K.
– ¡Maldita hija de puta! – exclamó envuelto en frustración, pero cuando observó mi mirada gélida lo corrigió – hija de puto, putísimo…
Ambos reímos ante esta aclaración, y eso me distrajo de tal forma que él logró voltear la situación mientras se lanzaba sobre mí, venciendo de una vez y por todas.
– ¿Sabes? ya no me gusta este videojuego… – dije al ver que había ganado por tercera vez consecutiva, sin dudas Val era mucho mejor que yo en estas cosas, pero no teníamos nada mejor en lo que pasar el tiempo un domingo en la tarde.
– Sí claro, cuando eres una perdedora nata está claro que rendirse es la salida obvia – musitó torciendo sus ojos y tumbándose en la alfombra donde estábamos sentados, yo imité su posición y uno de esos ataques de conciencia que te llega de momento me abofeteó.
– ¿Qué estamos haciendo Val? – dije sumida en esos pensamientos pesimistas.
– Pues, tú mirando al techo, yo disfrutando el sabor de la victoria…
Su ironía y tranquilidad son las cualidades que más admiro de mi mejor amigo, y sí, conocerás al amigo de la protagonista antes de conocerla a ella, porque sin él en mi vida no sería quién realmente soy.
Valerio Miller, combinación rara, de madre española y padre – si es que a eso se le puede llamar así – americano, un chico de complexión delgada, por lo que en ocasiones lo molesto llamándole esqueleto, pero no está tan demacrado, su cabello lacio es tan rubio como el de Daenerys Targaryen, y adora presumir de ello, que unido a su mirada angelical hacen de mi bestie un todo un modelo de People en Español; al igual que yo terminó hace un año el instituto pero aún no matriculamos a ninguna universidad, la pereza es nuestro pecado favorito, aunque para entrarte más en contexto no es como que lo hayamos tenido tan fácil, Val perdió a su abuelo – la figura paterna más importante en su vida – justo cuando debíamos entrar en el proceso universitario, y yo, bueno ya eso es otra historia, el punto es que estamos aquí, perdiendo el tiempo como mi madre no se cansa de recordarme, y en momentos como este, le creo.
– Sabes a lo que me refiero, no podemos seguir así toda la vida…
– Y dale con eso, te he dicho que cuando nos llegue el momento comenzaremos a estudiar en Yale… – rió por lo bajo sabiendo que jamás entraríamos a una universidad tan prestigiosa.
– Bien, duda existencial agotada, necesito un favor tuyo…
– Bien porque yo también necesito uno tuyo…
– Sincronía amor ¿seguro que no quieres ser mi novio?
– Tan seguro como que no me gusta ninguna mujer… – respondió exagerando su gesto de disgusto.
ESTÁS LEYENDO
TRES ©
Teen FictionCARDINALES #1 El mundo de Kiera y Valerio da un cambio radical cuando descubren que un "príncipe" danés se mudará a su pueblo. ¿será verdad? Llenos de intriga deciden comprobarlo para, sin saberlo, descubrir un peligroso secreto del que no habrá vue...