Twenty-one threads: Lo que se sonríe

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Abre los ojos y da un chillido del susto por tener una araña a pocos sentimientos de su cara. Cuelga y mueve las pinzas de su boca. Sube, sin llegar a tocarlo para alivio de Hoseok. Baja de la telaraña y se palpa el cuerpo. No tiene ningún golpe y asume haberse desmayado por el vértigo. Es alguien cobarde y eso nunca va a cambiar. La iluminación tenue hace que el espacio sea un poco menos escalofriante y aprecia la intención.

— ¿Me pueden ayudar a subir? —balbucea inseguro. Hay muchas arañas aquí, de patas largas, delgadas y abdomen redondo con patrones particulares. Una de ellas empieza a hacer algo. Hoseok arruga la cara. No sabe si es peor verlas coser con el culo o que lo hagan al escupir. Ambas se ven horrible. En última estancia, recibe lo que es un pequeño broche en forma de pavo real.

—Sí, sí, necesito ir con él. —sonríe satisfecho, pues da a entender que se comprenden. Las arañas le señalan una dirección con las patas un pequeño camino con iluminación y sin nada que lo interrumpa. Agradece y se pone en camino.

El abismo parece de película de terror, con el único cambio de que puede ver que hay a su alrededor. Sabe que hay arañas, ellas no se interesan en interrumpirlo o asustarlo. Su andar es cauteloso, con la sospecha de que aquí debe haber algo más. Duda que un lugar como éste haya un espacio vacío y nada más. Es muy grande como para solo ser vacío.

— ¿Tanto nos alejamos? —Se pregunta en voz alta. Sin ver a Namjoon o Jungkook por ningún lado—. Ellos también deben haber caído en alguna telaraña. —asume Hoseok. Después de todo, están por todos lados. Duda que tengan tan mala suerte de atinar justo en el espacio donde no hay nada.

Su camino se ve interrumpido de notar que hay espacios llenos de telarañas comunes con elementos semi ordenados como libreros y clósets. Se atreve a acercarse, toma uno de los libros exhibidos ahí y lo abre en el inicio.

—Año cincuenta y cinco... —Pasa algunas páginas—. Tuve un día bastante aburrido. Apenas hay cosas en este mundo. Debo crearlo todo aún... Ouh~ es un diario ¿Por qué estará aquí abajo?

Se siente chismoso de leer el diario de alguien más, pero le brinda una mejor idea de cómo piensa el dios tan extraño que les causa problema. Taehyung hasta el momento había dejado ver muchas cosas, con esto confirma algunas de ellas y otras salen a relucir. La principal y que llega a causarle ternura, es la forma en que Jimin se refiere a los humanos.

"Hoy tejí muchísimo ¡Eso quiere decir que hubo muchos dejando ir sus sentimientos! Cuadros, canciones, incluso bailes. Quisiera ir a verlos, animarlos a que continúen haciéndolo porque les hará muy felices. Los humanos son tan encantadores, tan geniales. Lo que hacen, lo que consiguen plasmar y sus ganas de no parar. Los amo tanto."

"Tae vino a acompañarme un tiempo. Su mundo y el mío corren con el mismo tiempo así que está acostumbrado. Me contó que se siente algo solo allá, aunque tiene varios amigos que van de vez en cuando. Como Seojoon y Wooshik. Me entristece verlo así, por lo que me aseguré de que no dejará de sonreír y divertirse todo el día. Mañana continuaremos jugando."

"¡Noooooooooooooooo! ¡Los humanos hacen cosas tan feas! Hacen que los niños odien el arte ¿Por qué los lastiman? El arte debe ser para expresarse, para sacar aquello que está tan profundo en el pecho y no hay forma de hacerlo salir ¡Y ellos los lastiman! Quisiera estar ahí. Podría detenerlos. Tienen voces hermosas que podrían calar hasta en el corazón más duro, pero lo que nace del dolor no va a ningún lado, sino al sufrimiento mismo. A veces son tan crueles y decepcionantes."

Y sigue.

Y sigue.

Casi todo lo que hay son cumplidos y alegría por la forma en que los humanos no paran de hacer arte en sus distintas formas. Aborrecer cuando es obligado y así asesinan el espíritu más puro de la representación artística: la pasión. Para Hoseok es muy tierno, suena como un niño feliz de ver a otros divertidos en su fiesta. Llega a una conclusión simple. Jimin se alegra de que su existencia tenga lugar a resultados tan buenos y entrañables. Siendo dios del amor al arte y en el arte, a más artistas hayan poniendo su corazón en ello, más presente será él.

Más valor tiene su existencia.

Al mismo tiempo, a más fuerte sea Jimin mayor será la capacidad de los artistas para seguir.

Un intercambio equivalente lleno de dulzura.

Llama su atención cuando habla de Taehyung, el que tenga dibujos pequeños de él metidos entre las páginas de los diarios y cuadros grandes de ambos mezclados entre los muebles y telarañas de este espacio. Le da a pensar que tiró todo aquí a propósito, pero ¿Por qué? Se queda con uno de los dibujos de Taehyung. Está dormido, el cabello sobre la almohada y plumas desperdigadas en torno a él. Un cuadro fantástico y perfecto con el que no resiste sonreír.

La manera en que cada trazo manifiesta un cariño inmenso por quién estaba posando sin saberlo. Continúa su camino por el abismo, mira de tanto en tanto los cuadros que hay alrededor. Algunos solo de Taehyung, otros de Jimin que permanecen incompletos por estar rasgados. El último en la zona le llama la atención.

Es Jimin que usa mangas largas que cubren sus manos, surgidas de debajo de su hombro; un top atado a su cuello y del que penden hilos brillantes llenos de piedras preciosas; una falda abierta con la que su pierna derecha y maquillada con patrones se expone; cabello peinado con trenzas, flores y anillos de oro. Sus labios rellenos pintados de rojo y ojos fijos en la persona quién toma su mano: Taehyung.

Pantalón negro, camisa cerrada llena de volantes en el pecho; las mangas con plumas de pavo real al borde; una capa sujeta con una cadena y que cubre su hombro derecho. Patrones propios de un pavo real para decorar y...

No ve sus ojos.

No logra ver casi nada de su cara.

Tachada de forma rabiosa y descuidada con una flecha enorme y varias palabras.

—Traitor... liar... faker...

Fruncelas cejas ¿Qué pasó?

Invisible Thread || NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora