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21 - Lujuria (Escenas +18)

Aclaración del Autor:
Antes de que comiences a leerlo debo aclarar que este capítulo contiene escenas +18 por lo que si no deseas recibir este tipo de contenido puedes adelantar al capítulo siguiente antes de llegar a la escena en cuestión, hasta entonces te recomiendo que lo leas para que no pierda sentido la historia.

Este símbolo indicará el inicio de la escena en cuestión ***

K.

No me moví, no dije nada, y estoy segura que tampoco pensé, era uno de esos momentos en los que dudas de tu existencia porque te quedas completamente en blanco.

Minutos después de eso, Hans se fue de la habitación, explicó lo que yo no había llegado a intuir, pues al parecer se había puesto en contacto con el médico de mi tío, y este le habría proporcionado todos los datos necesarios, se aseguró al decir:

– Son compatibles, Kiera.

Y dejándome sola en ese sitio se fue, tenía un envío que hacer; y yo me encontré en una encrucijada en cuánto lo comprendí, sin duda había sido un gesto más que inesperado, pero ¿era bueno? se podría decir que sí, mi tío tendría una oportunidad de recuperase, pero... ¿quién tuvo que morir por este regalo?

Menudo cumpleaños estaba teniendo, salí en modo zombie del sitio decidida a hablarlo con mi amigo, sin duda dos mentes piensan mejor que una – o que media, recordemos que en este momento mi cerebro era el de la ardilla de la Era del Hielo –, anduve hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

– No deberías confiar en él – alcé la mirada y me percaté que se trataba de Ellinor, con una expresión ¿preocupada?

– ¿Eh? – solté confundida.

– Puede aparentar ser un príncipe por fuera, pero créeme, es un demonio disfrazado – estuve clara de que se refería a Hans, pero aún así decidí comprobarlo.

– ¿A quién te refieres? – la miré inquisidoramente.

– Ambas sabemos que sabes la respuesta a esa pregunta – sonrió de lado pero no cambió su expresión.

– No confío en él – dije finalmente.

– Aunque disfruté la escena anterior, hay algo que debes saber – la miré frunciendo el ceño – no fue Hans quién organizó todo esto, no fue él quién estuvo hasta las tantas de la noche ultimando los detalles, ni siquiera Fjolnir – la miré confundida, no había entendido algunas cosas, pero estaba claro que se refería a Anders, antes que pudiera decir algo ella me pasó por el lado y comenzó a alejarse, pero se detuvo a mis espaldas y terminó sus palabras – aunque con esto no te digo que él es mejor que los otros, aquí nadie es lo que parece.

Nuevamente perdida quedé, ahora con muchísimas dudas nuevas y sin tener en claro qué debería hacer ante lo que ella había dicho, algo en mí me gritó que no tenía que pasar por esto sola, corrí al encuentro con Valerio, necesitaba de él en este momento.

Anduve media fiesta buscando a mi amigo, pero viendo que no lo encontré, ni a él ni a Fjor – que antes ella lo llamaría Fjolnir ¿por qué? –, entonces me senté en una mesa apartada, y como imaginarás, solo había alguien que me podría calmar en estos momentos, así que comencé a beber cuanta copa encontraba en frente.

Mi mente era un desastre, por un lado me sentía confundida por la actitud de Anders, primero suicida, luego peligroso, luego sarcástico, luego amable, luego me besó, luego me alejó, luego me organiza una fiesta – si lo dicho por Ellinor era cierto, aunque viendo toda la decoración una parte de mí lo imaginaba – entonces no tenía ni idea qué hacer; por otro lado estaba Hans ¿un corazón? – antes que pienses que soy ingrata, me siento culpable, nadie sabe quién tuvo que morir en sus manos para que mi tío tuviera esta oportunidad, muy diferente a un donante fallecido o algo por el estilo – pero que él era un demonio ya lo intuía, aunque que te lo confirme alguien de su familia tiene más peso, hasta este momento nadie se había detenido a hablarme al respecto tan en serio como ella.