07. ━━━ ancianito

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Freya tocó la puerta un par de veces, esperando la aprobación de las personas en el interior para entrar

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Freya tocó la puerta un par de veces, esperando la aprobación de las personas en el interior para entrar. Cuando lo hizo, simplemente asomó la parte superior de su cuerpo primero, y luego entró completamente. Le sonrió a Bella, deteniendo su mirada en la herida que Carlisle se encargaba de suturar.

No buena idea, porque inmediatamente su vista se nubló por la sangre. Desvió la mirada al rostro de la chica y la mantuvo ahí fijamente.

─¿Cómo están? ¿Todo bien? ─preguntó. Bella asintió y Carlisle se giró hacia ella y le sonrió.

─No creo que deje una cicatriz y no fue una herida profunda. No hay de qué preocuparse ─la tranquilizó. Freya asintió.

─Bien, me alegro. Iré con papá y con Jasper a ver cómo están ─dudó─. ¿Seguros que no necesitan nada?

Ambos sonrieron y negaron. Segundos después, Freya abandonó la habitación.

─Es muy amable y muy bonita ─murmuró Bella, aferrando su mano a la camisa del hombre cuando la aguja perforó su piel y dolió más de lo que había dolido antes. Carlisle, orgulloso, asintió.

─Lo es. Es muy preciosa en todos los sentidos. Debe estar bastante preocupada.

Bella no pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios. Por la calidez que iluminó el rostro del doctor, ella podía decir lo mucho que estimaba a Freya y lo mucho que la quería.

─¿Estará bien que vaya con Jasper y el señor Bradfort? ─preguntó incómodamente, sin querer ser tan directa.

─No debes preocuparte. La sangre de Freya es todo lo contrario a la tuya ─murmuró el hombre─. Al menos para Jasper y Stephen, es fácil estar a su alrededor sin perder el control. Su sangre no es especialmente atractiva para ellos.

Bella rió por lo bajo, terminando por bufar.

─Desearía que fuera así de sencillo para mi ─rió. Carlisle sonrió, pero no dijo nada─. ¿Van a... Van a transformarla?

El hombre dudó.

Sería más sencillo si tanto Bella como Freya fuesen vampiros o la sangre de la primera no fuese tan atrayente, sin embargo, habían muchas más cosas que tomar en consideración. No era simplemente transformarlas y ya.

Era quitarles lo que conocían como vida. Y Carlisle no se sentía tan seguro sobre aquello.




( ... )





La pelinegra se dejó caer sobre la cama que compartía con Carlisle y envolvió sus brazos en torno al hombre, dejando a su mejilla descansar contra el pecho del otro. Bella y Edward se habían ido porque ella tenía que estar en casa temprano, y el resto se habían dividido en una incómoda situación. Rosalie estaba enojada, porque de alguna forma había visto aquello venir, sin embargo, no había demasiado que se pudiera hacer si Edward se negaba a transformarla en vampiro.

─¿Es realmente tan difícil el transformarla para Edward? ─preguntó, incorporándose y colocando sus codos sobre la cama para observar a Carlisle─. Digo, si realmente es su alma gemela, va a ser difícil para Edward verla envejecer y morir. Además, se ve que es una gran inseguridad para ella.

─Edward tiene creencias diferentes, cielo. Para él y para mi, transformar a alguien es como despojarlo de su alma ─murmuró, acariciando la piel desnuda de los hombros de la joven─. Él no quiere condenar a Bella a una vida eterna, porque la obligaría a ver a sus padres y a sus amigos morir. Es realmente triste.

─Pero... ella lo decidió. Ella quiere quedarse toda la eternidad con él ─murmuró, arrugado los labios─. Bella puede ser bastante torpe y tener mucha mala suerte, pero no es una niña. Sabe lo que quiere.

─No puedes estar preparado para afrontar algo como ésto. No es tan fácil. Edward tiene sus motivos y como parte de su familia debemos respetarlo, ¿No crees? ─después de un pequeño suspiro, Freya asintió.

─¿Estarías dispuesto a verme morir solo para salvar mi alma? ─preguntó la pelinegra, tomando la mano que la acariciaba entre las propias.

El asentimiento de Carlisle fue suficiente para que su corazón doliera. Lo entendía, de cierta forma, pero eso no quitaba que le hiciera sentir como que... no era suficiente. Como si sus propios sentimientos no fuesen válidos.

─Estaría dispuesto a cualquier cosa por ti mientras me lo pidas, pero ésto es algo que tenemos que pensar muy bien. Yo ya he vivido mucho... demasiado, pero tú no y no quiero arrebatarte la experiencia de vivir la vida como una humana cálida y con un corazón que late ─Freya quería volver a hablar, pero Carlisle colocó un dedo sobre su boca. Con una sonrisita juguetona, la muchacha mordió el dedo y dejó que el rubio continuara con su pequeño monólogo─. No significa que no quiera pasar mi eternidad contigo, Frey, es lo que más deseo, pero no me gustaría que renunciaras a tu vida humana tan joven.

La pelinegra asintió, entendiendo. Saber las razones aliviaba un poco su corazón.

─Creo que mi caso es diferente, ¿Sabes? Aparte de ustedes escasamente tengo a alguien ─sonrió, aunque lo que decía era mas triste que algo para sonreír o alegrarse─. Elena no me ha llamado una sola vez desde que llegué aquí, y cuando he intentado contactarla, incluso si es solo para saber sobre su vida, o no me contesta o corta la llamada. Pero he visto sus redes sociales. Está disfrutando de su vida como si estuviese alegre de haberse librado de mi y de mi padre. No tengo mucho que extrañar, a diferencia de Bella, porque mi padre también es un vampiro.

Carlisle escuchó con atención, lamentando que su chica tuviese que pasar por tanta negligencia de parte de su madre durante gran parte de su vida.

─Entonces... Creo que no perdería demasiado si me vuelvo un vampiro. Y ya sé sobre tu creencia sobre las almas, pero no pienso igual ─Carlisle asintió. Ambos tenían creencias diferentes en cuanto a la religión, pero se respetaban mutuamente.

─Sería extremadamente feliz de pasar mi eternidad contigo, pero ya hablamos de ésto, ¿No? Esperaríamos unos cuantos años, para que no sea extraño para ti ser tan joven de apariencia y estar saliendo con un hombre que parece una década mayor pero que tiene más de tres centenas.

Freya suspiró, sonriendo.

─Estoy saliendo con un ancianito ─se burló. Carlisle rió.

─Oh, vamos. Me conservo bien para mi edad, ¿No crees? ─le siguió el juego.

─Bueeeeno, ¿Viste las nuevas fotos de Robert Downey Jr? ─la risa de Carlisle se intensificó, causando la de Freya cuando el hombre la encerró entre sus brazos y les dió vuelta. Ahora, el vampiro descansaba sobre ella.

─Frey, no juegues conmigo.

La pelinegra rió por última vez.

─Está bien, está bien. Eres el ancianito más sexy que conozco.







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𝗴𝘂𝘆𝘀 𝗺𝘆 𝗮𝗴𝗲,     𝖼 . 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora