Viva pero muerta

Capítulo 27

Lo tenía al frente, y estaba más nerviosa de lo normal.

Nuestra diferencia de estatura era notoria, porque él era mucho más alto que yo.

–Espectro... -susurro y eso hizo estragos en mi cuerpo mientras él sonreía.

Nos miramos unos minutos antes de que él me abrazara, literalmente, me abrazo, y pude sentirlo. Fue tan extraño, llevaba años sin que me abrazaran, y que él lo hiciera era emocionante.

No sabía que hacer, siempre fui de darle abrazos a las personas, pero en este preciso momento no sabía como reaccionar.

–Este es el momento en donde me devuelves el abrazo, espectro -susurró.

Reaccione y se lo devolví con cuidado, pero no lo traspase. Pude disfrutar los minutos en donde estaba junto a su cuerpo, su pecho subía y bajaba con tranquilidad y pose mi cara en la curva de su cuello. No sabía cual era la razón de poder sentirlo, pero iba a disfrutarlo.

–Lo siento... -su voz se entrecorta- No debí tratarte así y mucho menos decirte que te fueras. Si, Alejandro Croos es mi padre pero es un tema delicado del cual quisiera hablar poco a poco. Eres mi amiga y no quiero perderte...

Y puf, el hermoso momento se había evaporado. Me separo de él algo triste y aturdida por todo.

–¿Dije algo malo? -dijo preocupado- si es así y-yo lo siento, en verdad no debí hablarte así, lle-llevo días buscando por to-todas partes y no te en-encontraba, pensé que te habías y que no iba a vol-volver a verte...

–Tranquilo -sonreí y él se relaja- está bien, tenías razón, no debía husmear en tus cosas.

–¿Por qué no volviste a casa? -se acerca a mi.

–Pensé que no quería volverme a ver -bajo la cabeza.

Él por arte de magia logra tomar mi barbilla y levanta mi rostro con el suyo a unos centímetros del mío.

–Eres la única persona a la cual no podría aguantar si no la veo... -susurra con su rostro cerca del mío.

Siento como mis mejillas se ponen rojizas y me alejo.

–B-Bueno y-ya arreglamos to-todo -digo con nerviosismo.

-El sonríe- Así es.

¿Se estaba burlando de mi? Mortal imbécil.

Él se sentó en la arena he imite su acción.

–¿Qué ha ocurrido estos últimos días? -pregunto.

–Han pasado un par de cosas -suspira- te he buscado por todos lados y no te encontraba, mi mamá se dio cuenta de que algo pasaba y Liam igual, no sabía dónde encontrarte hasta que mi madre me dijo: uno vuelve donde fue feliz, o por lo menos donde comenzó su felicidad, creo que deberías empezar por ahí hijo. Y supe que debía venir aquí. Ah también Liam casi se besa con Rebeca.

–¿Por qué?

–¿Como que por qué?

–¿Tu felicidad comenzó en la playa?

–Si.

–Vaya, cuantas veces debes de haber venido aquí como para que este fuese tu lugar feliz.

-Se ríe- No lo entiendes espectro, mi felicidad comenzó cuando te encontré aquí...

Lo mire sorprendida y este solo tenía la mirada fija en la luna.

–¿Es hermosa no? -me pregunta.

–Si que lo es -digo todavía mirándolo.

Él voltea a verme y hacemos contacto visual durante unos minutos. Hasta que recuerdo algo.