Capítulo 35: Yo

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NARRA ANA:

🔵FLASHBACK🔵

Tomé el cuaderno en mis manos con apuro y nerviosismo, me dirigí justo a dónde Pogo había dicho que era importante, Número 7 y Número 8. De parte de Vanya era lo que ya habíamos descubierto; ondas de energía por sonido, ese era su poder, así como las pastillas que la mantenían en calma. Hojeé más rápido para llegar a lo de Ocho.

La escritura me pareció tan conocida y las hojas se sentían tal y como en mi sueño, ligeras pero al mismo tiempo gruesas, la letra era hermosa al igual que la forma de plantear cada una de las palabras ahí

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La escritura me pareció tan conocida y las hojas se sentían tal y como en mi sueño, ligeras pero al mismo tiempo gruesas, la letra era hermosa al igual que la forma de plantear cada una de las palabras ahí.
Empecé leyendo: "Número Ocho, control de la telequinesis". Todo parecía normal, cosas que ya sabía y me sentía cada vez más tonta por creer que tenía visiones o algo así. Llegué a la última página en la que estaba algo escrito y llamó mi atención el que fuera más gruesa que las demás páginas, pensé que quizás había tomado dos por error, pero no. La moví varias veces y por accidente rompí una orilla, abrí los ojos temiendo que alguien me reclamara por eso un día. Con el dedo aplasté y me dí cuenta que definitivamente eran dos páginas, estaban pegadas. Con mucho cuidado despegué las hojas y me emocioné al notar más letras conforme iba despegando las páginas.

"Página secreta, genial. - Pensé".

Leí las páginas ocultas tratando de poner la mayor atención a todo: "Número Ocho, control de la energía". Leí de nuevo esa parte comparándola con lo que había leído anteriormente y un ¿Por qué? Se planteó en mi cabeza ¿Por qué había dos páginas con la información de los poderes diferente? ¿Hubo dos Ochos? ¿Se equivocó? La última era tonta, si se hubiera equivocado hubiera arrancado la página, tachado, borrado, no pegado de tal manera que fuera difícil encontrarlo. Bajé el cuaderno un poco y pensé cerrando los ojos tratando de explicar, cuando supe que no sabría el porqué seguí leyendo: "Lectura de mentes, movimiento de objetos a través de energía en el aire, manipulación total de la energía".

Ana: - Pero... Ese es mi poder. - Estaba muy confundida, pero no aparté la vista del cuaderno, continué:

"Entrenamiento secreto - Número 7 y Número 8: La unión de las dos fuentes de energía es provocar destrucción inminente si no se tiene el control total, esto se vió en el entrenamiento. Ninguna de las dos está lista para mostrar por completo sus poderes a los otros".

"Bien, eso explica el porqué los demás solo saben sobre la telequinesis, lo demás era un secreto. - De nuevo en mi mente".

Recordé los paraguas en mi cuaderno al igual que todos aquellos deja vú sin sentido que venían a mi mente desde que estaba con los Hargreeves, por más loco que me parecería miré mi muñeca buscando el rastro de algún tatuaje, ridículo sinceramente, no había nada allí. Volví mis ojos a la página del cuaderno y logré ver un dibujo pegado sobre la hoja, estaba ya muy tenue por el paso del tiempo, fruncí el ceño al darme cuenta de que era una mariposa; estaba contorneada con un ligero color rojizo anaranjado, conocía perfectamente esa mariposa, la soñé, yo la creé.

RECUERDO:
X: - ¿Qué dibujas? - Miré mi hoja en la que había mariposas.
Ana: - Mariposas.
X: - Siempre dibujas lo mismo. Yo me hice a mi con superpoderes.
Fin del recuerdo.

Casi como broma me fui a las páginas de las notas de Vanya y en la última al final había una hoja pegada con un dibujo: ella con superpoderes. Reí por inercia y después de pensarlo con más cuidado todo parecía tener sentido, dejaba de ser ridícula la idea de que yo era Ocho y como punzadas en mi cabeza se repetían una y otra vez las palabras: YO SOY OCHO HARGREEVES.
¿Irónico, cierto?
Me quedé viendo a la nada no se cuánto tiempo en realidad procesando, miré mi muñeca de nuevo y entonces vino el recuerdo claro, sin misterio, sin secretos.

RECUERDO:
Yo: - Un tatuaje? - Dije desconcertada - ¿No reconocerías a tus hijos sin un tonto tatuaje?
Reginald: - No se trata de eso, número Ocho. Solo obedece. - Contestó frío.
Ana: - No quiero, no voy a marcar mi cuerpo con algo permanente, ni siquiera somos mayores de edad.
Reginald: - Lástima, no estoy preguntando.

Caminé enojada hasta mi cuarto cerrando la puerta con fuerza y tumbándome a la cama.

Cinco: - Con que marcar tu cuerpo permanentemente eh? - Soltó una risita y lo miré aún enojada. - Cambia esa cara, te vas a arrugar y te verás más fea. - Relajé el rostro. - Mejor.
Yo: - Ayúdame a escapar, no me quiero tatuar, todo el mundo verá que soy una chica con superpoderes, solo quiero ser normal, al menos un poco. Hasta Superman tiene doble vida.
Cinco: - ¿No es más fácil admitir que le tienes miedo a las agujas?
Yo: - No le tengo miedo a las agujas. - Él levantó una ceja. - Ash, cállate. - Se sentó a mi lado en la cama.
Cinco: - Te ayudaré, no tarda en venir el tatuador. A cambio... - Rodé los ojos. - ... Me ayudarás a convencer a papá de que estoy listo para practicar los viajes en el tiempo. - Lo pensé un poco y acepté.

Unos minutos antes de que llegara el tatuador Cinco y yo nos escabullimos a su cuarto, abrimos la ventana y me ayudó a pasar a la escalera que daba abajo donde estaba el contenedor de la basura.

Cinco: - Ten cuidado. - Le sonreí. - Si te caes harás ruido y nos atraparán, tonta. - Suspiré.
Yo: - Ten por seguro que te devolveré el favor. Vuelvo en algunas horas, subiré por aquí. - Asintió. - Gracias hermanito. - Le dí un beso en la mejilla y bajé por la escalera.
Fin del recuerdo.


Las lágrimas ya recorrían mis mejillas otra vez, todo el tiempo de verdad eran mi familia. Era tan loco que no podía siquiera llorar agusto, ¿Qué había sucedido? ¿Por qué estaba aquí ahora? ¿Qué me pasó ese día que fuí tras Cinco? Mi cabeza le daba vueltas y más vueltas al asunto y no lograba entender, necesitaba seguir recordando y sobre todo hablar con los demás. Nos habían engañado con mucha crueldad. Sequé mis lágrimas y puse el cuaderno en un lugar seguro. Traté de tranquilizarme pero era claro que no podía, tantas cosas venían a mi cabeza, pequeños fragmentos de lo que fuí, risas, castigos, peleas, entrenamientos.... Siempre supe que Vanya tenía poderes y me hizo callar, él sabía que necesitaríamos esa información algún día. Era triste que lo recordara tarde.
Estaba sentada en el piso con la mirada en la nada y mis pensamientos en todo. Solo quería ir con Paula, acostarnos a ver películas mientras comemos nieve, bailar hasta el cansancio y terminar dormidas en la madrugada haciendo llamadas de broma. Quería regresar a casa.
Escuché que se abría una puerta y mi corazón se aceleró al igual que mi respiración, pronto comencé a temblar.

"¿Ataque de pánico? - Me pregunté a mi misma".

No quería que sucediera eso de nuevo, no había tiempo para ningún desmayo o para que se preocuparan por mi. Cerré mis ojos y respiré hondo y lento, lo hice varias veces hasta que me sentí normal. Hubo pasos por las escaleras y cuando ví a "Ocho" no hice más que reaccionar mal.

.....



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Continuación del flashback en el siguiente capítulo. Chao ✌️

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