61. Mi vida despues de ti.

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Narra Narradora

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Narra Narradora

Sydney se encontraba saliendo del aeropuerto. Tenía en su mano un libro junto su celular, quería salir de ese lugar lo más rápido posible. Pero sabía que no sería como ella quería.

Lo único que pensaba en esos momentos era el hecho de como lo tomaría Joe al saber la noticia. Ya que ella sabía lo que sentía perder a un ser querido muy cercano. Primero fue su madre quien tuvo ver morir, luego a Andrew que Ethan lo mató sin piedad y ahora eran dos muertos.

—Beck... —Susurro, acomodando su gorra. Aun que sabía que eso no detendría a la prensa con el hecho de divulgar que estaba de nuevo en las calles.

En estos momentos solo esperaba que la recogieran Ethan y Blythe que se ofrecieron a que se quedara con ellos el tiempo que estuviera en Nueva York. No solo Blythe estaba de luto por su amiga muerta, si no ahora por Mooney.

Al igual que lo estaba Ethan, bueno, también por la desaparición de Joe.

—¡Sydney! —Al escuchar su voz volteó a ver, encontrándose con la pareja bajando del auto.

—Chicos, que bueno es verlo. —Sonrió levemente, abrazándolos.

Poco después se fueron al auto directo a la casa de la pareja, la cual ya hacía feliz de ver una vieja cara conocida en la ajetreada vida en Nueva York.

—Y díganme... ¿Como han estado? —Ethan suspiro frustrado, no tenía palabras para explicarle cómo se sentía.

¿Como debería estar? Una amiga que conocía muere por su terapeuta que es padrino de la chica con la que está hablando. Luego, uno de tus mejores amigos se desaparece sin decir ni una sola palabra. Es como si nunca hubiera existido con todo lo que han pasado, después y para poner de cereza al pastel:

Tu jefe muere.

—¿Como debería estar? —Ríe en silencio, moviendo nerviosos sus manos—. Es duro, ¿sabes? Conocí a Mooney cuando aún caminaba, era un gran hombre.

Sydney solo asintió, imitando los mismos gestos de Ethan.

FLASHBACK

Joe se encontraba leyendo un libro en el sillón de Sydney, la estaba esperando ya que le había dicho que salieran ese día.

Y es que hace una semana había visitado a Mooney y le había charlado un poco de Sydney, bueno, en realidad le había hablado mucho de ella y estaba muy feliz por eso. A pesar de que él no pudiera responderle como antes, asintió, dándole buena señal para estar con la pelirroja.

¿Como me veo? —La ojiverde salió del baño, traía puesto un vestido negro con margaritas.

La espalda era descubierta, no era tan corto pero tampoco largo. Y es que Joe no podía negar que Sydney tenía buen gusto en ropa, y no solo por que tuviera una empresa sobre la moda. Si no que ella podía usar perfectamente una bolsa de papas y se vería espectacular.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora