The Umbrella Academy *TIME 2 *

Capítulo 17: De malas

NARRA ANA:
Dormía plácidamente cuando me llegó un olor a comida que hizo que mi estómago reaccionara de inmediato con un gruñido que se escuchó por toda la habitación silenciosa. Una risa hizo que abriera los ojos y volteara a dónde provenía.

Cinco: - Levántate, vamos a desayunar. - Me dijo mientras se colocaba una limpia camisa blanca.

"Primero que nada, buenos días espanto"- Mi mente dijo, pero yo no.

Me quedé viéndolo cuestinándome toda mi existencia. Se dió cuenta que aún lo miraba y solo se rió abotonándose el último botón que quedaba.

Cinco: - Sabes... Me estoy cambiando.  - Le fruncí el ceño confundida, hasta que mi mente hizo"click".

Me giré rápidamente a otro lado para no verlo y soltó una carcajada. Mis mejillas se sintieron calientes, era más que claro que ya me había sonrojado de la vergüenza.

" Que tonta. Pero, solo fueron los últimos botones, jamás ví nada, aahhh... Pero, alto alto. Durmió sin camisa? DURMIÓ SIN CAMISA? - pensé.

Me senté en la cama rápido y lo miré en shock, estaba tomando su corbata.

Cinco: - ¿Quieres que me salga para que te cambies?

Ana: - No, eh... Yo iré a desayunar primero, voy al baño.

Cinco: - Dormiste bien? - Se puso su chaqueta.

Ana: - Más o menos. Tuve un sueño extraño que me despertó. Pero sin duda dormí mejor que todos las demás noches. - Me miraba y sonreía, no sabía si era porque le gustaba o le parecía gracioso algo.

Cinco: - Bien. - ¿Cómo que bien?  ¿Es todo?

Me levanté para ir al baño, hice lo que tenía que hacer, lavé mis manos, me rasqué la cabeza para ver si ya despertaba bien; me ví en el espejo y "oh", de eso se reía. Estaba horriblemente despeinada, tenía lagañas en los ojos, la nariz roja y lo peor de todo baba seca bajo las mejillas. No sabía si reír o llorar. Lavé mi cara con agua fría y me cepillé los dientes y el cabello. Nadie más me vería así, no lo permitiría.

Salí de cuarto y me senté en la mesa, Luther cocinaba, Diego se sentó a mi lado, Eliot estaba parado en el marco de una puerta y Cinco preparaba café.

Ana: - Hola.

Diego y Luther: - Hola!

Eliot: - Buenos días. - Todo mal en esa oración.

Ana: - ¿Qué tienen de buenos? - Todos me miraron. - ¿Qué? - Diego negó con la cabeza y todos siguieron en los suyo.

Diego: - ¿Pues qué le hiciste Cinco?

Cinco: - Anoche no cenó y se despertó en la madrugada por un mal sueño.  - Diego asintió entendiendo.

Cinco tomó leche y lo vertió en una taza con café, le puso dos cucharadas de azúcar y me lo dió.

Ana: - Gracias.

Luther se sentó con la comida en la mesa y comenzó a comer, al parecer solo se había hecho desayuno a él.

Ana: - ¿Todos vamos a comer de ahí? - Me miró desconcertado con el tenedor a medio camino a su boca.

Luther: - Yo... Es que. - Lo veía ingenua pero medio enojada el mismo tiempo. - ¿Tú querías?

Ana: - No. - Respiró aliviado y se comió el bocado. - Yo quiero. - Todos se le quedaron viendo a Luther, pues fácil se había hecho unos 15 huevos revueltos.