NARRA CINCO:
Llegué, Wisconsin 1982. Entré al lugar de posadas, había convenciones, personas por todos lados y no sabía dónde se encontraba la oficina donde estaría la junta directiva. Me acerqué a una mujer y después de que me dijera dónde, además de darme cambio; me dirigí allá. Me detuve en un pasillo viendo una máquina expendedora, no quería hacerlo, pero ya que lo haría tenía que ser un buen trabajo o La Encargada buscaría cualquier excusa para no cumplir con su parte del trato.
Necesitaba azúcar para tener suficiente energía, sabía que me iba a tener que teletransportar demasiado como para cansarme y no iba a dejar que me arruinara el plan. Puse unas monedas dentro de la máquina y apreté un botón para una barra de chocolate, esperé a que cayera y no lo hizo.Cinco: - ¿Qué sucede? - Murmuré enojado a mi mismo.
Hice tambalear un poco la máquina, el dulce había quedado atorado, pero ésta no cayó. Nada podía ir mejor. Volví a mover la máquina con más fuerza y dulces cayeron, pero ninguno era la barra de chocolate. Frustrado y enojado pateé la máquina haciendo que el vidrio se rompiera.
Cinco: - Maldición. - Susurré.
Me dí la vuelta fijando mi vista en un pastel con cobertura de vainilla y del otro lado un hacha, ya tenía todo lo que necesitaba. Caminé metiendo el dedo al pastel, me lo comí y tomé el hacha en mis manos, respiré unas cuantas veces y me adentré al salón.
AJ: - Tú! - Exclamó el cabeza de pez al verme entrar. - Llamen a seguridad!
Una chica se movió a tomar el teléfono y me teletransporté evitando esa llamada. Sonreí ante la adrenalina e hice lo que pude para terminar con el trabajo y con cada uno de los que conformaba la junta directiva. Dejé a lo último lo mejor, lo que ella quería, AJ. Aparecí justo frente a él y cuando estaba a punto de hacerle lo mismo que a la máquina expendedora, la señora del cambio me tumbó haciendo que AJ saliera corriendo.
X: - Espero tengas dinero para pagar esa máquina, jovencito. - Estábamos tirados en el piso.
Cinco: - No quiero lastimarte. - Le dije forcejeando.
X: - No te tengo miedo niñito destructor. - La golpeé y me regresó el golpe.
Tomé impulso y la dejé inconsciente, tomé un palo de madera que estaba ahí y me fuí tras AJ, rápido lo encontré.
AJ: - ¿Ella te mandó, cierto? Puedo darte el doble de lo que ofreció. - Hice como que lo pensaba.
Cinco: - No lo hago por dinero. - Lo golpeé como si fuera una pelota de béisbol. Cansado cerré los ojos y respiré hondo.
Puse el pez en una bolsa con agua y se lo llevé al lugar en el que quedamos, ni siquiera tuve tiempo de limpiarme o algo, evité que la gente me viera así, en especial Ana.
La Encargada: - Y bien? - Dijo llegando y le mostré a AJ. - Lo tienes! - Exclamó con emoción y solo la miré serio.
Busqué el maletín que me daría antes de darle a AJ y claramente lo tenía, así que se lo dí.
La Encargada: - ¿Por qué tan serio? No digas que no estás lleno de adrenalina y emoción.
Cinco: - Si te lo digo. Hice esto solo por mi familia.
La Encargada: - Como digas. - Me dió el maletín. - Tienes 90 min.
Cinco: - Espera, no dijiste que era con tiempo! - Exclamé enojado.
La Encargada: - Ah no? Pues yo que tú empiezo a reunir a todos.
Me fuí rápido a casa de Eliot, me preguntaba porque había confiado tanto en ella después de todo, de todas y cada una de las mentiras, mamá de Ana, matar a Ocho, que tontería. Al llegar leí algo en el suelo con sangre "öga for öga", que era ojo por ojo en Sueco. Subí al segundo piso encontrándome con Eliot muerto y torturado, era claro que lo habían matado los Suecos. Escuché a Diego y Luther hablando con alguien, amenazaban a una señora llamada Olga Foroga, no sabía si decepcionarme más o reír. Escondí el maletín y me dirigí a ellos mientras me quitaba mi saco para limpiarme.
Diego: - Escucha Olga, mataste a uno de los nuestros, estarás muerta cuando caiga el sol... - Lo interrumpí.
Cinco: - Es öga por öga grandísimos idiotas, ojo por ojo en Sueco. Los suecos mataron a Eliot - Ambos me miraron.
Diego: - Número equivocado, excelente día. - Colgó.
Luther: - Tienes algo de cara en tu sangre. - Me dijo y lo ignoré.
Entré al baño a lavarme la cara y cambiarme la ropa lo más rápido posible, no teníamos mucho tiempo.
Cinco: ¿Y Ana?
Diego: - Creo que salió desde la mañana, dijo que iba a entregar algo.
Cinco: - Crees? Y la dejaste ir sola?
Diego: - Iba a acompañarla, Ocho y yo, pero no quiso. Pensé que estaría de vuelta pronto. - Caminé frustrado.
Cinco: - ¿Y dónde está Ocho?
Diego: - Fuimos por ropa, me aburrí y se quedó en las tiendas, debe estar por venir ya.
Cinco: - No puede ser. Escuchen, encontré la manera de volver, sin apocalipsis, todo normal. Pero nos tenemos que ir ya.
Luther: - ¿Cómo?
Cinco: - No importa, solo ve por Allison, Diego ve por Klaus y Ocho, yo iré por Vanya y Ana. Lleguen en 77 min. Es importante.
Luther: - Claro, en el callejón? - Asentí.
Diego: - Me voy a despedir de Lila.
Cinco: - Es de la comisión! Es mala! Te usó, supéralo.
No entendía como después de lo que hizo Lila, él seguía pensando en ella. Todo era un engaño como siempre, no teníamos nada de normal y era la única posibilidad para regresar, hice todo lo que no quería por ellos. Sabía dónde encontrar a Vanya y tenía una idea de dónde podría estar Ana, me sonaba a una cafetería, una amiga llamada María y un tonto llamado Andrew. No me podía enojar porque no estuviera ahí, no después de romper mi promesa.
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Acuérdense de todo lo que les he dicho. Ahora sí que ojo.
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The Umbrella Academy *TIME 2 *
FanficEn la primera parte hemos visto y conocido a nuestros personajes. Pero aún hay muchas cosas inconclusas, muchos secretos y nuevos problemas a los cuales nuestros protagonistas deberán enfrentarse. -Siempre fuiste tú... Por eso siempre te seguiría ha...