En la primera parte hemos visto y conocido a nuestros personajes. Pero aún hay muchas cosas inconclusas, muchos secretos y nuevos problemas a los cuales nuestros protagonistas deberán enfrentarse.
-Siempre fuiste tú... Por eso siempre te seguiría ha...
NARRA ANA: Llegamos al callejón en el que había caído, jamás me dió por volver aquí, que tonta, como no se me había ocurrido. Bueno, ahora estaba con ellos, eso era lo importante. Entramos y otro escalofrío me recorrió el cuerpo, ¿A caso me estaban dando descargas de energía para auto activar mis poderes? No lo sé, era una buena hipótesis. Después ví en el sillón a Diego y otra chica de espaldas que me parecía conocida.
Ana: - Diego! - Me miró sorprendido.
Diego: - Heeeey, Ana! - Quiso levantarse pero la herida no lo dejó moverse mucho.
Me acerqué y lo abracé, a pesar de que como nos conocimos y tratamos al principio no fue tan agradable. Las cosas son tan cambiantes. Miré a la chica para saludar y también me miró sorprendida, ambas sabíamos que nos habíamos visto ya.
RECUERDO: Miré hacia mi derecha y del otro lado de la calle había un auto, un chico le había gritado al policía y una mujer que supuse que era su madre me miró sonriendo y diciendo que no con la cabeza, el padre regañaba al chico, no los ví bien pero se me hizo gracioso. Luego arrancaron el carro y se fueron. Fin del recuerdo.
Ana y Lila: - Tú! - Dijimos al mismo tiempo.
Diego: - ¿Se conocen?
Lila: - No exactamente.
Ana: - Entonces eran ustedes, vaya! - Reí. - Y yo que creía que eran los papás de Cinco jajaja.
Cinco: - ¿De qué hablas?
Ana: - Creo que ahora es una historia divertida. Dame un segundo. - Le dije viéndolo para después volver a ver a Lila. - Un gusto, soy Ana.
Lila: - Igual, soy Lila. ¿Eres otra hermana Hargreeves?
Ana: - No. Pero vengo con ellos. ¿Y tú de dónde los conoces?
Lila: - Del psiquiátrico.
Ana: - ¿Ustedes son los que escaparon? - Ella asintió riendo.
Les conté sobre cómo había estado caminando por la calle cuando ellos estaban en el auto gritando y que Lila y yo nos vimos.
Ana: - ¿Cómo te lastimaste?
Diego: - Reginald Hargreeves me apuñaló.
Ana: - ¿Tú padre? Jajaja. ¿Él está aquí? - La verdad no me quería reír pero Cinco hacía una cara tan graciosa al escuchar que fue su padre quien lo apuñaló.
Cinco: - Si, fuimos a visitarlo y Diego tuvo un encuentro de padre e hijo muy conmovedor. - Hizo énfasis en la palabra "muy". Luego sonrió burlón y Lila río.
Diego: - Ya basta. Ese hombre juega sucio, estoy seguro que el va a matar a Kennedy. - Fruncí el ceño inténtelo no reír por eso.
Ana: - ¿El presidente? Eso es ridículo Diego.
Lila: - Tan ridículo como que su papá lo apuñaló. - Ahora si reímos ambas.
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