Viva pero muerta

Capítulo 21

*En una parte del capítulo estaré narrando como otro persona que ya sabrán cual es, díganme si les gusto leer desde la perspectiva de este, espero y disfruten de este nuevo cap, besos*

*Estén atentos cuando vean el nombre de el personaje en blanco*

👻👻👻

Kiara

No se que hacer, llevo como cuatro horas desde que Miguel se durmió observando la llave que encontré en el sótano, me era imposible descifrar el código que este contenía -debe de ser algo que tengo en la punta de la nariz que no soy capaz de ver-, no quiero pedirle ayuda a Miguel ya que estaría sumándole más angustias y misterios a su vida, y ese no era el punto.

Me encanto ver la conexión que tenía con Anthony Coleman, si se veía desde lejos que era un chico tímido y callado, pero solo era un niño indefenso. Bueno, no tan niño, ya que él y su hermano tienen 15, según lo que dijo la señora Grace, Alexander y Anthony prácticamente eran prodigios, y por eso los adelantaron un año antes de entrar a la preparatoria, y esa es la razón por la cual se gradúan en dos años, es raro hablar de graduaciones, ya que nunca he asistido a una, solo las he visto en las películas y se ven muy divertidas, y de pensar que si estuviera viva me faltaría un par de meses para graduarme.

De vez en cuando me siento mal por no poder vivir todos esos momentos que me quedaban por culpa de mi enfermedad, pero también estoy agradecida por eso, ya que si no me hubiera muerto, no conocería a Miguel...

Aunque, a lo mejor hubiera podido existir la probabilidad de que mi madre me lo presentara, todavía no entiendo porque no los conocí, si según Miguel mi madre y su madre eran amigas.

Respingo y salgo de mis pensamientos cuando escucho como alguien ronca -Dios, este chico va a terminar de asustarme- Miguel está boca abajo roncando como si fuera el papá de Pinocho, su cabello blanco está alborotado y sus mejillas están un poco coloradas por el calor que emanan las sábanas.

Pasan unos minutos y este empieza a retorcerse en la cama mientras balbucea cosas que apenas se entienden, otra pesadilla...

–No...quédate...cuidado.... ¡NO! -se levanta de golpe sudado y nervioso.

–Miguel cálmate -me siento en la cama- es una pesadilla -intentó poner mi mano en la suya para que sepa que estoy aquí, pero esta la traspasa...

Como me gustaría poder tocarlo.

-Sonríe- Gracias... -susurra y me observa.

Nos quedamos mirando unos segundos, muchos pensarán que esto es incómodo, pero no lo es.

–¿Quieres hablar de eso? -le pregunté mientras él se levanta y se dirige a baño.

–Todavía no -entra en este y deja la puerta abierta a lo cual yo también entro y me siento en el retrete.

–No puedes seguir así Miguel, conservarte las cosas solo hará que empeore...

–Ese es el problema, prometí no hablar de esto con nadie...

–¿Ni siquiera conmigo? Con tal, a quien le voy a decir.

-El se ríe y niega- Es difícil de decir...

–¿No puedes intentar contarme la superficie del problema?

–Presencié el asesinato de mi nana...

Espera...¿¡QUE?! ¡ME ESPERABA TODO MENOS ESO!

–Ya va... ¿¡QUE?! -chilló.

Él suspira y se queda mirando el espejo del lava manos por unos minutos. Unos minutos silenciosos en los cuales entendí que no quería hablar del tema.