Invisible Thread || NamMin

Five threads: Pensar y repensar

—Hey ¿Qué haces?

Jungkook cubre con los brazos los papeles que hay en la mesa. Su rostro rojo y claro nerviosismo. Namjoon se sienta a un lado y fuerza para intentar tomar los papeles, leerlos y obtener respuesta. Jungkook sacude la cabeza— Jungkook, déjame mirar.

—N-no, por favor, me voy a morir de pena.

—Que dramático.

— ¡Déjame! ¡Yo no soy como tú o como Yoongi que hacen obras maestras en menos de media hora! —lloriquea y Namjoon detiene lo que hace.

— ¿Escribes una canción?

Jungkook se encoge hasta esconderse entre sus brazos. Namjoon no resiste apretar los ojos y la sonrisa. Jungkook llega a ser tan tierno algunas veces. No es precisamente bueno a la hora de escribir por él mismo. Las pocas veces que lo ha hecho, ha sido con mucha ayuda y solo Yoongi conoce esos proyectos. El menor es más dado a cantar lo que siente otros antes que expresar lo propio.

—No te avergüences. Seguro está quedando bien. —Lo palmea en la espalda.

—No, está horrible. Esto no va a funcionar. —lloriquea aun escondido.

— ¿Por qué no? Quieres a Yoongi. Dudo que te sea complicado cantar algo sobre lo mucho que lo quieres—Jungkook descubre su rostro medio lloroso—. No pienses en que te apenas o que es imposible de hacer, tratar de darle forma a lo que tienes dentro y ahí sale.

— ¿Cómo le doy forma a algo sin forma? —quejumbra alterado.

El plan de Taehyung, desde la perspectiva de Namjoon, es lo mismo que hizo Orfeo para salvar a Eurídice del Averno. Conmover a quien custodia al atrapado y así permitirlo salir. En este caso debería ser hasta más fácil, pues no hay nada que ate a Yoongi a esa persona. A menos que el capricho cuente.

—Tiene forma, solo no la has descubierto. —opina Namjoon apoyando el codo en la mesa.

—Yo no sé cómo darle forma.

—Descubre cómo. Mañana debes tenerlo.

— ¡Es muy poco tiempo!

Exhala con pánico y moquea. Tiene ganas de llorar del estrés. Aun si lo hace ¿Cómo saber que está bien? ¿Qué va a gustarle a ese dios tan extraño como encantador? Son dudas que lo impiden hacer más que unos simples borrones horribles en la hoja.

—Tú componías canciones para Jin ¿Cómo lo hacías? —Increpa, queriendo que Namjoon lo ayude. Es su única, mejor y más obvia opción de guía—. Tú... tú tienes como una magia rara dentro. Puedes componer música de lo que sea, no demoras tanto como otros. Eres tan raro.

—Cuando pintas ¿Qué sientes?

— ¿Eh?

Jungkook no es cantante de profesión. Al menos no seria. Hacer Covers en YouTube, Spotify y Sound Cloud no cuenta, tampoco cuando Yoongi le regala alguna canción porque cree que solo en su voz sonará bien. Jungkook, en realidad, es pintor. Hace diseños, pinta murales, adorna viviendas. Es bastante popular y bien, sobra decir lo desastrosa que es la casa en la que vive con Yoongi.

Por un lado hay instrumentos, por el otro pinturas de fantasía urbana y fantasía clásica.

No obstante, lo que resalta de ello es que Jungkook vive de pintar, no de cantar. El adora lo que hace. Con tanta pasión como Yoongi ama la música. Mientras Yoongi le regala canciones, Jungkook le regala cuadros.

Jungkook quedó pasmado y enamorado de la música producida y hecha por Yoongi.

Yoongi se fue enamorando poco a poco de los trazos que Jungkook plasmaba en su vida.