03. ━━━ karaoke

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( karaoke )

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( karaoke )

─¡FELIZ NAVIDAD DESEAMOS, FELIZ NAVIDAD DESEAMOS! ─las estruendosas voces de Phoebe, Kellan y Francis cantaban al unísono dentro de la pequeña sala de karaoke, abrazados frente a la pantalla en la que se reproducía la letra de una canción que no tenía absolutamente nada que ver con lo que estaban cantando. Sobre todo porque estaban en pleno agosto.

No es que fuera necesario aclararlo, pero estaban borrachos hasta la médula. Freya estaba segura de que Kellan y Phoebe ni siquiera estaban en la edad suficiente como para beber alcohol de forma legal, pero aún así la rubia agitaba la botella de tequila que iba más abajo de la mitad como si fuera un trofeo de guerra. Evan también los acompañaba, pero el algo más recatado muchacho se encontraba a un costado bastante confundido.

─¿No bebes? Tenía entendido que eras mayor de edad ─preguntó la muchacha, abriendo una cerveza con el abrelatas que estaba en la mesa y extendiendola hacia el de ojos celestes.

─Soy abstemio ─murmuró, agitando la cabeza y levantando su mano para negarse.

─¿Oh? Pensé que Phoebe había dicho que eras un caos cuando bebías ─murmuró Freya, pensativa. ¿Quizás se habría confundido? Completamente inconsciente, tomó un sorbo de la cerveza como si no fuera más que agua.

Ella tampoco tenía la edad suficiente, pero tenía el permiso de su padre y estaban técnicamente siendo supervisados por el dueño del local; el padre de Francis, a.k.a, el cumpleañero de la noche.

Avergonzado, Evan rascó detrás de su oreja.

─He hecho cosas de las que me arrepiento estando borracho, así que llevo sin beber alrededor de un año ya ─resumió el muchacho, extiendendo su mano para agarrar la lata de coca cola que bebía como sustituto para el alcohol.

─Ay, bueno. Espero que no haya pruebas de lo que hiciste.

Ambos estallaron en risas después de las palabras de Freya, que podría ser interpretado como algo mucho más peligroso y oscuro de lo que realmente era, sin embargo, la sonrisa de la muchacha murió cuando levantó la vista y vio la hora en el reloj de pared sobre la puerta.

𝗴𝘂𝘆𝘀 𝗺𝘆 𝗮𝗴𝗲,     𝖼 . 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora