Había visto a mi madre frenética y alterada en ocasiones diferentes, cada una de ellas las definí en un rango del uno al diez, como los doctores cuando te preguntan cuánto duele, solo que aquí es que nivel de locura experimenta, y definitivamente este es mil. Camina de extremo a extremo con las manos en su cabello, obviando que el hombre desconocido está presenciando la escena entre divertido, por la actitud de mamá, y calmado. No comprendo cómo lo hace, cuando hasta yo estoy alterada con la situación.
—¿Cómo es que... cómo es que esto es posible? ¡Es imposible! ¿cierto? — exclama mi madre, hacia el hombre mientras él toma lugar en unos de los sillones de la sala de estar.
Los chicos están escondidos en la cocina, a excepción de Allen que llevo a Harry al jardín para distraerlo, pero mi tía Lexie está aquí como una opinión legal de la situación.
—Pues resulta que es posible — habla el desconocido.
—Pero solo es una teoría estúpida, no hay pruebas.
Argumenta mi madre.
—Es una teoría sí, pero con grandes posibilidades. — habla él —Yo recuerdo esa noche, muy bien...
Hago una mueca de asco. No quiero escuchar eso.
—Por favor, ahórrate los detalles — interrumpo.
Él saca una sonrisita con un deje de diversión.
—E hice cálculos, así que hay una gran posibilidad de que Harry sea mi hijo.
Margarte se echa sobre el sillón a mi lado con su rostro contraído en una mueca de confusión absoluta.
—¿Cómo es que... como es que llegaste... — tartamudea.
El hombre frunce su ceño, jocoso.
—En avión, luego en un taxi. Si quieres te hago un dibujo para explicarte mejor.
Saca una risita.
—¡No juegues con esto! — exclama mi madre, exasperada.
Él toma una actitud más seria ante la situación.
—Lo siento. Estoy nervioso.
Margaret por primera vez, en todo este rato, saca una pequeña sonrisa.
—Tú y tus chistes cuando estás nervioso. — inhala y exhala hondo —Algunas cosas no cambian, Leonard.
Él sonríe. Y mi cabeza explota.
—¡Él... él es Leonard! ¡Leonard el amor de tu vida!
Exclamo con mi cabeza a punto de explotar de la información lanzada.
—¡Vanessa! — riñe mi madre, pegándome una pequeña palmada en el hombro.
Puedo escuchar la risa del desconocido, que ahora reconozco como Leonard, el mismo de aquella fotografía, el mismo del que estaba enamorada mi madre hace años, su mejor amigo que en su última noche en Nueva York se embriagaron y posiblemente de esa noche surgió Harry.
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El Destino de Estar Juntos [LIBRO 1 y 2] [Completa ✔️]
Novela JuvenilVanessa siempre supo que Allen era imposible, a pesar de los sentimientos que se acumulaban cada que vez que él estaba cerca de ella, cada vez que intercambiaban una simple silaba, ella suspiraba internamente y el aleteo de las mariposas en su estóm...