El Destino de Estar Juntos [LIBRO 1 y 2] [Completa ✔️]

Capítulo 21: Vacío

In My Blood - Shawn Mendes

26 de febrero, 2023

Un mes después

Un turno de cuarenta y dos horas nunca me pareció más terrible y extenso como esté, por distintas razones. La primera; los pacientes este día parecían maldecidos por la mismísima muerte, cada vez que uno entraba a urgencias moría al instante. No me gusta perder a mis pacientes ¿A quién sí? Me hace sentir inútil y que he fallado en mi trabajo. Segundo; hoy... ha sido un día particular, me he sentido exhausta, no solo por las horas de pie en el quirófano y las largas horas sin dormir, sino por otra razón extra. Este día he sentido una pesadez extra en el cuerpo y el pecho, una tristeza que me cuelga por los hombros como una capa hecha de metal y se arrastra por el suelo que piso, misma que me ha hecho llorar por el más mínimo detonante de sentimiento a mi alrededor; lloré porque Caroline (una residente compañera), nos contaba como el perro de su novio murió ayer, lloré incluso más que ella y su novio juntos. No lo entiendo, es como que cada destello de luz y emoción me cargara de un sentimiento de dolor inexplicable.

—Tal vez solo estás cansada — habla Emily.

Asiento con mi cabeza, no muy convencida.

—Tal vez solo sea eso.

—¡Dios! ¿Ya nos podemos ir? — nos apura Anne —. Siento que llevó sin dormir desde el siglo pasado. Ni siquiera sé qué fecha es hoy. Por cierto, ¿qué fecha es?

Encojo mis hombros, tomando mi móvil. La pantalla bloqueada se ilumina con la hora: 8:20 a. m. Y la fecha: domingo, 26 febrero.

De pronto, sé porque el sentimiento de muerte me ha arrastrado durante todo el día. Ayer se cumplieron siete años de la muerte de Hayley. Exhalo todo el aire de mis pulmones, sintiendo el peso en mi pecho agravándose, pero teniendo sentido.

—¿Qué pasa, linda?

La rubia se aparta de su casillero y se sienta a mi lado en la banca de los vestidores. Agradezco que solo estemos nosotras tres.

—Nada... es solo... eh, ayer fue el séptimo aniversario de la muerte de Hayley.

Anne también se sienta a mi lado sobre el objeto de madera.

—Oh, cariño, por eso estuviste así todo el día.

—Pero, ni siquiera sabía que fue la fecha ayer.

—Se llama aniversario de trauma — la rubia pasa un brazo por mis hombros, mientras Anne sostiene mi mano —. Tu tal vez lo puedes olvidar, pero tu cuerpo recuerda los sentimientos que pasaste durante esos días dolorosos.

Dejo caer mi cabeza sobre el hombro de Anne.

Siete años desde su muerte, me parecen tantos y al mismo tiempo tan pocos. Todavía recuerdo su cabello entre castaño y rubio, su sonrisa ladina, el color de sus ojos se ha esfumado, sé que eran verdes, pero ya no recuerdo su tonalidad exacta. A veces, cuando cierro los ojos y me concentro todavía puedo verla en mis recuerdos, pero sus facciones detalladas se ven borrosas, como si fuera una fotografía con un teléfono nokia de los años dos mil. Eso me entristece. Irla olvidando, duele. Pero también recuerdo todos los momentos juntas, las locuras y aventuras a las que me arrastro; el tatuaje, bromas pesadas a los chicos, derruir un auto, acabar en prisión (estos dos últimas por favor no imitarlas), ir a un concierto, nuestra tradición todos los finales del verano... y el dolor ya no pica tanto. Está allí, pero sobreviviré. Respiro hondo, dejando que cada partícula de dióxido de carbono salga de mis pulmones y entre oxígeno.