Capítulo 5

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Kiara

Pobre chica, creo que escuche a Miguel decir que se llamaba Vanesa, llevaba como media hora llorando en el pecho de este mientras que le pedía disculpas por no haberle creído antes, diciendo que era una tonta que estaba enamorada sin darse cuenta que era un idiota.

Se debe sentir horrible, la verdad es que yo nunca logré enamorarme de nadie, a lo mejor de Oliver Wood de Harry Potter cuando la veía con mi mamá estando pequeña, pero creo que eso no cuenta.

No sabía lo que pensaba Miguel, pero tenía una cara bastante seria para ser él, y además ¿Quién era ese chico?, Matt creo que se llamaba, el punto es que debíamos hacer algo al respecto, no podíamos dejarlo así.

Absorta en mis pensamientos me distraigo cuando me doy cuenta que la chica se alejo de Miguel y se limpio las lágrimas con el dorso de la mano y dijo:

–Se que es un atrevimiento lo que te voy a decir, pero ¿puedo quedarme contigo por hoy?, se que suena loco y muy atrevido, pero no quiero estar sola en casa  - dijo con dificultad ya que hipaba mucho.

Miguel la miro con ternura y asintió antes de prender el auto e irnos directo a su casa.

El viaje fue bastante largo y silencioso por parte de los dos de adelante, creo que todos estábamos absortos en nuestros propios pensamientos, por mi parte lo único que pensaba era que tenía una lista de cosas que hacer.

1- Investigar sobre la vida de Miguel.
2- Ayudar a su amiga.
3- Saber que ocurrió con nana y con el padre de Miguel.
4- Intentar ayudarlo.

Lo más probable es que en un futuro tenga que agregarle más cosas, pero eso lo veremos después.

De tanto pensar no me di cuenta de que ya estábamos afuera de la casa y ya se habían bajado los dos individuos.

¿De verdad tuvo el descaro de olvidarse de mi?, que poco amable.

Traspaso el auto mientras me dirijo hacia la casa con las gotas de lluvia mojando todo - excepto a mi, desgraciadamente, de pequeña me encantaba mojarme con la lluvia y mi madre siempre me regañaba por eso - al estar en la sala veo a Vanesa sentada en un mini sillón con la chaqueta de Miguel mientras que este buscaba algo en el lavandero, salió de él con una camisa, con un pantalón para hacer ejercicio y una sábana gigante.

–Ten - le dice a la chica - puedes ir a cambiarte en el baño que está por el pasillo mientras te hago un chocolate caliente y las trufas como te gustan.

Vanesa asintió sin decir ni una sola palabra y se dirigió al baño para cambiarse.

–Pobre, debe de estar muy triste y decepcionada - dije mientras miraba por donde se había ido.

–Como no lo va a estar si su novio le puso el cuerno - dijo Miguel con un tono bastante serio y grosero.

Voltee a mirarlo algo confundida mientras que este solo me dio la espalda y se dirigió a la cocina para preparar el chocolate caliente y las trufas.

Me senté en uno de los muebles mientras miraba el techo, pasaron un par de minutos hasta que Vanesa salió del baño vestida con la ropa que le había dado Miguel, pero tenía una pequeña coleta amarrada en la pretina del pantalón para que no se le cayera, se veía bastante adorable e indefensa a pesar de que lo más probable es que tuviéramos la misma edad.

–Gracias por la ropa - dijo está algo avergonzaba- ¿seguro que a tus padres no les molesta que me quede?, no quiero estorbar.

–Sabes que mamá te ama y Tyler casi nunca está en la casa - dijo Miguel acercándose a ella para agarrar la ropa mojada - solo te digo que no te acerques tanto a Liam, sabes como se pone.

Viva pero muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora