23. TLP.

2K 219 24
                                    

Narra Narradora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Narradora

¿No crees que fuiste un poco rudo? —Sonrió sin descaro la ojiverde, notando sus muñecas tenía unas leves marcas.

—No vi ningún reproche de tu parte cuando te puse mi cinturón en esas manitas, cariño.

Esta no dijo nada, solo se levantó a un con su cuerpo desnudo. Poniéndose una camisa grande para dormir e ir directo al baño. Sonriendo para sí misma, recordando lo que había sucedido tan solo unas horas antes.

No es que no le gustara Ethan, al contrario, lo amaba. Pero él tenía razón, su corazón en un futuro sería solo de Joe. Y eso le asustaba, porque él no la miraba de esa manera y peor aún, él tiene pareja.

—Mierda.. —La ojiverde se mordió el labio al verse en el espejo. Tenía el pelo alborotado y con ligeros chupetones en el cuello.

Sin más que hacer, se mojo la cara, necesitaba despejarse. Tenía un conflicto interno en esos momentos por dos hombres en su cabeza.

—¿Sydney? ¿Estas bien? —La pelirroja se asustó, saliendo del baño con una sonrisa.

—Lo lamentó, solo estaba pensando.

—Sydney, si fui muy duro.. Lo siento, no fue mi intención, en serio. Yo nunca querré lastimarme de alguna manera así que..

Antes de que pudiera seguir hablando, fue callado por un pico, seguido de otros besos.

—Está bien Ethan, no voy a morir, no soy de cristal. —Bromeó.

—Es que es estando contigo me vuelvo otra persona, Sydney. —Sonrió, poniendo un mechón de pelo atrás de su oreja—. Y me da miedo el control que tienes sobre mi.

A un que sabía que su fiel amigo se estaba desahogando, aprovecho el momento para sentarse en las piernas de el, poniendo sus manos en el cuello de Ethan.

—Creo que ahora es mi turno.

Ethan sonrió coqueto, no esperaba para nada lo que estaba sucediendo.

—Te quiero dentro de mi. —Dijo la ojiverde, acostando al moreno aún con las manos en su cuello—. Ahora.































꒰ 🌊 ꒱

































—Mierda, se me hace tarde para traer a Lizzy. —Apenas había pasado una semana desde su entrevista, y ya por fin vendría su hermana.

Después de haberse hecho la prueba, Lizzy salió positivo en todas las pruebas que se hizo de drogas. Siendo brutalmente regañada y castigada. Con lo suficiente para saber que hacer con una drogadicta, Mark, su padre le quitó lo importante para que su hija no siguiera ese camino.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora