Capítulo 41

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–¿Que opinas? -pregunta Miguel cerrando el libro.

–No lo sé -me río y él igual.

Él se levanta y pone el libro en el escaparate.

–¿Que hora es?

–Las siete pm.

–¿Ahora que hacemos?

–Pues podemos decirle a mamá que hagamos un maratón de películas, ella siempre se duerme. Así que cuando lo haga aprovechamos y vamos al edifico.

Siento un escalofrío recorrerme el cuerpo.

–¿Estas seguro? Siento que algo malo va a pasar -admito.

–Tranquila... nada malo pasará.

Nos miramos unos segundos como si los dos supiéramos que lo que dijo es mentira, pero preferí quedarme callada y asentir.

–Vamos a buscar a mamá.

Salimos de la habitación y cuando estamos yendo a la de Isabel pregunto.

–¿Y que haremos con Tyler?

–El no está aquí, llega más tarde.

Entramos a la habitación e Isabel está leyendo tranquilamente en su cama. Al ver entrando a Miguel se quita sus lentes y baja el libro a su regazo.

–Hola Miguel... -saluda y deja el libro y sus lentes en la mesita de noche.

–Hola mami... -Miguel se tira en la cama cayendo boca abajo- ¿quieres hacer un maratón de películas?

–Ahorita me siento algo mal hijo... para la próxima si quieres.

–Está bien mami, descansa -Miguel se levanta y besa su frente.

–Igual...

Salimos de la habitación y bajamos a la cocina.

–¿Y ahora?

–Tendremos que salir por la ventana de mi cuarto -susurra- ya que si salimos por la puerta se va a despertar.

–Esperemos a que sea más tarde y salimos -digo.

–Okay.

–¿Que hacemos mientras tanto?

–Podemos ver nosotros las películas.

–¡Si! -chillo, me encantan las películas.

–Vamos a la sala.

Me siento en el mueble y él empieza a buscar películas.

–¿De que quieres ver?

–Barbie.

–¿Barbie? Sabes que si alguien baja solo me verán a mi viendo Barbie, que vergüenza.

–Está bien, seré buena persona, ¿te parece los piratas del caribe?

–Eso si me gusta -sonríe y busca la película.

Se sienta a mi lado y empieza la película.

De vez en cuando siento como me mira de reojo, intento no sonreír pero es inevitable.

–¿Por qué me miras tanto? -digo sin dejar de mirar el televisor.

–Es que te vez hermosa concentrada... -dice y me sonrojo.

Viva pero muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora