Viva pero muerta

Capítulo 10

Kiara - Lunes

Salgo corriendo de la habitación para luego traspasar la puerta de la entrada.

No se cuanto tiempo corro, pero me encuentro en frente de la playa -en donde conocí a Miguel.

Me toco la cara frustrada y me siento en la arena, estuve unos minutos ahí hundida en mis pensamientos.

¿Qué acaba de pasar? ¿Cómo pude hacer eso? ¿Acaso tengo "poderes"? ¿Será que Miguel y Liam ahora me tienen miedo? ¿Por qué Tyler estaba ahorcando a Isabel? ¿Qué habrá pasado antes de que llegáramos?¿A donde se habrá ido Tyler? ¿Cómo estará Miguel? ¿Cómo estará Isabel? ¿Cómo estará Liam?...

No pude evitar que al pensar eso último levantarme de la arena y regresarme a casa de Miguel, me acordaba del camino gracias a la primer vez que fui a su casa. Pasa un tiempo y ya me encuentro frente a esta, me pongo nerviosa al ver que a lo lejos se puede ver una ambulancia y patrullas policiales, allí estaba Isabel con los oficiales mientras lloraba, cuando terminaron con el aparente interrogatorio, Isabel se sube a una de las patrullas para empezar a seguir el camino por el cual paso la ambulancia.

No sabía si entrar a la casa o no, pero al final decidí hacerlo para ver que podía encontrar. Cuando estoy a punto de entrar, veo a Tyler salir de esta desesperado, cuando me doy cuenta que esta mirando su auto, corro a este, traspaso el asiento de atrás para seguirlo. Veo como Tyler arranca y se pone en una carretera que nunca había visto -y eso que llevo mucho tiempo caminando por este pueblo-, mientras estoy mirando por la ventana, Tyler se estaciona en un lugar bastante feo y aterrador para cualquier persona a la cual pudieran hacerle daño, Tyler se baja del auto y lo sigo, estuvimos un rato caminando hasta que entró a un edificio muy deteriorado.

Entramos al edificio en donde hay una recepcionista, que le da una llave a Tyler que dice "58", hay un ascensor al cual entramos, Tyler aprieta un botón y mientras subíamos pensé que se iba a apagar de repente ya que la luz no paraba de apagarse, el ascensor llega al piso y caminamos por un largo pasillo hasta que llegamos al apartamento 58, Tyler utiliza la llave que le dieron para abrir la puerta, al entrar habían un grupo de por lo menos 6 personas -sin incluir a Tyler- alrededor de una mesa, en esta habían varías fotos de personas, en total eran 4.

–Vaya -dice una de las personas que estaba en la mesa-, miren quien aparece.

–Hola Sasha -dice Tyler.

–¿Qué te trae por aquí chiquito?

–Necesito descargarme.

Esta asintió, ¿descargarse?, no entendía nada.

Tyler se fue a sentar en la mesa con las personas y les hizo una señal con la cabeza en modo de saludo que estos le correspondieron.

–Bueno -comienza uno de los hombres de la mesa-, el primero es Ricardo Soler, un Argentino de 35 años, fue al bar a apostar así que nos debe dinero. La segunda es Olivia Romero, una portuguesa de 22 años, se metió con uno de nuestros hijos para presumir que sus padres tienen dinero. El tercero es Sebastián Herrera de 47 años, se crió aquí en Blackfall, es dueño de uno de los restaurantes más sofisticados del pueblo, pero fue al bar y nos debe dinero, por último, Manuel Narciso de 55 años, nacido en California, también nos debe dinero, ¿a cual eliges? -termina de decir.

¿A cual eliges? ¿Elegir para que?

–Elijo a Sebastián Herrera -dice Tyler agarrando la foto de un señor alto, cabello negro canoso y gordo.

–Buena elección -dice Sasha.

–¿Cuándo me lo traen?

–Ya mismo si quieres.