Half A Man - Dean Lewis
El agua a mi alrededor seguía tan tranquila, moviéndose apenas por el suplido del viento, mientras Allen acaricia mi cabello mojado con una de sus manos, la otra descansa en mi cadera y mi frente pegada a su hombro tratando de recuperar el aliento y de que mi mente y cuerpo regrese a este plano. El ojiazul susurra unas palabras que mis oídos apenas logran captar, por lo que alzo la mirada hacia la suya; en su semblante esa típica sonrisa arrolladora.
—Tengo hambre ¿podemos pedir algo? Dudo que Anne y Oliver lleguen temprano— digo, ignorando lo que sea que haya dicho.
Su sonrisa se ensancha, pero esta vez con una pizca de ternura.
—Lo que tu quieras.
Planta un beso en mi coronilla.
Salimos de la piscina dejando nuestras pisadas marcadas en el suelo. Me acomodo el vestido al escuchar los pasos y voces de Emily en el pasillo, logrando sacarle una risita a Allen. La rubia platinada aparece con ropa seca al mismo tiempo que rueda sus ojos por lo que sea que haya dicho Mason que viene tras su espalda.
—Oh, todavía están aquí, creí que estaban arriba. Parece que los agarro un tornado.
Automáticamente mis músculos se tensan y bajo el vestido unos centímetros más.
—Hay mucho viento afuera ¿Verdad, Allen?
Miento. Me acerco a la encimera en forma de pentágono para tomar lugar en un taburete y le lanzó una mirada al ojiazul para que me siga la corriente, pero el solo ríe.
—...eh, sí, sí, sí, mucho viento.
Emily no nos pone mucha atención, pero Mason entrecierra sus ojos.
—Bueno, estábamos pensando en pedir comida.
—¡Escuche comida! — el grito de Lucas se escuchó hasta Manhattan.
Por momento me olvide de Lucas ¿Nos habrá visto? Un segundo de alarma me invade, pero me convenzo de que es imposible que haya pasado ¿cierto?...
—Sí, pediremos comida.
Emily toma el móvil.
—Yo quiero sushi.
Mis ideas paranoicas acerca de que Lucas nos haya pillado se desvanecen por un momento en mi cabeza al escuchar que pedirán sushi. Arrugo mi rostro, cualquier comida que contenga marisco me es desagradable.
—No, no, Vanessa no come eso, pidamos otra cosa — habla Allen.
Sonrío agradecida, aunque me distrae la risita que intenta contener el castaño mientras nos tira miraditas a mí y Allen. El ojiazul no se da cuenta por estar enfrascado en la misión de decidir que comer.
—.... Vale, vale, nada de mariscos — habla rindiéndose Mason.
—¿Algo italiano? — inquiere Emily, dejando caer sus codos sobre la encimera.
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El Destino de Estar Juntos [LIBRO 1 y 2] [Completa ✔️]
Teen FictionVanessa siempre supo que Allen era imposible, a pesar de los sentimientos que se acumulaban cada que vez que él estaba cerca de ella, cada vez que intercambiaban una simple silaba, ella suspiraba internamente y el aleteo de las mariposas en su estóm...