10 de mayo, 2015
Allen Brown
Termino de estacionar el auto, guardo la llave en el bolsillo del pantalón, y antes de salir del coche saco el ramo de lirios y el libro con destellos dorados que tome "prestado" a su dueña sin su permiso. Me extraña que todavía no haya escuchado ninguna de sus quejas entrando en crisis por perder uno de sus preciados libros.
Se me escapa una sonrisilla idiota de solo recordarla.
Cruzo la entrada de la estructura rústica y de apariencia acogedora, que me recuerda a mi hogar, pero de aquellos tiempos dorados en los que nana Rose nos cuidaba a mí y Hayley, en los que sí parecía un hogar.
Saludo al portero con un simple asentimiento de cabeza, pero al llegar a la recepción Patty, la señora de mejillas regordetas y labial rojo en los dientes, me obligo a sacar una sonrisa amable.
—Tan puntual como todos domingos.
Sonríe. Y tan torpe como siempre el labial rojo sigue en sus dientes. Niego con mi cabeza, tomando tres dulces de menta del jarrón. Dejo el ramo de flores sobre el escritorio de la recepción, Patty detrás de el me observa extasiada.
—Y tú tan hermosa como de costumbre — saco una sonrisa ladina.
Ríe, haciendo un ademan con su mano.
—Ya te dije que alagarme no impedirá que te patee el trasero en el póker.
Bufo, fingiendo molestia.
La mujer mayor y de adorable vestimenta, saca el libro de visitas gigantesco de pasta azul marino que he firmado más veces de las que podría contar.
—Hacer trampa no es ganar, Patty.
—¡Yo no hago trampa! — ella me cede la pluma para firmar —Solo me gusta llevar una pequeña ventaja.
Niego con mi cabeza, riendo.
—¿Cómo está hoy? — inquiero.
—Ya sabes, como siempre. Lidiando con el poco sueldo, sabes que lo rebajaron más por los impuestos, y ahora de donde alimentare a bigotitos... — se corta así misma — ¿Te referías a tu abuela?
Rio, asintiendo con mi cabeza.
—Hoy estuvo más decaída, un poco exhausta por la falsa alarma de ayer.
Algo que agradecía de mis padres era que, aunque eran unos malditos frívolos, se encargaron de que mi abuela residiera en uno de los mejores asilos de Miami, con la atención adecuada y minuciosa que ella necesita en estos momentos. El día de ayer tuvo un preinfarto, nos dio un gran susto. El doctor la atendió de inmediato, logrando un tratamiento rápido y eficaz. Pero esto no calma mi preocupación, ya ha tenido dos este mes.
—... pero luego llego a visitarla esta chica... ¿Cómo se llama? ¿Verónica? ¿Valentina? No, era...
Seguramente es Hayley y olvido su nombre, no me sorprendería. Patty es tan olvidadiza como torpe, aunque no entiendo porque mi hermana no me avisaría para venir juntos. Ese asunto queda en segundo plano cuando al firmar el libro de visitas, llama mi atención un nombre bastante conocido en la lista.
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El Destino de Estar Juntos [LIBRO 1 y 2] [Completa ✔️]
Teen FictionVanessa siempre supo que Allen era imposible, a pesar de los sentimientos que se acumulaban cada que vez que él estaba cerca de ella, cada vez que intercambiaban una simple silaba, ella suspiraba internamente y el aleteo de las mariposas en su estóm...