Vivir es uno de los privilegios más grandes del mundo, poder sentir, tocar, que te vean y te escuchen, es simplemente maravilloso, esta es la historia de la vida de Kiara, bueno más bien de su otra vida...
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Comenzó: 06/0...
Sonó la campana y todos los alumnos de PTES (Preparatoria Tecnológica En sueños) salieron al estacionamiento para largarse, supongo que no era el único que odia esta preparatoria, salgo en busca de mi auto rápida y sigilosamente para pasar desapercibido, pero fui muy lento aparentemente.
-Oye amigo, ¿Qué harás hoy? - dijo Matt el Chico popular de la escuela, líder del equipo de basquetbol y novio de mi mejor amiga.
–Tengo una cita - mentí descaradamente, no tenía citas desde hace mucho tiempo, pero no quería salir.
Matt creía que éramos amigos solo por salir con Vanesa, mi mejor amiga desde que teníamos 10 años. Ella no se daba cuenta de que Matt salió con la mitad de las chicas de la preparatoria porque como dicen estaba "ciega de amor".
–Que mal, teníamos pensado ir con los chicos al cine, bueno si pasa algo me avisas.
–Hola chicos, ¿De qué hablan? - dijo Vanesa acercándose a nosotros para después abrazar a Matt por la cintura.
–Nada linda, lo que pasa es que tú mejor amigo tiene una cita.
–¿Una cita? - dijo ella mirando con una ceja levantada, me conocía muy bien como para saber que no quería salir y menos con Matt.
–Sí, una cita - dije antes de montarme en mi auto para irme.
Enciendo la radio y de camino a casa escuche Cheap Thrills de Sia. Al llegar veo que hay muchos carros aparcados afuera, eran unos 4 en total, lo más probable era que estuvieran los amigos del esposo de mi mamá viendo un partido de fútbol o que se yo, que estuvieran ahí era uno de los momentos más irritantes de mi vida.
Bajo del auto mientras busco las llaves de la casa en mi bolsillo, abro la puerta con silencio para pasar desapercibido.
–Oye niño, haz algo bien y tráeme una cerveza de la cocina - dijo el esposo de mamá.
–Que yo sepa Dios te dio unas piernas que aun te sirven para ir a buscarla, ¿o estás muy viejo para eso? - dije mientras me dirigía hacia las escaleras para subir a mi habitación.
–A mí no me hables de esa forma niñato - dijo levantándose del sofá mientras venía hacia mí y sus amigos nos observaban.
–Basta, no peleen - dijo una voz femenina bajando las escaleras y viniendo hacia nosotros.
–¿Y lo sigues defendiendo mamá?, yo mejor me voy - dije para después subir las escaleras y entrar a mi habitación.
Tire mi mochila a la cama y me cambie la ropa por un pantalón de chándal suelto y una camisa de deporte, agarre mi celular y abrí la ventana para bajar por el árbol que estaba al frente.
Cuando estoy aburrido suelo caminar por la playa para despejar mi mente un rato, pensarás ¿por qué no sales por la puerta como alguien normal?, porque así mi madre sabría que salí y no pararía de llamarme preguntando donde estoy, si llego tarde, mientras que, si cierro la puerta de mi habitación y salgo por la ventana pensará que estoy en la habitación y no me molestará.
Caminé hasta llegar a la playa y sentarme en la arena a respirar aire fresco, pasaron las horas hasta que la luna llena se podía ver perfectamente, amaba esta vista, estuve observando las olas del mar unos minutos hasta que siento la presencia de alguien caminando hacia mí.
–hola - dije esperando una respuesta.
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