Capítulo 4

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Miguel

¿Me sentía mal? Si, me sentía horrible. No solo por el simple hecho de que mi madre no pudiera ser feliz sino que también le había dicho a Kiara que se fuera sin ella tener la culpa.

¿Y si se fue?

Nunca podría encontrarla de nuevo, era extraño, pero no me sentía solo cuando ella estaba conmigo, me sentía bien, ni siquiera me sentía de esa forma con Vanesa, con ella podía llegar a divertirme y pasarla bien, pero con Kiara era distinto.

Tenía que encontrarla y disculparme antes de que sea tarde.

Me levanto de la cama para salir de mi habitación, bajo las escaleras y veo a mi mamá recogiendo ¿vidrios? en la cocina, tenía los ojos y la nariz roja.

–¿Mama qué pasó? - dije empezando a molestarme.

–Hijo me asustaste - dijo llevándose la mano al cabello- no paso nada, tranquilo.

–A mi no me engañas, no soy idiota, ¿Qué pasó? - Volví a preguntar angustiado.

Pasaron varios segundos antes de que ella respondiera.

–Estaba hablando con Tyler y se moles....

–¿Estaban hablando o discutiendo? - dije cortando su oración.

–Estábamos discutiendo y golpeó la cerveza que tenía en la mano contra la isla de la cocina - dijo sollozando.

–¿Te hizo daño? - dije tomándole el rostro entre mis manos para ver si tenía algún golpe.

–No hijo tranquilo - dijo tomando mis manos y quitándolas de su rostro.

–Mamá tienes que hacer algo....

–No voy a tocar este tema contigo - dijo con expresión seria y yéndose a buscar las llaves del auto y saliendo de la casa.

Y otra vez estaba solo.

Suspiro antes de empezar a recorrer la casa con la esperanza de que Kiara no se haya ido.

Pasada media hora, ya había revisado la casa de pies a cabeza gritando su nombre para ver si me respondía, solo me faltaba el jardín, así que salí y di un largo suspiro al notar que Kiara estaba en el mini balcón de la casa del árbol, ella no se dio cuenta de mi presencia así que subí las escaleras hasta llegar arriba.

–Hola espectro...Pensé que te habías ido, lamento lo que dije yo no quería.... - fui interrumpido.

–Hey tranquilo - dijo mirando el jardín - no tienes porque disculparte, te sentías mal y querías estar solo, es entendible.

–Si, pero no era tu culpa, no debí echarte de esa forma...

–Tranquilo, enserio, está bien - dijo sin apartar la vista de las flores del jardín.

–¿Y que hiciste mientras estaba en la habitación?

–Nada interesante - dijo algo pensativa.

La observé por unos segundos antes de atar cabos y darme cuenta que lo más probable es que ella haya visto lo que paso en la cocina con mamá, pero no podía preguntárselo directamente, ya que haría muchas preguntas y eso era lo que menos quería.

Estuvimos ahí varias horas está que ya estaba cayendo el sol, le pregunté si quería entrar a la casa a lo cual ella asintió y nos fuimos a mi habitación.

Estando allí me tiré a la cama a revisar mi celular y tenia 13 llamadas perdidas y 5 mensajes, todos de Vanesa.

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Vanee 🌙

Viva pero muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora