Capítulo 20

28 6 2
                                    

Miguel

–¡Arriba todo el mundo! -escucho que gritan a lo lejos mientras que con una cuchara golpean un sartén- ¡ARRIBA! ¡SON LAS 3 DE LA TARDE! ¡ARRIBA!

Abro mis ojos poco a poco acostumbrándome a la luz de la sala, todos están igual que yo: confundidos. Bostezo y me siento en el suelo mientras restriego mis ojos.

–¿Por qué no son como Miguel? Mírenlo, él no se queja -dice la señora Grace dejando el sartén y la cuchara en la isla de la cocina.

Escucho como todos se quejan y rio para mis adentros. Volteó buscando a Kiara la cual está sentada en una de las sillas que están en la mesa, esta se está riendo a carcajadas mientras observa cómo Rebeca se levanta del piso desconcertada y Liam está durmiendo cómodamente en el sofá -Liam es una persona muy difícil de despertar.

–Vaya, este no se despierta con nada -dice Grace acercándose a Liam hasta ponerse a su lado- ¡ARRIBA!

Liam respinga y da una vuelta que lo manda directo al piso aplastando a Rebeca en el acto.

–Me estoy ahogando Liam -Rebeca intenta quitarse al rubio de encima pero este se queda inmóvil solo para molestarla- muévete que me muero.

–Dramática -se levanta y se dirige hacia mi.

–Creó que le caes bien a tu casi suegra -le susurro para que solo él escuche.

-Se sonroja- N-No es mi casi s-suegra.

–Claro que si -sonrió al ver su nerviosismo- además, también le caes bien a los mellizos y creo que a Edward también, eso ya es un logro.

Él se sonroja aún más.

–¡Rubio! ¡Ayúdame a cocinar! -grita Rebeca desde la cocina.

–¡Ya voy muñeca! -responde este sonriendo.

–Mira nada más como te pone solo con llamarte.

–Idiota -sonríe mientras se aleja a la cocina.

Busco a Kiara con la mirada mientras me acomodo en uno de los sofás y ella está recostada en la ventana que da hacia el jardín, empiezo a detallarla mejor y veo que su cabello ondulado de color castaño claro casi tirando a rubio, tiene los ojos marrones que si no los ves con luz piensas que son negros, tiene un pequeño lunar en el pómulo, pestañas largas, sus labios tiene un color rosado claro que se ve hermoso cuando sonríe.

¿Hermoso, que diablos te pasa Miguel?

Intento dejar de observarla pero me es imposible, su nariz es pequeña y perfilada al igual que su mandíbula.

No se que está pasando conmigo, pero no debe de ser nada bueno, desde lo qué pasó con Lea no he podido fijarme en ninguna otra chica, o eso pensaba yo. Nunca lo admitiré en voz alta, pero desde que conocí a Kiara mis días han sido más felices. Ese día en la playa me sentía tan solo, y siempre ha sido así, hasta que la conocí. La verdad es que me sorprendí mucho cuando dijo que estaba muerta, pero después me dije a mi mismo que se veía como una chica indefensa. La invité a mi casa ya que ni siquiera podía imaginarme a mi mismo muerto y caminando por las calles sin un rumbo fijo, en verdad la admiro. Sobrevivir a un enfermedad, la cual poco a poco la iba destruyendo por dentro, pero ella nunca se rindió y peleó hasta su último respiro. Tuvo que pasar todos esos momentos sola. Duró cuatros años muerta en donde lo único que hacía era contemplar la luna mientras veía como las personas la traspasaban y ella simplemente seguía su camino.

Es digno de admirar y más cuando falleces a una edad tan temprana en donde no pudiste aprovechar tu adolescencia. Prácticamente es como mi ídolo -aunque nunca se lo diría.

Viva pero muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora