En la primera parte hemos visto y conocido a nuestros personajes. Pero aún hay muchas cosas inconclusas, muchos secretos y nuevos problemas a los cuales nuestros protagonistas deberán enfrentarse.
-Siempre fuiste tú... Por eso siempre te seguiría ha...
NARRA CINCO: Llegamos al rancho y había algo sumamente peculiar sobre el granero y quizás en todo el rancho. Una nube gigantesca que hacía que nevara solo ahí, era muy extraño y vaya que había visto cosas extrañas antes. Vanya bajó corriendo del auto para calmar a la que supuse que sería Sissy quien tenía un arma en sus manos. Cuando por fin nos dejó entrar vimos a su hijo en una especie de trance por superpoderes, según nos había dicho Vanya es que pudo haberle transferido ciertos poderes al niño al salvarlo una vez. Era claro que no podía controlarlo, si Vanya no podía, mucho menos un niño. Con cuidado Vanya entró a lo que parecía una burbuja de energía para tranquilizarlo.
Klaus: - Eeehh... Miren esto. - Dijo viendo hacia afuera y con algo de desconcierto en su voz.
Me llamó la atención, ya que le última vez que dijo algo así un pedazo de la luna estaba por caernos. Así que caminé hasta ponerme a un lado de él para ver a la lejanía tres personas que no lograba enfocar bien. Los demás excepto Vanya fueron con nosotros.
Allison: - ¿Quiénes son?
Dí un paso más y entrecerré mis ojos, la caída de la nieve no me dejaba concentrarme bien. Cuando pude ver quiénes eran sentí una presión en mi pecho, quería correr hacia allá, tomarla en mis brazos decirle que lo sentía y ponerla a salvo. Eran Ana, La Encargada y Lila.
Cinco: - Ana... - Susurré soltando una nube blanca por el frío.
No sabía y no sé si quería saber cómo es que Ana había llegado a estar con ellas, me moría de la ira que corría por mis venas. Si cometiera un homicidio más, con gusto lo haría si fuera La Encargada, estaba harto de ella.
Klaus: - Si, es ella. ¿Con quiénes está?
Cinco: - La Encargada y la novia loca de Diego, Lila.
Diego: - Ex novia. Tenemos que ir por Ana, esto no huele bien.
Luther: - Disculpen, de nuevo los nervios. - Me tapé la nariz.
Cinco: - Iré a ver qué quieren y a traer a Ana.
Diego: - Voy contigo.
Ambos caminamos hasta donde estaban, mientras Vanya se hacía cargo del niño y los demás se quedaban viendo desde la lejanía. Conforme más me acercaba me daba más coraje y tristeza ver a Ana, tenía la miraba baja, el cabello alborotado, un moretón en la mejilla, ropa delgada como para el frío que hacía, las manos atadas y cinta en la boca.
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Subió su mirada y al verme una lágrima recorrió su mejilla, podía ver qué se hacía la fuerte para no llorar más, porque tenía los ojos hinchados y rojos. No podía seguir mirándola así, desvié mi mirada para no perder la cordura. Incluso llegué a ver raspones y más moretones en los brazos, solté un suspiro amargo porque de nuevo no pude protegerla, cada decisión que creía que era correcta resultaba peor. La golpearon y quién sabe que más o cuánto tiempo llevaba con ellos, ¿Desde que se fue? ¿Recién la encontraron? Solo me sentía con más furia cada vez. Si ella quisiera de un movimiento podía liberarse, no entendía porqué no lo hacía, era fácil para ella salir de la situación.
"¿Por qué no usas tus poderes?". - Pensé esperando que estuviera leyendo mi mente.
NARRA ANA: Me tranquilicé antes de ir rumbo a la casa de María, no quería que me viera así. No estaba segura de si ir con ella era una buena idea, ya la había metido en muchos problemas, específicamente mis problemas. Me levanté del suelo y escuché algo detrás de mí, no me asusté porque tenía la idea de quién era; ella siempre hacia lo mismo. Volteé esperando ver a La Encargada y no fue en si, en su lugar era Lila, lo que no sabía es si eso era mejor o peor y realmente no quería descubrirlo.
Lila: - Hola vieja amiga. La basura mayor de los Hargreeves, después de Cinco por supuesto. - Me porté neutral ante su habladuría. - ¿Qué pasa? - Se acercó unos pasos. - Cierto, aún no lo recuerdas todo. ¿O si?
Ana: - ¿Qué quieres?
Lila: - No estamos de humor eh. - Puse los ojos en blanco. - En realidad yo no quiero nada. Es mi madre, ya sabes.
Ana: - ¿Y te envió a tí? Si ella no puede conmigo, ¿Por qué piensa que tú podrías? - Le hice un puchero sarcástico y ella rió de la misma manera.
Lila: - Porque te conozco, somos amigas. O por lo menos lo fuimos por un par de meses hace 16 años. - Fruncí el ceño.
A estas alturas ya no reconocía lo que era verdad o mentira de parte de ellas, incluso sentía que mis propios pensamientos me engañaban.
Lila: - Has tenido una buena vida, Ana. No lo puedes negar, mi madre te dejó con una familia con dinero y amor para darte. ¿Qué es lo que te molesta tanto? - Todavía se atrevía a preguntar.
Para empezar me separó de mi familia, a la que pertenecí en primer lugar y ahora parece que no tengo por su culpa, por enviar a una loca que intentó hacerse pasar por mí para jugar con todos nosotros.
Ana: - Escucha, me rindo. Ya no puedo con esto, sé que soy Ocho, no sé cómo lo hizo tu mamá para hacerme esto y no me importa, puede dejarme aquí si quiere. No quiero ser una Hargreeves, no quiero más problemas, no haré nada. Desapareceré de la vida de la familia Hargreeves y todo lo relacionado. Entrégale el mensaje.
Lila: - Se lo entregarás tú misma.
Ella puso sus ojos color rojo y una bola de energía comenzó a formarse en sus manos, me quedé observado sin poder reaccionar. No le encontraba sentido a lo que estaba sucediendo, ella tenía poderes. Lanzó una bola de energía y la paré con mi mano. Rápido levantó su otra mano y me dió con otra bola de energía haciéndome caer y que mi cabeza golpeara contra el piso. Veía borroso y me faltaba el aliento, por el rabillo del ojo la pude ver caminando hacia mi, me levantó sin siquiera usar sus manos y luego solo hubo oscuridad, me desmayé.
*************************************** 🤗 Mis lindos finales de caps que le gustan a todo mundo.
