Capítulo 30: Alguien más

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NARRA CINCO:
Después de lo de Vanya regresé al callejón esperando encontrar por lo menos a la mitad de nosotros ahí. Claramente no me sorprendí al solo ver a Luther y Ocho, pero si me extrañó no ver a Ana, más bien me preocupó.

Cinco: - ¿Dónde están los demás?

Luther: - Allison dijo que venía, llegó su esposo y le dí unos minutos para que se despidieran. Los demás no sé.

Ví como Ocho volteó a otras partes evitando mi pregunta. Ella se dió cuenta y decidió hablar.

Ocho: - Ella vino, pero se fue otra vez. No estaba muy contenta, Cinco.

Cinco: - ¿La dejaste ir? Te dije que no dejaras ir a nadie. - Estaba empezando a enojarme.

Ocho: - Lo sé! Ella es muy terca. No le importó que quedara poco tiempo para irnos. - En ese instante algo me hizo sentido, algo no particularmente bueno.

Cinco: - Espera... ¿Le dijiste del maletín? - Arrugó el ceño algo confundida.

Ocho: - Pues solo se lo recordé, que nos quedaba poco tiempo para usar el maletín que trajiste. - Me moví el cabello con frustración. - ¿Qué?

Cinco: - Ella no sabía nada. No le dije. - Abrió la boca sorprendida.

Ocho: - Ella me dijo "es cierto, casi lo olvido" o algo así, parecía saberlo. Lo siento, Cinco.

Cinco: - Sinceramente no se que es lo que pretende Ana con esto. Diablos!

Me teletransporté de nuevo al auto para volver a buscar a Ana, no me iría sin ella. Claramente sabía que debía estar a tiempo, pero no lo estaba y aunque no se que es lo que buscaba con salir huyendo, no me iría sin ella. No entendía el porqué el enojo la haría perderse la oportunidad de volver a casa, ya estaba hecho, tenía que ir. Me molestaba un poco eso, que sabiendo lo que hice, se haya ido y que no haya llegado. Repetí el mismo camino una y otra vez, entonces me fuí buscando en una cuadra más cada vez, así hasta que ví a María caminando por una banqueta, rápido salí del coche y la detuve.

María: - ¿Cinco? - Parecía nerviosa.

Cinco: - Voy a preguntarte algo, necesito que seas sincera. ¿Sabes dónde está Ana? - Ella tragó saliva y negó.

María: - La ví en la mañana, me entregó el vestido y los tacones. Luego regresó a su casa. - Eso era verdad, pero había algo que no me decía.

Cinco: - Bien. ¿Y qué hacías en el edificio?

María: - Es personal, disculpa. - Quiso irse y la detuve tomándola del brazo.

Cinco: - Si no me lo dices estarás en graves problemas y desearás haberme dicho todo desde el principio.

María: - Estaba con mi novio! - La solté. - Es el departamento de mi novio.

Cinco: - ¿Segura? - Asintió. - Dime el número del departamento.

María: - Claro que no.

Cinco: - Escucha, no tengo tiempo que perder, me dices o entro a buscar cuarto por cuarto hasta dar con tu novio y créeme que te quedaras soltera. - Dije amenazándola. No haría tal cosa, pero ella pensaba que era capaz y causarle miedo era todo lo que quería.

Terminó diciéndome y me teletransporté a dónde me dijo. Me encontré a Ana y Andrew dándose un lindo abrazo, me senté en una silla en silencio a esperar que acabara su mágico momento. Ella estaba ahí pasándola con alguien más mientras yo asesiné para que pudiéramos volver a casa. No aguanté e hice ruidos, ella volteó y para mí sopresa estaba enojada, ella enojada; después de lo que hice por nosotros, por ella, estaba enojada y era quien estaba abrazando a otro chico, hizo que su amiga me mintiera y me hizo buscarla por cada maldito rincón porque no podía llegar a tiempo a algo que sabía que era importante.

 No aguanté e hice ruidos, ella volteó y para mí sopresa estaba enojada, ella enojada; después de lo que hice por nosotros, por ella, estaba enojada y era quien estaba abrazando a otro chico, hizo que su amiga me mintiera y me hizo buscarla por ca...

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Aún así se dió a la tarea de ignorame hasta salir del edificio, sin más remedio que cargarla y llevarla de una vez por todas al callejón con los demás.

Ana: - Ya suéltame! - Me gritó en cuanto llegamos y la bajé.

Vió a Luther y Ocho respirando con enojo y sin soltar un cuaderno que tenía.

Ana: - ¿Y los demás?

Luther: - Ya deberían estar aquí. ¿Por qué no llegabas? - Agradecí internamente que Luther le preguntara.

Ana: - Estaba por venir, aún quedan 12 minutos. - Le contestó segura.

Luther: - No, quedan 4 minutos. - Abrió los ojos sin creerlo.

Ella miró su reloj y después miró con furia a Ocho. Se me hizo curioso, jamás la ví tan enojada y por qué lo estaría con Ocho.

Ocho: - Lo lamento mucho, de verdad. Entendí que quedaba ese tiempo.

Ana: - No, sabías exactamente lo que hacías y decías. No querías que llegara. - Miré a Luther asombrado y me regresó la mirada.

Ocho: - ¿Qué? ¿Cómo puedes pensar eso? Solo me equivoqué.

Ana: - Deja de hacerte la buena, no te creo. Lo hiciste a propósito. No te he hecho nada, pero me haces sentir que todo lo que hago está mal. - Se acercó a ella enojada . - Por tú culpa casi no llego.

Ocho: - No es justo. No es justo que me trates así, Ana. Pensé que podíamos ser amigas. De verdad lo siento tanto. - Sus ojos comenzaron a ponerse rojos por querer llorar.

Cinco: - No culpes a Ocho, Ana. Si le hubieras hecho caso cuando te dijo que no te fueras, nada de esto habría pasado. Dí claras instrucciones de que debías quedarte y te fuiste. Tú eres la única culpable.

Yo también estaba enojado y quizás no debí meterme, por lo menos no de esa manera, pero estaba muy cansado y todo se estaba volviendo más pesado y ellas solo seguían discutiendo. En realidad solo Ana seguía discutiendo y buscando problemas dónde no los había porque no podía reconocer su error.







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Es mi cumpleaños!! Taraa jaja 🥳. No todos los años le das 17 vueltas al sol un día 17.

Discúlpenme, me voy a llorar y a hacer mis propias teorías. Hasta la vista 😭

The Umbrella Academy *TIME 2 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora