K.
– Cierra los ojos…
Los cerré.
– Déjate llevar…
Lo hice y de inmediato nuestros cuerpos comenzaron a girar en el centro de la multidud, un paso, dos pasos, tres…
Sus brazos me envolvían y marcaban el ritmo, tal y como la última vez, él, no, nosotros… Hans y yo, bailamos rodeados de enemigos y tentando a la muerte; pero mientras estaba a su lado no había nadie más, me sentía la única chica en el mundo, no podía ver otra cosa que no fuera su sonrisa, su mirada, él, siempre él.
…
Minutos antes…
Una señal de Fjor nos indicó que debíamos reunirnos, por lo que junto a Margarita salimos del salón y al entrar en un corredor oscuro nos encontramos con Fjor, Valerio, Anders y Ellinor.
– ¿Y ella? – preguntó Valerio.
– No podemos dejarla… – solté y todos me miraron raro.
Pero la puerta a nuestras espaldas se abrió y rápidamente se cerró, Hans nos miró de reojo y dijo:
– Hay un cambio en los planes…
– Creo que ya todos nos habíamos dado cuenta de eso… – solté un poco molesta.
– Sí, pues que bueno que preparé algunas contramedidas antes ¿no?
– Si te refieres a mentir descaradamente diciendo que eres mi esposo, pues sí…
– Todos hicieron silencio.
– Es mentira… ¿no? – murmuré sin querer conocer la respuesta.
– Lo que importa es que aún estas viva, y todos lo están, hay que salir de aquí pero ya…
– ¿Cómo haremos? – pronunció Anders esta vez.
– Toda la casa está rodeada de guardias – añadió Fjor.
– Lo que haremos será lo siguiente…
…
En ese instante que parecía eterno donde nuestros cuerpos eran el centro de atención le pregunté:
– ¿Por qué lo hiciste…?
– Lo siento, era una medida desesperada para poder salvarte y creo que lo voy logrando… – respondió con una pequeña sonrisa.
– Gracias – dije imitándolo.
– Si luego de todo esto decides anularlo yo mismo me encargaré de todo… – pronunció mientras su mirada recayó en el suelo.
– No…
– ¿No? – su mirada fue directo a mis ojos mientras sus mejillas se tornaban rojas, un gesto tan tierno en esta situación, sin duda Hans jamás dejaría de sorprenderme.
– No pensemos en eso ahora.
– Tienes razón ahora céntrate en tu actuación…
– No estoy…
Sentí como alguien tomó mi mano libre del otro lado, y al voltearme, ahí estaba él, pero esta vez no me miraba molesto, no se veía rabia en sus ojos por verme tan cercana con Hans, por el contrario, esta vez solo me miraba con ojos de delicadeza, su rostro era la viva expresión de la calma.
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TRES ©
Teen FictionCARDINALES #1 El mundo de Kiera y Valerio da un cambio radical cuando descubren que un "príncipe" danés se mudará a su pueblo. ¿será verdad? Llenos de intriga deciden comprobarlo para, sin saberlo, descubrir un peligroso secreto del que no habrá vue...