𝐠𝐮𝐲𝐬 𝐦𝐲 𝐚𝐠𝐞 ❛ don't know how to treat me ❜
en donde a freya ya no le interesa
salir con idiotas de su edad y en el
instante en el que llega a forks, su
mirada está puesta en carlisle, el
sexy doctor que trabaja con su padre
y además, es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La pelinegra dió un par de pasos hacia atrás involuntariamente, como si sus pies tuvieran vida propia. Ese era su maestro de gimnasia, pero se veía diferente. Tenía los ojos rojos y la piel tan pálida que daba miedo. Era incluso más pálido que Carlisle, pero eso no era lo que la incomodaba y asustaba.
Era la mirada que llevaba en su rostro y que iba dirigida a ella.
Ni siquiera prestó atención al intercambio de palabras entre ambos aquelarres, porque había preferido enfocar su mirada en el piso y un montón de cosas cruzaban por su mente en ese momento. ¿Había estado en peligro todo éste tiempo sin saberlo? ¿Cómo es que él había ocultado sus rasgos sobrenaturales tan bien, al punto de que ella no había notado nunca que no era quien decía ser?
─Varios de nosotros ya se iban, así que pueden tomar sus lugares. Nosotros batearemos primero ─murmuró Carlisle, sonriendo como si no estuviera pasando nada fuera de lo normal. Arrojó la pelota hacia Laurent, pero fue Victoria quien la agarró.
─Yo soy la que tiene la curva mortal ─sonrió la pelirroja.
Si hubiera sido en otra situación, Freya probablemente se habría detenido a cuestionarse su sexualidad en ese momento, pero no tenía ni tiempo ni ánimos para hacerlo.
Sintió como Esme y Alice tomaban sus brazos y tiraban de ella hacia atrás sutilmente para que nadie se diera cuenta. La pelinegra estaba aterrada, la mirada de ese vampiro que se suponía que era su profesor, había hecho estragos en su estabilidad emocional.
─Creo que podemos manejar eso ─Freya escuchó a Jasper responder, pero no le prestó mayor atención a los sonidos emocionados que le siguieron.
Carlisle la besó en la frente y la instó a irse con Esme y Alice. Ella sabía que Carlisle se había dado cuenta de la forma en la que Hernest la miraba y quería asegurarse de que estuviera fuera de peligro sacándola de ahí.
Freya estaba a punto de dirigirse al automóvil en el que había llegado con Carlisle en primer lugar, cuando la voz de James la congeló en su sitio. Mierda.
