El Destino de Estar Juntos [LIBRO 1 y 2] [Completa ✔️]

Capítulo 10: Falsas Promesas

Gorgeous - Taylor Swift

15 de julio, 2022

Vanessa Lancaster Smith

Corro de un lado a otro por todo el hospital con miles de libros y tarjetas para memorizar en mis manos y con el tiempo acabándose, mientras trato de alimentar mi cuerpo con una manzana. No soy la única en este estado de frenesí de un lado a otro corriendo como si cada microsegundo de vida fuera el último, los demás internos comparten la misma actitud, incluso peor porque no han estudiado nada desde hace meses para el examen que cada interno realiza para asegurarse que pasará al siguiente nivel de la carrera médica: la residencia. Es más, una montaña gigantesca difícil de escalar, pero con la ayuda de Emily he estudiado desde hace semanas atrás para este examen. Suceso que no extingue que me transforme en un manojo de nervios.

El examen es en dos días, así que el estrés de los pacientes junto a las rondas y para rematar los estudios de miles de conceptos, procedimientos y diagnósticos nos están haciendo picadillo. Ah, y también debo de elegir una especialidad de tantas de las que hay en medicina en las que he practicado y adquirido conocimiento durante el último año en el internado.

Juro que es en estos momentos en que me maldigo por haber elegido esta carrera para mi vida, siento que el cerebro me explotará.

En fin, mi día empezó como todos realizando rondas con compañeros y la residente en jefe. Este día iniciamos en el área de pediatría donde nos encontramos con Abby, la cual pende de un hilo cada día, razón por la que el doctor Hunztberger nos ha hecho hacer llamadas al consejo esperando conseguir un corazón, pero el tiempo es oro en estos momentos, es decir, de gran valor y escaso. He tratado de investigar métodos alternativos, pero es imposible. Lo que ella necesita es un nuevo aparato de vida.

Más tarde nos dirigimos hacia urgencias, área que se mantiene como una total jungla que te come vivo con solo quedarte dormido un segundo. Corro un poco más de un ala hacia otra del edificio médico hasta que finalmente llega el preciado almuerzo, para este momento mis tripas gruñen y podría comer un plato de cualquier comida, no importa que sepa mal. En resumen, no importa que tan mala sea la comida de este día en la cafetería igual la comeré.

Mi pensamiento se desmorona cuando observo que lo único que hay este día son espaguetis, los mismos que me mantuvieron vomitando una semana la última vez que los comí y que no puedo ver sin sentir que un nudo se establece en mi garganta para ser expulsado.

—¿Cómo puedes comer eso? — pregunto, asqueada.

Anne introduce un bocado del espagueti a su boca y me trago una arcada.

—Se me ha pasado desayunar y anoche no cene porque estaba estudiando.

Abro mis ojos espantada.

—Anne, no deberías dejar de comer por estudiar — regaño.