En la primera parte hemos visto y conocido a nuestros personajes. Pero aún hay muchas cosas inconclusas, muchos secretos y nuevos problemas a los cuales nuestros protagonistas deberán enfrentarse.
-Siempre fuiste tú... Por eso siempre te seguiría ha...
NARRA ANA: Mientras abrazaba a María después de cantar con Andrew sentí algo que no sentía hace días. Ese escalofrío acompañado de la ligera estática en mi cabello, por fin podía sentir que mis poderes estaban ahí. Levanté la mirada para comprobar que todo estuviera bien, ya que esa energía solo significaba una cosa: Estate atenta. Fue cuando lo miré ahí parado viéndome con su típica sonrisa de lado. En ese momento me dieron unas ganas inmensas de llorar, pero me contuve, lo que no pude evitar fue ir corriendo a sus brazos y sentir su calidez y sentirme segura una vez más, es lo que me hacía sentir que todo iba a estar bien, todo estaba por mejorar; por lo menos eso era lo que pensaba.
Ana: - Extraño mi blusa amarilla. Me siento así en este momento. - Cinco rió.
Cinco: - Buscaremos dos. - Levanté una ceja confundida. - También me siento amarillo. - Ambos sonreímos y nos volvimos a abrazar.
Significaba mucho para mí ese abrazo, a él no le gustaba la atención de más gente, siempre los cariños y todo eso era a solas, pero parecía no importarle esta vez, eso me parecía lindo.
Andrew: - Mjm.... Ajmmm. - Andrew carraspeó para llamar la atención.
María: - Andrew!! - Le dió un codazo por arruinar el momento y les sonreí.
Andrew: - Tú de nuevo. Creí que te había dicho que no volvieras. - Fruncí el ceño.
Cinco: - No estoy aquí por tí. Estoy por Ana, ya nos vamos.
Andrew: - Oye, oye, no se quién eres, pero no puedes llevártela. - Dudó un poco. - Es mi novia.
María y yo nos miramos exaltadas y Cinco bajó la mirada, no sabía que hacer ni porque Andrew había mentido, estaba por decir que no era cierto, pero Cinco habló primero.
Cinco: - Es una verdadera lástima... Que pienses eso. - Comenzó a reír y Andrew se enojó. - Ella no tiene novio, no todavía. - me miró y me sonroje.
Ana: - Escucha Andrew. Está bien, no hace falta que mientas. Él es con quién vine. - Andrew dejó de fruncir el ceño.
María: - ¿Es tu hermano?
Ana: - amm... No. Es el otro chico del que te hablé.
María: - Ya veo. Ahora entiendo el: aún no. - Le extendió la mano a Cinco. - María, es un gusto por fin conocerte. Ana me habló mucho, demasiado sobre ti.
Cinco: - Eso es bueno. Soy Cinco - Igual le dió la mano.
María: - No sé que esperas para convertir ese "aún no" a "Es que ella es mi novia". - Cinco abrió la boca para decir algo y luego se arrepintió. ¿Nervios? Yo si lo estaba.
Ana: - Ajaja. Cómica, no?
Andrew: - Entonces... El estudiante este es tú... por así decirlo, amigo? - Asentí decepcionada. - Y pensar que le dijiste amargado. - Abrí los ojos.
Cinco: - ¿Cómo dices?
Ana: - Es que, no. Él te describió muy malo, como si le hubieras robado o algo. Yo solo jugaba.
Cinco: - Ana, tenemos que irnos, hay cosas importantes que debemos hacer.
María: - ¿No van a quedarse? Es mi cumpleaños, disfruten y se van más al rato. Por favor. - Miré a Cinco suplicante.
Cinco: - Quisiera complacerte, Ana. Pero... Tenemos que buscar a los demás.
Ana: - Lo siento. Me tengo que ir. Gracias por sus atenciones, gracias por hacerme sentir acompañada y por ayudarme. Espero volver a verlos algún día.
Sabía que no me correspondía estar aquí en esta época y que quizás no los volvería a ver, igualmente estaba muy agradecida.
Ana: - Pero debemos ir a casa de María a devolver el vestido.
María: - Quédatelo, no es mío, es el de mi hermana y ya no le queda. Se lo robé cuando eso pasó, pero a mí me queda corto.
Cinco: - Me miró. - Pequeña enana. - Casi lo mato con la mirada.
Ana: - Tengo la altura que necesito.
Cinco: - Nadie dijo que no, gracias a eso te queda el vestido. - No podía reprocharle nada ante eso.
Ana: - Gracias María. Jamás olvidaré esto.
Ya no había razón para volver a su casa, ya que usaba mis cómodos tenis con los que había llegado. Ella me ofreció tacones, pero no tenía ganas de después enojarme porque me dolerían los pies, estoy segura de eso.
Me despedí y agradecí a Elisa y Daniel que me habían ayudado tanto. Igualmente Andrew se despidió de mi con un fuerte abrazo.
Ana: - Fue un honor cantar contigo, tendrás un gran futuro, te deseo mucho éxito. - Le dije bajo mientras nos abrazabamos.
Andrew: - Gracias e igual loca. Cuídate. - Me seguía abrazando, lo dejé abrazarme porque sentía que era un abrazo muy genuino sin otras intenciones. - ¿Puedes decirle a tu novio que me deje de mirar así?
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Me separé del abrazo.
Ana: - Podría, pero no garantiza que deje de hacerlo. Descuida no hará nada.
Cinco: - ¿Nos vamos?
Ana: - Nos vamos.
Me tomó de la cintura y me encaminó hasta la puerta, la abrió y me hizo pasar primero.
Cinco: - Ay no. ¿Se fue? - Dijo ya una vez afuera del lugar.
Ana: - ¿Quién?
X: - Aquí estoy. - Dijo una voz tras de nosotros que reconocí al instante.
Ana: - Vanya! - La abracé. - ¿Estás bien? Te ves mejor.
Vanya: - ¿Y Tú eres? - Me reí y ella siguió seria.
Ana: - ¿De verdad no sabes quién soy?
Vanya: - Lo siento, pero no. - Busqué a Cinco con la mirada para que me explicara.
Cinco: - Perdió la memoria en un accidente al llegar aquí, no recuerda nada.
Ana: - Soy Ana Paige. Amiga de tu familia.
Cinco: - Ella es como una hermana, eso la consideras, Vanya.
Vanya: - ohhh. Nuestra hermana.
Cinco: - Suya. - Vanya frunció el ceño.
Vanya: - Tuya no?
Cinco: - No.
Ana: - Nuestra relación es algo complicada.
Vanya: - Entiendo. Se gustan. - Me quedé callada porque me daba nervios decir que si.
En realidad si era algo complicado. Más de lo que ella creía entender. Cinco solo atinó a asentir y caminamos en busca de Luther.
