Once. "Madurez ante todo"

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25/01/14 12:05 pm

Entre el esgrima y mis quehaceres cotidianos ya no he podido ver a mi insolente vecino. De hecho después de quedarme dormida en él.. No tengo cara para verlo. Así qué para poder relajarme un poco de todo el tema del niño Faiver decidí llamar a mis mejores amigos y como siempre Noe y Ál andan de demorones. Maldita sea, ¿qué creen que no me canso de esperarlos aquí echados en la cama comiendo la pizza que ordenó Ál como disculpa por haberme dejado abandonada tanto tiempo? No no. Son malos amigos. -aunque la pizza está deliciosa- no sé si deba contarles sobre Fai, porque pues.. ¿Para qué? Si no somos absolutamente nada y no es como si les contara todos mis movimientos ¿no? Puedo decirles que hablé con él.. Y que casi se muere en nuestra primera salida, que tiene mi cuarto repleto de bolitas de papel, y que dormí con él.. Bueno no. Eso lo podemos obviar, también que casi se me muere porque pues.. me tomarán de irresponsable,mejor no les cuento. Si. Está decidido..No les contaré nada.

- ¡DORMÍ EN SU PECHO! -exclamé.

- ¿¡QUÉ TU HICISTE QUÉEEE!? - abrieron los ojos cual platos.

< Sep. No les conté absolutamente nada. >

- ¿¡CÓMO NO NOS CONTASTE ANTES!? -me rompió el tímpano Noe.

- Enserio no te mereces esta pizza. - dijo Ál arranchando el trozo de pizza de entre mis manos.

- CON. LA. PIZZA. NO. TE. METAS. -fruncí el ceño hacia él.

- Okay, toma -me tiró la pizza en la cara, dejando un trozo de deliciosa piña en mi nariz- pero me llevo los paquetes de peritas que trajo Noe para ti.

- Nononononononononononono -repetía por todo el cuarto persiguiéndolo y jalando de la parte trasera de su camisa.

- ¡Paren! ¡Son peores que unos bebés! -dijo Noe persiguiéndome por detrás mientras yo seguía jalando la camisa de Ál.

< Sep. Somos súper maduros, tan maduros como un trencito humano. Faltaba que alguien dijera ¡MAAAAAMBO! Y nos poníamos a bailar. >

-Ploc. -ese sonido tan conocido por mi interrumpió nuestro hermoso y sobre todo maduro tren, haciendo que nos quedáramos cual estatuas, con la mirada fija en esa pequeña bolita de papel. Ál y Noe me miraron al mismo tiempo, intercalando la mirada entre la bolita y mi rostro.

< Oh no. Ni lo piensen. >

- ¡YO LO QUIERO LEER! -oí la voz masculina de Ál.

- ¡NO, YO LO HARÉ! -interrumpió Noe.

- ¡ES MÍO! ¡YA MADUREN BOBOS! -me avalanché hacia Ál tirándolo al suelo. Mientras que con la mano libre que me quedaba cogía el tobillo de Noe y la halaba hacia el suelo, cayendo sobre mi espalda.

- ÑE ÑE ÑE. QUE MADURA, SEÑORITA NARIZ DE PIÑA. -dijo Ál moviéndose de un lado al otro haciendo una imitación chillona de mi voz.

- ¡JA JA! - le dije dándole la sonrisa más falsa que tenía.

De pronto me di cuenta que algo en mi mano derecha faltaba, el tobillo de Noemí.

Desde lo más profundo de tu coñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora