Invisible Thread || NamMin

Twenty threads: Tontera que cae

—NAMJOONNN.

—Estás en la luna hoy ¿Eh?

—En una de las tres que hay.

Namjoon guiña repetido y se frota la cara con ambas manos. El problema no es que esté cansado, adolorido por dormir en el maldito piso con un hombre medio araña pegado a él. No, ese no es, el problema real es que se siente tan malditamente bien que no consigue pensar. Una especie de éxtasis interminable con el que sigue siendo de noche, sigue con el dios del amor artístico y sigue con su voz en susurros con la repetición de su único pedido: continúa antes de que me vaya.

¿Por qué se fue? No tiene idea. Supone que para volver a su palacio. Se despidió antes de dejarlo dormido en el suelo y bien arropado. Despertó con arañas en su labor: tejer. Muy amablemente lo vistieron. Estaría tranquilo de que lo vieran desnudo de no ser por el comportamiento tan humanizado que tienen. Es irreal lo humanas que se sienten.

En fin, continuando con su mente pérdida en un rincón feliz. Está tan complacido que se siente flotar. Ni siquiera con Jin llegaba a este nivel de paz interior. Se sentía más banal y simple a lo que sucedió anoche con Jimin. Incluso con lo dolorosos que resultaban sus rasguños y que le clavara sus extremidades extra.

De no ser porque ya llevan demasiado aquí, diría que es un sueño loco, salvaje y anómalo el tener sexo con un hombre inusualmente hermoso con extremidades de araña y garras de águila arpía. Alucinante. No tiene otra forma de describirse.

Tan solo alucinante.

— ¿Y esa cuál es?

— ¿Eh? No sé, se me acaba de ocurrir.

—Me gusta. La imagino con música lenta. Algo parecido al jazz.

—Umm...

Su mente continúa divagando. La invitación a que continúe con esos pensamientos. A que siga el hilo de las canciones y poemas que vienen a su mente ¿No las está está escribiendo? ¡No importa! Porque son tan perfectas que va a recordarlas y hacerlas aún más perfectas cuando estén en papel

Es una extraña manera de hacerlo. Nunca le había sucedido, en realidad, pero ¡No importa! Está ansioso. Siente que debe seguir en ella. Es una necesidad.

Componer, así sea solo en su cabeza, todo lo que pueda. No perder a la voz que lo incita a hacerlo. Que siga igual de fuerte y clara. Aprovechar su existencia antes de que vuelva a su "volumen bajo" habitual. Se vuelve a frotar la cara con las manos. Recuerda una de las tonterías que dijo anoche y quiere meter la cara en el piso de vergüenza.

¿Por qué le dijo a Jimin que lo conoce? Eso no es cierto ¿O sí? Salió de su boca sin querer. Por el contrario, fue una especie de impulso que de su cabeza y pecho. Dar intimidad a una situación que nada tenía de íntima. Era más casual que otra cosa.

Incluso lo hace sentir mal.

Tratar al dios como si fuese cualquier cosa, haciéndolo en el piso...

Demasiado que pensar.

—La llamaré singularity.

— ¡Bien~!

Ellos parlotean para pasar el rato. Namjoon intenta salir de sus recuerdos nocturnos de la relación más alucinante que ha vivido jamás. Lo distrae notar que hay un acantilado gigante frente a ellos y no aparente manera de cruzar o tan siquiera un final a ese abismo gigante. La penumbra más oscura que haya visto jamás. Se detienen al borde y miran a abajo. Luego a Taehyung en espera de una solución mágica y milagrosa.

—A-a mí no me miren. No conocía está parte del mundo ¡Ni siquiera sabía que hay acantilados así de grandes! —excusa Taehyung con rapidez y nervios. Hoseok hace puchero

— ¿Entonces? No vamos a salir volando y aquí no hay hipogrifos como en Harry Potter para intentarlo.

—Tal vez podemos pedir un puente—propone Namjoon—. Nos hicieron un barco, ropa, mantas, hasta casas. Creo que el puente será muy sencillo.

— Yo no pienso pedir nada a las arañas—replica Jungkook cruzado de brazos—. No voy a confiar en ellas después de lo que pasó ¿Estás loco?

—No nos dejarían morir de la caída.

— ¿Cómo estás tan seguro? Quizá a Tae no, pero seguro que a nosotros tres sí. Quizá tú y yo o solo yo ya que soy el único desgraciado al que odian.

— ¡Porque le gritaste enano a un dios en la cara ¿Qué esperabas?! —pide saber Hoseok y Jungkook saca los labios.

—Aun así, no pienso confiar en ellas. No son de fiar. Jimin nos quiere fuera de aquí o de la vida en general ¿Qué nos asegura que no son cómplices de él?

—Es un punto—admite Taehyung y sorbe aire—. A ver, puedo intentar llevarlos uno a uno, pero será complicado. Es muy lejos. Demasiado. —Intenta ver el otro lado del acantilado, pero es imposible.

—Yo pediré el favor. —resopla Namjoon. Que peleen cuánto quieran, él va a hacer lo obvio y más decente.

. . .

Las arañas hicieron un puente enorme. Es larguísimo y tardaron horas que Taehyung contabilizó para tener una idea del trayecto y si podría cargarlos a ambos o hay algo particular con el abismo. Cosa que considera dado lo interminable que luce.

Hoseok no quiere cruzar. Pues parece que el puente va al infinito y más allá. Esos escalofriantes puentes inseguros en películas e historias de fantasía. Taehyung promete vigilar que no les pase nada, transmutado en un ave enorme que parte antes que ellos. A Jungkook la idea sigue sin gustarle en lo absoluto. Mientras Hoseok tiene miedo y vértigo, Jungkook sospecha que algo va mal y en contraste está Namjoon que no considera que deban preocuparse por nada.

La estructura es muy firme y se balancea poco a pesar de colgar entre dos extremos tan lejanos. Lo circulan con algo de lentitud por precaución y nerviosismo.

—Esto es una mala idea. —afirma Jungkook.

—Cualquier plan que implique cruzar un tenebroso puente por encima de un tenebroso acantilado, es una mala idea. —justifica Hoseok con la mirada en el cielo. De otro modo se desmaya del pánico y no piensa caerse hoy.

Taehyung revolotea en torno a ellos. Varios minutos andando y el final sigue distante y fuera de vista. Niebla surge de repente, pájaros negros sobrevuelan la zona de manera sospechosa en opinión del dios. Algunos se detienen sobre el puente, otros molestan a cualquiera de los cuatro y en última estancia es imposible ver nada por la niebla tan densa. Graznidos, chillidos y demás vienen de las aves. Taehyung para de avanzar, sin lograr mirar nada más allá de su propio pico.

Hasta que hay gritos y el sonido de algo que se rasga. Escucha que Hoseok lo llama y aunque aletea con todas sus fuerzas para alejar la niebla, no están ahí al alejarla. Solo vacío y el puente roto. Para su propia sorpresa, está el final del acantilado.

— ¡¿QUE HICISTE?! —reclama con velocidad al águila que hay de pie al borde. Cambia de forma. Jimin se arregla el cabello.

—No los maté. Deja de alterarte—Recomienda divertido—. Solo es un susto para que se quieran ir de una buena vez.

—JIMIN.

—Un viaje sin problemas, no es un viaje ¿Lo olvidas? Quién sabe quizá incluso sea bueno para ti.

Jimin se marcha y Taehyung queda confundido ¿Cómo va a ser bueno para él?