijo que no?-se sentó y la abrió cogiendo un trozo y llevándoselo a la boca.

Alarmada miré la pizza y no encontraba el anillo, vi como ella ponía cara de confusión y se llevaba una mano a su boca sacando de esta el anillo.

Sonreí nerviosa y ella lo inspeccionó con el ceño fruncido.

-¿Qué es esto ___?

-Esto...yo...-aclaré mi garganta.-Iba a preguntarte una cosa, no sabía como acerlo y...

Alzó una ceja.

Tragué y me arrodille frente a ella, le quito el anillo y se lo enseño.-¿Quieres casarte conmigo?

Alzó las cejas.-¿Es en serio?

-No, para nada, feliz día de los inocentes.

Rodó los ojos.-Imbecil.-se lanzó sobre mi besandome.-Claro que quiero.-sonrió y volvió a besarme.