55. Solo tú.

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Narra Narradora

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Narra Narradora

Todo empezó mucho tiempo atrás, Ethan con certeza no podría decir cuándo fue el momento que se enamoró perdidamente de Sydney.

Oh bien, si lo podía decir.

Fue el primer día que la vio caminando en la universidad con un grupo de chicas. Era obvio que no coincidían en carreras, pero cuando la podía ver, era como un regalo caído del cielo. Y es que, ¿como no enamorarse de Sydney Harper?

Dejando de lado su apellido, era una mujer hermosa con un futuro prometedor.

Y aún que siempre le quiso hablar de una manera "casual" nunca se daba la oportunidad. Hasta que la tuvo en una fiesta que se organizó con unos amigos comunes que tenían.

—¡Ethan! Carajo, ven. —Su amigo estaba demasiado borracho, lo cual este aprovecho y se acercó a ellos—. Sydney, él es mi mejor amigo Ethan Moore.

—Mucho gusto Ethan, es un placer por fin conocerte.

—El gusto es mío, Harper

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—El gusto es mío, Harper. —Este le ofreció la mano, lo cual Sydney lo vio asombrada.

—Hombre con modales, unos de los inexistentes qué hay en este lugar. —Ambos comenzaron a reír, tomando un poco de sus bebidas.

Sin saber, que eso sería el principio de la pesadilla para nuestra pobre Sydney Harper.

Esa noche lo agrego a sus contactos a pesar de que Ethan ya tuviera el suyo gracias a que un amigo se lo dio sin querer. No es por presumir ni nada, pero ser uno de los más populares de la universidad lo había ayudado bastante para hacer todo más fácil y difícil a la vez.

Poco a poco mensajes de correos electrónicos llegaban a los amigos de Sydney, eran extraños al principio, pero conforme pasaban los días. Imágenes perturbadoras y un tanto incómodas. Amenazando a cualquier chico que llegase a hablar o mirar a Harper.

Pero el día siguiente después de la famosa fiesta, Sydney pasó por su primera probada de acoso que sería solo el principio. Antes de llegar a su casa notó como había un hombre vestido de negro deambulando por las calles. Por fin al llegar a su casa, vio como no estaba el auto de su padre y mucho menos su hermana, solo una pequeña nota.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora