—A partir de ahora estarás en clase de yoga todos los domingos para que te relajes... O aumentar las clases de boxeo para que sueltes la rabia en esos sacos.
Yoongi intenta ser ocurrente y hasta cómico, pero Jungkook permanece mirando el techo. Por fortuna, un área del palacio bastante lejana, está en perfectas condiciones. No solo van a evitar cruzarse con Jimin. Lo cual es casi imposible de no hacer siendo su palacio, pero también pueden evitar mucho contacto.
Jungkook no quiere mucho contacto. Así de simple. Ha permanecido callado por tres días en los que Yoongi rellena el silencio, pero nunca ha sido bueno en esa categoría. Por el contrario, es el callado de la relación. Jungkook debería ser el que parlotee. Diga alguna cursilería. Se ponga a llorar ¡Algo! Y no. Está mudo.
— ¿Hasta cuándo vas a ser un fantasma andante? —reclama Yoongi preocupado—. Ya pasó, ya se acabó y aunque fue horrible, pasó. Deja de-
—Ni siquiera entiendo qué me pasó—admite Jungkook. Su voz baja y vista aun en los adornos del techo—. De repente me sentía tan—Levanta las manos y las mira. Tiene algunas zonas rasposas. No se imagina que habría pasado de tener más tiempo la espada—. Fuerte.
— ¿Fuerte? ¿En qué sentido? Eres fuerte ¿O no ves tus brazos?
—Era distinto—Se sienta y el cabello negro le cae por el hombro. No se lo ha podido cortar en todo este tiempo, así que se encuentra en un estado similar al de Yoongi—. Porque me sentía tan fuerte que nada podría hacerme daño. Que podría destruir lo que quisiera. Fue distinto a las otras veces que lo veía.
A más lo piensa, mayor escalofrío le produce. Sus encuentros con Jimin le daban una vibra de inferioridad. Saber que no podría hacer nada contra él. Es un dios. Es inmortal o al menos, muy complicado que matar. Con la espada en las manos eso cambio. Al tenerlo de frente, se le hizo como cualquier otro idiota que estuviera molestando. Que causar daño no estaba lejos de su capacidad en lo absoluto. Todo lo contrario, que incluso podría matarlo. Toma el collar en su cuello y se lo quita.
Prefiere quedarse mirando cómo un tonto a volver a lo que hizo. Apenas perdió esa capacidad fue terrorífico. La culpa lo tormenta. Se lo intenta comer vivo. Porque él también es muy consciente de lo que hizo: que asesinó a todas esas arañas, que chillaban, que no querían lastimarlo y respondían a lo que ellos hacían a su progenitor. Una reacción normal a la agresión.
Jungkook quisiera no haberlo hecho, pero lo hizo y ya no tiene solución. Yoongi le da un gesto incómodo, palmea en un brazo y dice lo único que se le ocurre para ayudarlo.
—Quizá si le pides perdón, puedas sentirte al menos un poco mejor.
Jungkook arruga la expresión ¿De qué va a servir pedir perdón ahora? Jimin no lo va a perdonar. En su lugar tampoco perdonaría al maldito asesino de sus hijos. Al que vio bañado en sangre de ellos. Es tonto. Además de estirar al mil porciento las capacidades del pobre dios del amor que estuvo a punto de mutilar incluso más de lo que había hecho.
—Con palabras no—Lo empuja suave y recuesta la mejilla en el hombro de Jungkook—. De una forma que entienda mejor. Estuve aquí con él por mucho tiempo, tengo una idea de qué podría servir. Tan solo tienes que arrepentirte de verdad.
—Sí lo hago. Yo no quería matar a nadie... ni a nadie.
Aún recuerda los chillidos. Que sonaran humanos. El hecho de que sean criaturas usualmente de pesadilla, horror y asco, pero ¡Son las mismas que le tejieron mantas por meses! Ropa, incluso un muñeco de felpa y lo dejaron saltar en su lomo. Eran como personas. Seres pensantes y sensibles a los cuales cortó.
Sufre un escalofrío y baja la cabeza con desagrado por la sensación de la sangre aun encima. Que lo empapa y ensucia. Tardó horas en poder quitársela de encima y en el estrés rompió a llorar por sus acciones, sin siquiera huir de ellas durante el baño o en sueños. Sus pesadillas no están llenas de arañas que vienen a comerlo, a torturarlo, a ponerlo en una telaraña a metros del suelo. Ni siquiera con matar a Yoongi, su familia o cualquiera de sus amigos.
Sus pesadillas estos tres días han sido él mismo con la espada en la mano y no poder detenerse de no querer herir a nadie.
~ * * * ~
Namjoon lamenta no haber visto el palacio en su mejor momento. Ahora está vacío, oscuro y frío como aquel abismo en el que cayeron. Es deprimente y lo hace sentir incluso peor porque muchas pinturas en las paredes le gustan. Se ha detenido varias veces para admirarlas. Quisiera tener su celular encima y tomarle foto.
De su manga sale la araña albina, mueve sus patas delanteras con intensión de señalar algo. Namjoon lo persigue con la mirada y al no hallar nada, camina en ese rumbo. Más decaído y deteriorado que antes. Llega hasta la entrada a un jardín. Los arbustos perdieron buena parte de sus hojas, las flores están marchitas y la fuente central a pesar de funcionar, parece ser una fuente de sangre por agua que refleja el cielo rojizo. Se da cuenta de la figura pequeña débil recostada de la fuente. Con apenas dos arañas como compañía.
— ¿Estás bien? —pregunta por inercia. Jimin lo mira. Su rostro pálido de grandes ojeras negras, labios rotos y heridas a lo largo de todo él. Silencio momentáneo que lleva a una respuesta que no tiene nada que ver y Namjoon preferiría no haber escuchado.
—Me agradeciste por existir, pero la verdad... No tienes que hacerlo. No gastes energía en algo que no vale nada.
"Algo"
"No vale nada"
—Quizá no debías detenerlo—Recuesta la cabeza—. Me quitaste la oportunidad de morir que tanto buscaba. Ahora debo aguantar lo usual.
Namjoon no le dice nada. No sabe qué decir. Nada aparte de que está diciendo auténticas tonterías inciertas para cualquiera. Aunque claramente, a Jimin no le interesa la opinión de nadie. Un romántico soñando con la muerte no es nada nuevo, lo preocupante es que solo le confirma una cosa: Jimin no es más que un pequeño y lastimado dios que ni siquiera sabe lidiar consigo mismo, lo que quiere y lo que piensa.
Es tan deprimente.
La araña se queda escondida en la manga de Namjoon para sorpresa de él mismo. Decide ir a sentarse con Jimin. Por más que insistiera en que quiere estar solo, no piensa permitírselo. Se sienta a una distancia considerable y no habla en lo absoluto. Permanecen ambos en silencio sin que Jimin le dirija la mirada siquiera. Se queja de vez en cuando, las heridas que curan con lentitud agobiante son lo que provoca esos sonidos.
Namjoon nota que hay más arañas pequeñas, cerca suyo y que se buscan de refugiar en él tanto como en Jimin más adelante.
— ¡Eh! ¡Namjoon! —Gira la cabeza a la derecha, encuentra a Hoseok. El diseñador abre los arbustos para poder hablar bien con él—. ¿Puedes acompañarme un momento? Necesitamos que nos des tú opinión sobre algo.
Jimin tose y se limpia el mentón, sigue en escupir telaraña y sangre. Namjoon arruga la cara y niega con la cabeza.
—Iré más tarde. —dice Namjoon. Hoseok estuvo a poco de insistirle, hasta que se da cuenta del gesto que le hace el más alto.
— ¡Vale! —exclama sonriente—. Es en el lado oeste del palacio—Jimin levanta la cabeza ¿Qué hacen allá? Sabe que se esconden ahí, porque no suele ir a ese lado, pero ¿Qué pueden estar armando? Por no decir que ya es lo suficientemente irrespetuoso andar en casa ajena como si fuera la propia—. ¡Disculpa! ¿Podrías no ir ahí? Necesitamos que sea un secreto.
—Iré después—Repite Namjoon, Hoseok se marcha a paso saltarín—. Es muy entusiasta. A veces demasiado y... bueno, lo siento por lo de estar invadiendo tu casa. Es un poco feo, pero supongo que tienen una buena razón.
—Si eso crees.
Jimin estuvo ahí un par de horas más. En las cuales, asume que fueron para relajarse con el agua de la fuente. O estar en contacto con la naturaleza viva e inofensiva. Sea cual sea la razón, lo acompañó hasta que se levantó y se fue en silencio. Hay tanto en todo lugar que atormenta a cualquiera. Quien diría que iba a extrañar a las arañas y sus pasos de repiqueteo.
Se dirige a donde Hoseok le pidió y lo que lo sorprende gratamente. Hoseok se acerca dando pequeños saltos.
— ¡Bien! ¿Qué opinas? ¿Crees que le guste?
—Es imposible que no. —sonríe divertido e inclina la cabeza. Un mural a medio pintar por Jungkook, supervisado por Yoongi que come mandarinas y Taehyung que hace pajarillos venir con pinturas de diferentes colores.
Sí, será una buena forma de al menos pedir perdón.
ESTÁS LEYENDO
Invisible Thread || NamMin
Fanfiction"Uno a uno los hilos se unen a ti. Antes de que te des cuenta, la araña te va a consumir y serás feliz de que solo se fije en ti. Porque el amor mismo será quien te haga vivir" Fantasy!AU Paring: NamMin [Kim Nam-Joon x Park Ji-Min] - VHope [Kim Tae...