𝐠𝐮𝐲𝐬 𝐦𝐲 𝐚𝐠𝐞 ❛ don't know how to treat me ❜
en donde a freya ya no le interesa
salir con idiotas de su edad y en el
instante en el que llega a forks, su
mirada está puesta en carlisle, el
sexy doctor que trabaja con su padre
y además, es...
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El día después de lo sucedido y contrario a lo que Freya habría esperado, el ambiente no se sentía pesado ni mucho menos incómodo. Lo que sí era muy evidente, era lo fácil que era para Carlisle estuviera él presente o no, lograr que a la pelinegra se le encendiera el rostro color tomate ante la mínima caricia. Era muy expresiva ante lo que sentía y todos eran conscientes.
Incluso Annabeth notaba lo que sucedía, mientras agitaba la mano frente a su amiga. Freya parecía estar perdida en otra zona de la vía láctea que definitivamente no era la mesa de la cafetería en la que se encontraban sentados. Phoebe y Evan compartieron una mirada, para luego reírse en voz alta. Si Freya no parecía una loca enamorada antes de las vacaciones, en ese momento definitivamente estaba besando de forma figurada el suelo por donde pasaba Carlisle.
Francis arrojó un trozo de lechuga que impactó en uno de los ojos azules de Freya. Finalmente, aquello fue lo que la devolvió a tierra firme, confundida, observando a su amigo y reclamandole sin palabras por su agresión.
─Freya, estás en las nubes. ¿Te... ya sabes...? ─habló Kellan, haciendo una pausa para frotar su nariz indicando el posible uso de sustancias no legales.
Freya rió, negando con la cabeza.
─¿Qué dices? Cada ladrón cree que los demás son de su condición ─se burló, señalandolo con su dedo.
─¿Entonces? ¿Qué te pasó que estás en todos lados menos aquí con nosotros? ─preguntó Anne, curiosa como siempre.
─Seguramente tuvo ella su propia luna de miel con C ─insinuó Evan como quien no quiere la cosa, totalmente bromeando al respecto. Se dió cuenta segundos después, cuando Freya se rió, que quizás no estaba tan alejado de la realidad─. ¡Freya! No jodas.
─¿Enserio? ─le preguntó Anne con los ojos abiertos como platos.
─Cuéntanos. ¿Cómo fue? ¿La tiene gr...? ─preguntó ésta vez Phoebe, ganándose un golpe en el brazo de parte de Francis a medio camino de su frase. Se quejó, sobando la zona afectada─. ¿Qué? Es curiosidad sana.
─Deja de ser una pervertida y querer saber el tamaño de la cosa del novio de Freya ─la reprochó Francis. La rubia rodó los ojos, ganándose una nueva carcajada de parte de la pelinegra.
