🔪 ━━━ ❝ ¿Serias de esos amigos que te ayudan a cavar una tumba, o serias de los que llaman a la policía? ❞
🩸 ┃ Donde Joe Goldberg
quiere domar sus demonios internos,
tratando de conquistar a Guinevere
Beck mientras que por un gracioso
e incómod...
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Narra Narradora
Actualidad.
Sydney vio como su ex pareja estaba enfrente de ella, tenía sus manos elevadas al cielo en forma de paz.
—No debemos hacer nada de esto. —Sonrió, asqueando a la ojiverde.
—¿Por que mierdas me acosas? —Grito, acercando su pistola.
—¿Acosarte? ¿Yo? ¿Por que te acosaría? —Quiso acercarse, pero Sydney retrocedió.
—¿Por que será? ¡Por que me has acosado por días! Y por qué justamente estabas detrás de un maldito árbol.
Travelli sacudió su cabeza, tratando de arreglar las cosas.
—Escúchame, solo quería hablar contigo... —El castaño se acercó a ella, pero Sydney disparó.
En pánico, Sydney llamó a Joe, en serio no sabía que hacer en estos momentos. Sabía que tarde o temprano se levantaría y lo más probable es que le haría daño.
—En diez minutos vendrán, hijo de puta. —Susurro, estaba arrodillada enfrente de el.
Comenzó a mirar por todo el lugar, y es que ciertamente de donde estaban ellos, era lo más oculto del cementerio.
Silencio.
Solo se escuchaba los quejidos de Travelli en el suelo.
—Ya casi van a pasar los diez minutos... —Susurro asustada, no quería que él se levantara de nuevo.
—¿Podemos hablar... Como personas civilizadas por un momento? —Se retorció el castaño, pero no recibió respuesta.
—¿Y entonces espiarme desde un árbol es normal?
—He tratado de llamarte, escribirte... Y solo me ignoras. —Contraatacó, pero aprovechó el descuido de Sydney y la noqueó.
—Mierda, Travelli... —Se retorció y antes que pudiera levantarse, recibió una descarga eléctrica.
—Nos volveremos a encontrar, querida. Espero que sea en otras circunstancias.
Comenzó alejarse de la chica, pero a lo lejos pudo notar como alguien se acercaba donde estaban ellos.
Eran los de seguridad del cementerio junto con policías. Y al lado de ellos, estaba Joe.
Antes que pudiera esconderse o algo, cruzó miradas con el. Y sintió un escalofrío por todo su cuerpo, comenzando a correr.
Joe vio hacia la izquierda, notando como estaba Sydney en el suelo retorciéndose.
—¡Vayan por el! Yo iré por Sydney. —Gritó el castaño, corriendo hacia la ojiverde.
Sydney a un que estuviera retorciéndose, podía ver como Andrew se iba corriendo y se iba de su vista, sabiendo que escaparía.
—¡Mierda! Sydney... ¿Estas bien? —Joe recostó a la mencionada en sus rodillas, ella no podía decir nada.
