Capítulo 12: La causante

77 6 2
                                    

NARRA ANA:
Fue toda una travesía llevar a Luther inconsciente hasta la bodega en que vivía, si tuviera que dar una descripción sería... No hay ninguna descripción adecuada, pero solo imaginarme a Cinco como adolescente, a Vanya que no es muy alta y a mí toda pequeña y sin poderes cargando a Luther, pues vaya que no fue fácil. Pero lo hicimos, realmente creo que prefiero ignorar esos últimos 30 min tratando de acostar a Luther en la cama sin romper nada.

Cinco: - Ya vámonos.

Vanya: - No podemos dejarlo así, míralo. - Tenía ambos ojos morados, la playera llena de sangre y el labio partido.

Cinco: - Estará mejor solo.

Ana: - Espera en el auto, solo vamos a esperar a que despierte y darle un poco de hielo, si?

Cinco: - No tarden mucho. - Se fue.

Vanya: - Siempre es así de frío y algo amargado? - Me preguntó mientras de acercaba al congelador y sacaba hielos para ponerlos en un pañuelo.

Ana: - No, él es bueno Vanya.

Vanya: - No dudo eso. Pero es duro, demasiado.

Ana: - Lo es. Pero creo que es su mecanismo de defensa, él aún es un pequeño. No le digas que te dije eso. - Sonreímos. - Le han sucedido muchas cosas horribles, más de lo que él quiere admitir.

Ella se quedó callada, quizás pensando. Tomé un trapo limpio y lo mojé para limpiarle la cara un poco a Luther, tan siquiera tratar de limpiar las heridas y que no se infecte.

Vanya: - Lo amas, cierto?

Ana: - Más de lo que yo quiero admtir. - Me puse algo nerviosa, típico de mi siempre. - Él ama a su familia, ama a sus hermanos y hará todo lo que éste en sus manos para ponernos a salvo. Pero requiere de cada uno de nosotros, debemos apoyarlo, se estresa demasiado.

Vanya: - Eso es tierno. ¿Te lo dijo?

Ana: - No jaja. Leo mentes por medio de ondas de energía cerebrales. Él siempre piensa en nosotros. - Me senté en la cama junto a Luther.

Vanya: - Grandioso. - Arrugué la nariz, no era tan grandioso cuando lees mentes de gente hipócrita y malvada.

Le platiqué sobre todos los Hargreeves para que pudiera saber más de ella o tratar de recordar, incluyendo a Ben y a Ocho, lo poco que sabía de ella se lo dije, Hugo preguntas que no pude contestar. Mientras, yo limpiaba la cara de Luther y ponía un poco de alcohol en una que otra herida hasta que abrió los ojos.

Luther: - ... Ocho? - Estaba muy confundido y aturdido.

Ana: - No tengo nada contra ella, pero si escucho de nuevo que me llamas así te dejaré inconsciente yo misma. - Me cansaba que hicieran eso de: Ocho?, Eres igual a Ocho, así hacía Ocho. Era frustrante.

Luther: - Oh, Ana. Lo siento, pero debes dejar de juntarte con Cinco. - Se sentó y miró a Vanya.

Vanya: - Hola, tengo hielo para ti. - Se lo dió.

Luther: - Gracias. Y Cinco?

Ana: - Esperando afuera, trae algo de prisa, supongo que sabes a lo que me refiero.

Luther: - ¿Vas a seguir involucrándote en esto?

Ana: - Esto no es un juego del que te puedes salir o eres chocolatito, Luther. Decidimos detener el apocalipsis desde aquel día en que Cinco volvió. ¿Lo detuvimos ya? No, debemos continuar.

Luther: - Es más complicado y lo sabes. - Se dirigió a Vanya. - ¿Qué sabes sobre esto?

Vanya: - Aún hay cosas que quiero saber sobre el apocalipsis, Cinco llenó espacios, pero siento que no me quiere decir algo. - Miré a Luther.

Luther: - Bueno, el apocalipsis lo causa... - Empecé a negar con la cabeza para que no hablara más, pero me ignoró como era su costumbre. - ... Lo causas tú.

Vanya: - ¿Yo? ¿Por qué? ¿Cómo?

Luther: - Te enojaste y disparaste tus poderes a la luna y muchos fragmentos de ésta cayeron el la tierra acabando con todo.

Ana: - Pero no fue tu culpa. - Dije tratando de arreglar la situación, si es que se podía. - Fue culpa de todos nosotros. Todos contribuimos a qué eso pasara.

Luther: - Hay muchas cosas que no recuerdas y que no son agradables, desde tu niñez.

La puerta se abrió de golpe y se hizo presente en el lugar un hombre grande en edad y se fue contra Luther estampándolo en la pared. Luther no hizo nada, solo se disculpaba. Al parecer le había hecho perder dinero al señor al dejar ganar al otro tipo en la pelea de anoche.

Vanya: - Oiga, déjelo por favor. - Le habló.

X: - Tú cállate! - Gritó muy fuerte.

Luther: - No le hables así. Lo siento. No volverá a pasar. - El señor no lo soltaba.

X: - Claro que no volverá a pasar. Ésto se acabó. Ya no te quiero más.

Luther: - Espera! No. - El señor se fue cerrando la puerta con fuerza. - Váyanse! - Nos dijo a nosotras.

Vanya: - De hecho aún tengo cosas que preguntarte, si pudieras...

Un fuerte golpe que destruyó los ladrillos de la pared de parte de Luther interrumpió a Vanya. Estaba tan enojado, pude ver qué Cinco estaba de ese lado en que Luther rompió la pared, solo reía. Era un tonto, solo enojaba más a Luther.

 Era un tonto, solo enojaba más a Luther

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ana: - Nos vamos, cuídate.

Vanya y yo salimos en silencio, parecía algo enojada, no sabía si era porque Luther nos trató así o por no decirle toda la verdad, extrañaba leer mentes, esto ya se estaba complicando.

Cinco: - Hola, hola. - Vanya lo pasó de largo ignorándolo.

Cinco me miró confundido y yo levanté los hombros sin saber exactamente qué pasaba.

Vanya: - No me dijeron que yo causaba el apocalipsis.

Ana: - Fue Luther. - Le Susurré a Cinco.

Cinco: - Ash... Cabeza hueca.

Vanya subió al auto y cerró la puerta.

Ana: - Vanya por favor. No podemos solos.

Vanya: - No me necesitan, yo soy la que lo causa de todo modos.

Cinco: - Eres de la familia, Vanya! - Arrancó el carro y se fue.

Ana: - Wow! ¿Y ahora qué hacemos?

Cinco: - Volvamos con Eliot.

Ana: - ¿Quién es Eliot?


****************************************
En serio que me estoy apurando con los caps, pero además del tiempo como que me estoy quedando sin imaginación. Necesito salir jajaja.

The Umbrella Academy *TIME 2 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora