28. Roger Steven.

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Narra Narradora

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Narra Narradora

Era un nuevo día y cierta pareja se encontraba en la librería. Beck se encontraba en el primer nivel, viendo libros que podrían ayudarla con su lectura y por su parte estaba joe en el segundo nivel, leyendo los chats de Beck.

Después de haber seguido a Peach todo el día, sabe perfectamente que debe conseguir su laptop.

Hasta que la campana de la librería sonó.

—¡Hola! —Beck sonrió, levantándose del suelo.

—¿Está Joseph aquí? —Peach analizó el lugar, buscando al castaño.

Joe por su parte suspiró, frotando sus manos en su frente tratando de ser buena persona enfrente de la persona que más odia en estos momentos.

—Si, está trabajando en algún lado.

—Oh, ¡buen día joseph! —Ríe—. Lo que sea, ¿cual es la noticia?

Peach se recostó en el mueble, entregándole un café a su amiga, que ya hacía levemente nerviosa.

—No quise ser mala anoche, y robarle la atención a la crisis de Anikka pero.. Mí profesora me contactara con un agente.

—¡Beck! Es asombroso y sorprendente, pero.. Mierda, me enojo conmigo misma.

—¿Que quieres decir?

—Ya sabes, por mi familia, tengo contactos en agencias. Iba a llamar a un amigo. Roger Stevens.

—¿Roger Stevens? ¿No representa a autores famosos?

—¿Te refieres a ganadores de Pulitzer, finalistas de concursos, el sesenta y siete más vendidos del times?

'Si Beck, Roger Stevens ha representado a escritores famosos. Lo que sin ofender, plantea esta pregunta. ¿Por qué estaría interesado en una estudiante de maestría?'

Joe miraba su celular, que estaba en wikipedia buscando al tal famoso Stevens.

—Claro que puedes escribir para revistas. Es un trabajo legítimo y honesto. Como el de Anikka. —Pausa, tomando un poco de su café—. Pero Roger no vende artículos. Representa a autores reales. Solo depende de ti quien quieres ser.

—Pues.. Si puedes presentarnos.

—¡Con gusto! Si él y yo nos conocemos desde que él era consejero en mi campamento de judio.

Joe al escuchar eso, decidió bajar del segundo nivel, fingiendo no haber escuchado nada de la conversación.

—¿Sabes que? ¿Joseph? —Gritó repetidas veces, llamando al castaño.

—No sabía que aquí estabas, Peach. Hola.

—Necesitamos que cierres mañana en la noche, para una fiesta privada.

𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍 | Joe Goldberg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora