🔪 ━━━ ❝ ¿Serias de esos amigos que te ayudan a cavar una tumba, o serias de los que llaman a la policía? ❞
🩸 ┃ Donde Joe Goldberg
quiere domar sus demonios internos,
tratando de conquistar a Guinevere
Beck mientras que por un gracioso
e incómod...
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Narra Joe
Eso estuvo demasiado cerca, me había escondido gracias a un grupo de hombres tomando. Al ver que ya no estaba en mi camino salí del bar, dispuesto a seguir a Beck pero noté como Sydney caminaba sin rumbo fijo en las calles.
Mire hacia mi derecha, viendo como Beck estaba caminando con el camarero.
No sabía que hacer, por un lado estaba Sydney muy borracha y por otro estaba beck que puede ser asesinada por ese hombre.
—Mierda... —Me dije a mí mismo, poniéndome mi gorra y caminar hasta donde estaba Sydney.
Beck, si me vieras sabrías que soy un buen hombre. Preocupándome por las demás personas, claro que eso tú no lo sabes aún.
—Pero que mujer tan bonita. —Hablo un hombre random con una sonrisa perversa—. ¡Oye hermosa!
Me alarme, al fijar mi vista al suelo tome una botella vacía y me acerque sigilosamente hasta donde estaban ellos.
—¡Suélteme! —Grito enojada, antes de que pudiera hacer algo, ella le roció gas pimienta.
Eso me tranquilizó, dejando la botella en el suelo. Y comenzar a seguirla de nuevo, pero tendrían que hacer algo para que no regrese sola a casa.
—Mierda, mierda, mierda. —Soltó asustada mientras saliendo corriendo del callejón, corrí detrás de ella y noté como estaba viendo su celular mientras lloraba.
Voltee a ver a todos lados y habían pocas personas, así que aproveché para caminar donde estaba ella fingiendo que no la había visto.
—¿Por qué me tiene que pasar otra vez lo mismo?. —Me sentí mal por escucharte decir eso, no me puedo imaginar por lo que has tenido que pasar.
Al parecer, tienes más historia de lo que creí. Y lo siento tanto, ninguna mujer merece que se aprovechen de su situación. Solo espero que el infeliz que te hizo daño esté sufriendo.
Tenía que contar hasta tres para poder pasar enfrente de ti, tenía que ser casual y nada actuado, pero todo se fue a la mierda cuando escuche tu voz.
—¿Joe? —Voltee a ver a todos lados fingiendo buscar a alguien, hasta que vi al suelo.
—¿Sydney? ¿Que diablos te sucedió? —Pregunte preocupado mientras me agachaba y me quedaba a su altura.
Tome tus manos ligeramente, no quería asustarte o presionarte. Algo que se sintió cálido, no lo voy a negar y eso me hizo sentir extraño.
Yo debía sentirme solo así por Beck. ¿Verdad?
—Yo... Es-Estaba tomando en un bar c-cerca de aquí y salí para tomar un poco de aire. Creo que me desvié un poco y cuando menos me di cuenta, un hombre... —No pudo seguir hablando, ya que empezó a llorar.
