K.
– ¿Y qué se supone que tenemos que hacer? – preguntó Valerio.
– ¿Crees que estaba tan a gusto con la noticia como para preguntarle? – mascullé entre dientes.
Como intuirás, sí, terminé aceptando, y antes de que digas que mi madre me gobierna – que sí que lo hace – en realidad estuvimos de acuerdo cuando me dijo que ya el primer mes de servicios estaba pagado, y me enseñó el cheque que Hans le dejó, no les diré de cuánto se trataba pero digamos que Valerio ni siquiera lo dudó cuando le dije lo que ganaríamos por la gracia.
Aunque literalmente nos jugábamos la vida en ello, una parte de mí, la más curiosa, aún necesitaba descubrir qué tanto esconden esos tres hermanos, así que llena de valor y cansancio – combinación rara ¿eh? – ya estábamos tocando el timbre de la mansión para empezar así, nuestro primer día de trabajo.
El mayordomo/pingüino nos condujo hasta un gran despacho donde Hans leía algunos papeles.
– Señor Hans, la señorita Kiera Harper y el joven Valerio Miller – anunció el uniformado retirándose.
– Godmorgen, me alegra ver que se toman su trabajo en serio asistiendo puntualmente – habló conteniendo su ironía.
– Hans, no te diremos señor ni nada por el estilo, así que dinos de una vez qué es lo que quieres que hagamos para ganarnos el dinero – declaré con un asomo de rabia, y como era de esperarse a él le hizo mucha gracia.
– No esperaba menos smuk, primeramente Fjor necesita un compañero de prácticas – dijo mirando a Valerio.
– ¿Prácticas? – indagó este.
– Esgrima, suelo acompañarlo yo, pero en estos momentos estoy un poco ocupado y esa será tu tarea por ahora.
– ¿Y yo? – musité desde mi sitio.
– Tú no eres buena para mucho según las aclaraciones de tu madre – relató camuflando su risa – así que por ahora serás la alarma de Anders – te mataré hijo del demonio.
– ¿Alarma?
– Sí – dijo entregándome una hoja – haz que cumpla este horario, eso será todo.
Nos despachó de inmediato cerrando las puertas a nuestras espaldas mientras Valerio y yo nos miramos confundidos, hasta que Fjor se acercó distraído a la oficina y solo nos vió cuando ya estuvo casi encima nuestro.
– Oh, Valerio – el asombro se apoderó de su rostro – y Kiera – sí, aquí estoy tórtolo – ¿qué hacen aquí? – preguntó y rápidamente corrigió – quiero decir, no sabía que vendrían hoy ¿cómo estás… están? – ¿seguía borracho o qué?
– Hans nos contrató para ser sus asistentes personales – dijo Val.
– Ah, no tenía idea, díganme si les molesta para ayudarles – nos dedicó sus comisuras mientras se pasaba la mano por su nuca.
– Bueno, yo me voy, que aún tengo mucho trabajo pendiente – comuniqué alzando la hoja de los horarios.
– ¿Qué te dijo que hicieras? – requirió el Reisen.
– Que sea la sombra de Anders, pero por lo pronto se supone que deba hacer que se levante – contesté con un mohín cansado.
– Suerte con eso – soltó ríendo.
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TRES ©
Teen FictionCARDINALES #1 El mundo de Kiera y Valerio da un cambio radical cuando descubren que un "príncipe" danés se mudará a su pueblo. ¿será verdad? Llenos de intriga deciden comprobarlo para, sin saberlo, descubrir un peligroso secreto del que no habrá vue...